Easyfly quiere quedarse con el 65 % de la operación regional

La llegada de nuevos aviones de mayor capacidad será el primer paso de la empresa colombiana para conquistar nuevos destinos e incrementar su oferta en aquellos donde ya hace presencia.

Paula Delgado Gómez / @PaulaDelG
18 de julio de 2018 - 09:52 p. m.
Easyfly completará una flota de 21 aviones en el segundo semestre de 2019.  / Cortesía Easyfly
Easyfly completará una flota de 21 aviones en el segundo semestre de 2019. / Cortesía Easyfly
Foto: unknown

La aerolínea regional Easyfly hizo una de las inversiones más altas de su historia con el objetivo de incrementar su operación regional, a tal punto que pasaría de tener una participación de 45 % a una de entre 65 % y 70 % en las rutas donde opera.

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En total son US$97 millones destinados a la adquisición de nuevas aeronaves de mayor capacidad para atender mercados con más demanda: cuatro aviones ATR 42 (50 pasajeros) y tres aviones ATR 72 (70 pasajeros). Los cinco primeros se recibirán en lo que queda del año y los dos restantes en el segundo semestre de 2019.

Estos modelos (turbohélices) son utilizados por más de 200 aerolíneas en 100 países, pues cuentan con avanzados sistemas de navegación y visualización, además son altamente eficientes en consumo de combustible y emisiones. Con su adquisición la empresa completa 21 aeronaves.

Actualmente, la firma tiene 31 rutas disponibles y vuela a más de 20 destinos. Con la llegada de las nuevas aeronaves Easyfly tendrá presencia, progresivamente, en 10 destinos adicionales e iniciará operación en 17 rutas, lo que implicará pasar de una cobertura de 60 % a una de 72 % en el territorio nacional.

Los nuevos destinos turísticos serán Guapi, Tumaco, Santa Marta y Bahía Solano; para los viajes de negocios serán Cali, Caucasia, Puerto Asís, Florencia y Barrancabermeja. La compañía ya se encuentra adelantando las respectivas gestiones ante la Aeronáutica Civil y confía en que el proceso administrativo de cada uno tome en promedio seis meses, ayudado por un fast track o vía rápida, presente en el reglamento aeronáutico colombiano, que autoriza sin mayores demoras la conexión con destinos que no tienen servicio actualmente.

Alfonso Ávila, presidente de Easyfly, manifestó que Bahía Solano (Chocó) sería el primer destino en llegar a feliz término con salidas desde Bogotá y Medellín. “En Colombia falta conectividad, nuestro plan de desarrollo es grande precisamente para poder atender esa necesidad”.

De igual manera, habrá un incremento en los horarios y las frecuencias de las rutas actuales. En las rutas desde y hacia Bogotá, por ejemplo, la oferta crecerá 21 %, mientras que en Medellín lo hará 25 % y en Bucaramanga, 20 %.

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El plan de expansión de la línea aérea prevé, además del aumento de la flota, llegar a movilizar 1,6 millones de pasajeros al año a través de una oferta de 4.500 vuelos mensuales (40 % de incremento en la operación), lo que le generaría 65 % más ventas anuales, llegando a $385.000 millones. Hoy por hoy se movilizan un millón de pasajeros que facturan ventas por $233.000 millones.

Para ello, también ampliará su equipo de colaboradores en 30 %, aproximadamente (150 personas más).

Los proyectos de Easyfly van hasta 2022, la proyección aquí presentada sólo corresponde a la primera etapa, que abarca 70 % del plan de expansión.

En el primer semestre del año Easyfly reportó un crecimiento de 48 % en sus ventas y una variación de dos dígitos en el incremento de tráfico de pasajeros transportados. Según Ávila, esto genera un ambiente propicio para ampliar su flota y su red de rutas.

Oportunidad de expansión

De acuerdo con el Departamento Nacional de Planeación (DNP), una proyección tendencial del crecimiento señala que en una década Colombia manejaría 61 millones de pasajeros por vía aérea y 1,1 millones de toneladas de carga.

El incremento en los ingresos de la población sería el principal factor de influencia en esta dinámica, pues el número de viajes por persona cada año crecerá de manera acelerada en el país, al pasar de un per cápita de 0,7 en 2017 a uno en la próxima década.

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Para atender esa demanda se requiere un grado de planeación diferente al de otros modos de transporte, relacionado aquí con los costos de infraestructura y de aeronaves, así como la regulación técnica de operación, por mencionar algunos.

 

Por Paula Delgado Gómez / @PaulaDelG

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