El año del millón de toneladas de aceite

Aunque los temas sanitarios le siguen pasando factura al gremio palmero, la Federación Nacional de Cultivadores de Aceite de Palma (Fedepalma) confía en que antes de terminar este año llegará a una cifra de producción histórica: un millón de toneladas de aceite. Jens Mesa Dishington, presidente del gremio, le contó a El Espectador que de cara a la edición 17 del congreso palmero internacional, le preocupa la falta de claridad por parte del Gobierno en materia de biocombustibles y también la ausencia de reglas claras para los inversionistas extranjeros.

¿Cómo van los palmeros con los problemas sanitarios y la permanente revaluación?

Los temas sanitarios nos siguen afectando y Tumaco (Nariño) ha sido una zona que nos ha perjudicado porque se han perdido más de 30.000 hectáreas por pudrición de cogollo. Desafortunadamente, la recuperación total no ha podido darse porque los productores pequeños y medianos ven que el financiamiento disponible no es suficiente. Si no hay un paquete de recuperación, esto va a tomar años. Insistimos al Gobierno que se necesita un paquete especial de ayuda para las zonas de emergencias sanitarias. En Puerto Wilches (Santander) se han muerto más de 20.000 hectáreas y en total hay 60.000 hectáreas comprometidas con esa enfermedad. Cuando uno suma todo esto, se asusta. El gremio le hace una apuesta al tema tecnológico, ya que destina dos tercios del presupuesto a investigación y tecnología. Confiamos en que esto sirva, pero uno ve a veces que los problemas son tan grandes que nada de lo que se hace funciona. Por otra parte, los precios internacionales están en niveles altos, lo cual alivia un poco la situación; además, hay buena demanda nacional.

¿Cuántas hectáreas están afectadas por la enfermedad?

Estamos hablando, en total, de 100.000 hectáreas.

Cómo está la producción de la palma, ¿mejor que en 2011?

El año pasado fue muy bueno porque hubo un incremento de 25% en la producción frente a 2010; extraordinario. Sin embargo, en los primeros seis meses el comportamiento fue menos bueno que el año pasado. En los últimos tres meses, por cuestiones climáticas, la estacionalidad se desplazó un poco. Con los datos que tenemos, es altamente probable que Colombia alcance un millón de toneladas anuales de aceite de palma antes de cerrar 2012. Creo que llegaremos antes de lo que el país pueda lograr el millón de barriles de crudo.

¿Son claras las reglas de juego en materia de biodiésel?

Con el biodiésel existe una experiencia buena. Sin embargo, ha habido incidentes con el Ministerio de Minas y Energía que nos preocupan. Confiamos en que el Gobierno estructure una política más dinámica hacia los biocombustibles; hemos visto mucha incertidumbre en el manejo del tema. Estamos construyendo un programa de largo plazo y el país está hoy día en una mezcla de 10% de biodiésel y acpm, excepto en la zona de Bogotá y centro del país. Se le ha venido insistiendo al Gobierno que hay que llevarlo al 10% en esta región. El aumento de las mezclas al 15 y 20% necesita un cronograma claro. Si no hay certidumbre, nadie va a hacer un montaje nuevo, así como las inversiones que se requieran. Sin embargo, debo decir que la palma requerida para incrementar mezclas ya está sembrada. Si no se concretan acciones, hay que buscar otros mercados para esa palma. En esto el sector se ha fortalecido. Hay mercados en Estados Unidos y Europa.

Aunque los temas sanitarios le siguen pasando factura al gremio palmero, la Federación Nacional de Cultivadores de Aceite de Palma (Fedepalma) confía en que antes de terminar este año llegará a una cifra de producción histórica: un millón de toneladas de aceite. Jens Mesa Dishington, presidente del gremio, le contó a El Espectador que de cara a la edición 17 del congreso palmero internacional, le preocupa la falta de claridad por parte del Gobierno en materia de biocombustibles y también la ausencia de reglas claras para los inversionistas extranjeros.

¿Cómo van los palmeros con los problemas sanitarios y la permanente revaluación?

Los temas sanitarios nos siguen afectando y Tumaco (Nariño) ha sido una zona que nos ha perjudicado porque se han perdido más de 30.000 hectáreas por pudrición de cogollo. Desafortunadamente, la recuperación total no ha podido darse porque los productores pequeños y medianos ven que el financiamiento disponible no es suficiente. Si no hay un paquete de recuperación, esto va a tomar años. Insistimos al Gobierno que se necesita un paquete especial de ayuda para las zonas de emergencias sanitarias. En Puerto Wilches (Santander) se han muerto más de 20.000 hectáreas y en total hay 60.000 hectáreas comprometidas con esa enfermedad. Cuando uno suma todo esto, se asusta. El gremio le hace una apuesta al tema tecnológico, ya que destina dos tercios del presupuesto a investigación y tecnología. Confiamos en que esto sirva, pero uno ve a veces que los problemas son tan grandes que nada de lo que se hace funciona. Por otra parte, los precios internacionales están en niveles altos, lo cual alivia un poco la situación; además, hay buena demanda nacional.

¿Cuántas hectáreas están afectadas por la enfermedad?

Estamos hablando, en total, de 100.000 hectáreas.

Cómo está la producción de la palma, ¿mejor que en 2011?

El año pasado fue muy bueno porque hubo un incremento de 25% en la producción frente a 2010; extraordinario. Sin embargo, en los primeros seis meses el comportamiento fue menos bueno que el año pasado. En los últimos tres meses, por cuestiones climáticas, la estacionalidad se desplazó un poco. Con los datos que tenemos, es altamente probable que Colombia alcance un millón de toneladas anuales de aceite de palma antes de cerrar 2012. Creo que llegaremos antes de lo que el país pueda lograr el millón de barriles de crudo.

¿Son claras las reglas de juego en materia de biodiésel?

Con el biodiésel existe una experiencia buena. Sin embargo, ha habido incidentes con el Ministerio de Minas y Energía que nos preocupan. Confiamos en que el Gobierno estructure una política más dinámica hacia los biocombustibles; hemos visto mucha incertidumbre en el manejo del tema. Estamos construyendo un programa de largo plazo y el país está hoy día en una mezcla de 10% de biodiésel y acpm, excepto en la zona de Bogotá y centro del país. Se le ha venido insistiendo al Gobierno que hay que llevarlo al 10% en esta región. El aumento de las mezclas al 15 y 20% necesita un cronograma claro. Si no hay certidumbre, nadie va a hacer un montaje nuevo, así como las inversiones que se requieran. Sin embargo, debo decir que la palma requerida para incrementar mezclas ya está sembrada. Si no se concretan acciones, hay que buscar otros mercados para esa palma. En esto el sector se ha fortalecido. Hay mercados en Estados Unidos y Europa.