El cooperativismo: auge de un modelo de economía alternativa

El presidente ejecutivo de Confecoop habla sobre el congreso que comenzó este jueves en Cartagena y el panorama de las cooperativas en Colombia.

Sara Padilla.
24 de agosto de 2017 - 06:59 p. m.
Carlos Ernesto Acero, presidente ejecutivo de Confecoop (Confederación de Cooperativas de Colombia). / Óscar Pérez - El Espectador
Carlos Ernesto Acero, presidente ejecutivo de Confecoop (Confederación de Cooperativas de Colombia). / Óscar Pérez - El Espectador

El cooperativismo en Colombia tiene más de 86 años de historia. En el marco del decimosexto congreso de cooperativas que arrancó hoy en Cartagena, Carlos Acero, presidente ejecutivo de la Confederación de Cooperativas de Colombia (Confecoop) habló sobre los alcances de este modelo en el país, su importancia en el posconflicto, y la falta de políticas públicas para impulsarlo. (Lea "Cooperativas de las Farc, una alternativa para el posconflicto")

¿Cuál es la importancia del cooperativismo en el posconflicto?
Toda, no solamente por el acuerdo de La Habana y lo que se ha dicho allí, sino porque la Constitución Política del 91 dio un enorme piso para que las cooperativas y las empresas de economía solidaria pudieran fortalecerse. Si se supera el conflicto armado y se empiezan a crear las condiciones objetivas como confianza y seguridad, financiamiento, acceso a carreteras, servicios de riego, la gente va querer producir. Nosotros decimos que se necesita una política pública que logre impulsar a las cooperativas porque cuando empiezan a plantear el acuerdo de La Habana, hablan de Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDTS), y uno dice: eso es lo que hemos venido haciendo las cooperativas por muchos años en Colombia y en el mundo. Entonces, nuestra forma de hacer empresa y de hacer economía está llamada a ser protagonista, pero, además, está probada.

¿Cómo se ha involucrado en temas de desarrollo económico con respecto al acuerdo y al posacuerdo?
Nosotros hemos participado en los últimos años en múltiples reuniones con el gobierno nacional dando a conocer el modelo, la figura, y los casos de éxito y llamando la atención sobre lo que no debe hacerse con la figura cooperativa.

¿Qué no debe hacerse?
Las cooperativas deben surgir de la base, por la iniciativa de la gente que, para resolver una necesidad, se una y crea la cooperativa. Lo que no debe hacerse es que el Estado o los políticos se inventen cooperativas y las anclen. Porque eso no es vamos a organizar a 20 y ya es cooperativa: no. Las cooperativas surgen de manera espontánea y van organizándose y van creciendo. Todos los programas en los cuales el Estado, ya sea a nivel central, departamental o local, impone la figura cooperativa, fracasan. Si el Estado acoge planteamientos de construir política pública para el sector cooperativo sus programas de beneficio social tendrían mayor impacto que si sigue simplemente impulsando programas asistencialistas porque en el sistema cooperativo nosotros creamos empresa, las personas somos las dueñas, las gestionamos y buscamos desarrollo sostenible.

En ese sentido, hasta ahora, ¿cómo ha sido el apoyo del Estado?
No hay una política pública de promoción y fomento, esas definiciones constitucionales no se han desarrollado y justamente la coyuntura del posconflicto incita a poner en práctica esos preceptos constitucionales. ¿Qué le pedimos al Estado?: ahora que hay una situación importante en donde no crece la economía y no se genera trabajo, le estamos pidiendo impulsar esto como un instrumento de política pública en el que podríamos hablar del fomento a las Pymes y a las mipymes. El 95% de las empresas de este país se dice que son Pymes y Mipymes y si estas actúan individualmente en el mercado les va a ser muy difícil generar condiciones objetivas para sostenerse y avanzar en el tiempo ¿Y esto cómo se puede resolver?: integrándolas en forma de cooperativas. El ejemplo en Colombia se llama Coopidrogas.

¿Cree que exista reticencia en Colombia o un temor a fomentar el cooperativismo o asociarse en cooperativas?
Yo creo que hay un problema cultural, un problema de información y prevenciones en sí mismo no. El tema cultural: vivimos en una sociedad individualista y egoísta. Hay muchas cosas que tenemos que hacer de manera individual, también hay otras muchas que es mejor hacerla de manera colectiva. 

En cuanto a información y educación, muchas veces cuando a una persona en su vida productiva le hablan sobre cooperativas, no sabe qué es porque no le enseñaron en el colegio y menos en la universidad. Y mire qué curioso: un fenómeno socioeconómico como la cooperativa, que en Colombia sumando cooperativas, fondos y mutuales somos ocho millones de asociados, propietarios de casi 7.000 empresas, no se estudia en la academia. 

Estamos hablando de que fondos, mutuales y cooperativas, tenemos unos activos que pueden estar en el borde de los $45 billones, unos ingresos superiores a los $34 billones. Pero esto se dejó de enseñar porque entre más se concentre la propiedad más se enriquecen unos tres. Y esto no tiene nada que ver con comunismo, ni es de pobres ni para pobres, nada, por algo estamos en el mercado. Como se ha utilizado mucho por el tema del acuerdo, y porque ya se creó, hay gente que incurre en decir que cooperativas es igual a Farc. Pero cuando en dos años podamos hacer la ronda de periodistas al tour europeo de cooperativas, van a decir que por qué no habíamos hablado de esto a la gente. Porque en Europa las cooperativas sí son realmente poderosas.

Por Sara Padilla.

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