Dudas en la vía Pasto-El Estanquillo: consulta adjudicada y confianza en juego

El corredor vial complementa la megaobra El Estanquillo-Popayán, de $19 billones.

Foto: ANI

“Hemos cumplido, literalmente, con el compromiso que hemos hecho”. Así lo afirmó la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, durante un debate de control político en la plenaria de la Cámara de Representantes, al confirmar la adjudicación oficial de la consultoría para los estudios y diseños de la vía Pasto-El Estanquillo, uno de los proyectos viales más esperados del sur del país.

La firma Lemoine Rivera Ingenieros Asociados S.A.S. fue seleccionada entre 30 propuestas recibidas, en un proceso competitivo que contó con un presupuesto oficial de $3.355 millones de pesos. La adjudicación marca el punto de partida técnico para una obra que el propio Gobierno calificó como estratégica para integrar Nariño, Cauca, Putumayo y Valle del Cauca con la frontera sur y el centro logístico nacional.

La vía Pasto – El Estanquillo contempla una intervención integral de casi 70 kilómetros, incluyendo 62,4 km de nueva calzada en El Estanquillo-Timbío y 5,1 km de variante oriental en Chachagüí, un tramo clave para descongestionar el paso hacia Popayán y el suroccidente.

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Con una inversión total estimada de $7,6 billones, de los cuales $2,2 billones corresponden al presupuesto inicial —asegurados en un documento Conpes que le da prioridad—, y que complementa la megaobra Pasto-Popayán, de $20 billones de inversión, una autopista que operará bajo el modelo de Asociación Público-Privada (APP) por 20 años, beneficiando a más de un millón de personas y consolidando el corredor logístico entre el suroccidente andino y la frontera con Ecuador.

El compromiso había sido asumido el pasado 5 de abril en Pasto, y aguarda una promesa del presidente Gustavo Petro desde 2023. “Existe la variante Timbío-Estanquillo, que también se ha estudiado la decisión y me inclino, aunque aún vamos a discutirlo; la idea es que se extienda la doble calzada desde Popayán pasando por Timbío hasta El Estanquillo y llegué hasta el aeropuerto Chachagüí, porque ya está contratado, ya está en construcción Chachagüí-Pasto y también Pasto-Ipiales, con sus problemas, pero a ahí van”, dijo a principios de ese año.

El proyecto, sin embargo, acumula críticas de parte de los gremios y políticos de la región por retrasos en el cronograma e incertidumbre en la inversión.

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¿Cambios en la promesa?

El pasado 12 de mayo, el vicepresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Eduardo Acosta Medina, declaró en un control político un posible ajuste en el calendario. “La apertura está prevista para el 26 de mayo. Esa apertura requiere la aprobación de vigencias futuras por parte del Confis y el Conpes en el proceso”, expresó.

Acosta aclaró que “a esa fecha seguramente no llegaremos y estamos revisando un nuevo aviso para modificarla”.

La ANI aseguró que se pretende incluir la obra en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que se presentará el 13 de junio por el Ministerio de Hacienda.

Además, los Consejos Gremiales y Empresariales de la región encendieron las alarmas por el cuarto aplazamiento de la publicación de los pliegos definitivos. Según los gremios, persiste una incertidumbre sobre dos asuntos: la fuente de financiación real y la fecha concreta de inicio de obras. Aunque el proyecto contempla una inversión inicial de $2,2 billones, el monto no ha sido ejecutado, solo asegurado.

El representante a la Cámara por Nariño, Juan Daniel Peñuela, afirmó en su cuenta de X que “la vía entre Pasto y El Estanquillo no tendrá doble calzada”, y detalló que el proceso adjudicado por Instituto Nacional de Vías (Invías) corresponde únicamente a la mejora y rehabilitación del corredor existente, además de la atención de puntos críticos mediante obras de estabilización.

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El congresista también señaló una reducción drástica en la promesa de inversión: de los $6,5 billones anunciados inicialmente, se habría pasado a un presupuesto efectivo de solo $2,2 billones. Y advirtió que estos recursos, más que garantizados, han sido únicamente anunciados.

“Se cambió el alcance técnico”, dijo. “Si se construye la obra será a diez años. Se está estructurando un proyecto Conpes con esas especificaciones”.

Aseguró que no hay recursos y se aplazará la apertura del proceso de selección, y falta la ampliación de cupo APP para los próximos 10 años.

El Ministerio asegura que el cronograma avanza sin sobresaltos. Se prevé que los estudios y diseños estén concluidos a finales de 2025, lo que habilitaría el inicio de obras para el primer semestre de 2026.

Según un documento del Invías, la promesa inicial de la contratación se realizaba en octubre y noviembre, y la ejecución en diciembre de 2024.

“Este anuncio no solo ratifica la palabra del Gobierno, sino que demuestra con hechos el compromiso con la infraestructura vial de Nariño. Estamos cumpliendo y avanzando”, aseguró la ministra Rojas.

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La confianza en juego con 71 oferentes en total

La alta participación en los procesos de consultoría e interventoría —con 30 ofertas para estudios y 41 para interventoría— refleja lo que el Gobierno interpreta como una señal de confianza en la ejecución pública.

Un proyecto que, de lograrse, conectaría en doble y segunda calzada el sur del país.

La interventoría, en manos de un segundo proceso independiente con presupuesto de $663 millones, quedó pendiente de publicación de la adjudicación del 15 de mayo, completando la dupla técnica necesaria para la garantía de proyecto.

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