El difícil terreno en el que la construcción debe volver a crecer

Este sector, cuyo PIB ha caído 2,4 %, deberá salir adelante en un año de elecciones, con un dólar al alza y una persistente burocracia.

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Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092
02 de septiembre de 2019 - 02:00 a. m.
Las elecciones regionales pueden demorar los POT en municipios y ciudades del país.  /
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“Cada vivienda de interés social que se construye genera 5,6 nuevos empleos en Colombia”, indicó Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) durante el congreso del gremio que se desarrolló la semana pasada en Cartagena. Para la dirigente gremial, es vital para Colombia y su economía que esta actividad, cuyo PIB ha caído 2,4 % en el primer semestre de 2019, vuelva a crecer con fuerza. Sin embargo, las condiciones actuales no son precisamente las mejores para que se cumpla este objetivo.

Uno de los principales retos son las elecciones regionales de este año, lo que puede demorar los Planes de Ordenamiento Territorial de los diferentes municipios y ciudades del país. De hecho, en Colombia hay más de 840 municipios con POT desactualizados, una situación que limita al sector por la falta de área licenciada para construcción y que a la vez trae incertidumbre para los proyectos que ya están en ejecución.

De acuerdo con el Ministerio de Vivienda, hace 10 años el 13 % del área licenciada estaba congelada por cuenta de fallos judiciales; en la actualidad, esta cifra creció hasta el 20 %. Esto implica que hay cerca de ocho millones de metros cuadrados de área que no se han podido usar para la construcción, un territorio similar al tamaño de Bucaramanga. Los POT de calidad son vitales para mejorar estas cifras.

“El POT es el instrumento de planificación del territorio. Permite que los municipios decidan la forma en la que deberán desarrollarse a mediano y largo plazo. Es vital para temas como el uso del suelo, la construcción de vivienda, proyectos estratégicos para la provisión de bienes y servicios urbanos; ayuda a resolver los problemas de movilidad y de catástrofes medioambientales, y también es vital para proteger los ríos y las reservas forestales. Es una herramienta muy poderosa que se debe aplicar en toda Colombia”, explicó Gloria Alonso, directora del Departamento Nacional de Planeación.

Además de las elecciones, este año también se destaca por la fuerte alza que ha tenido la tasa de cambio, pues en agosto el dólar rompió cuatro récords históricos: $3.456, $3.459, $3.471 y $3.477. Claramente, un alza de este tipo no pasa inadvertida en sectores cuyos costos dependen de los movimientos de la divisa estadounidense. Entre ellos se encuentra el sector constructor, el 20 % de cuyos insumos son importados, según Camacol. Cableados y equipos electrónicos son algunos de los artículos que se traen del exterior.

Sin embargo, Forero indica que el alza del dólar también representa una oportunidad para el sector constructor, pues “puede impulsar la inversión extranjera, y las remesas que entren al país pueden estimular las compra en viviendas y otros proyectos. Hay que ver las dos caras de la moneda: el incremento de los costos y los beneficios que la devaluación trae”.

La burocracia es el otro dolor de cabeza del sector constructor. El ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, indicó que “se requieren en promedio 14 trámites para sacar una licencia de construcción, y pueden ser más de 20 dependiendo de la ciudad. Por eso estamos trabajando para hacer más eficiente el proceso y así facilitar los lanzamientos de nuevos proyectos”.

Durante el congreso de Camacol, el Gobierno hizo algunos anuncios que buscan reactivar la construcción, sobre todo el PIB de edificaciones, que ha sido el más golpeado del sector, con una caída del 7 % en el primer semestre. Por ejemplo, el Minvivienda lanzó el subsidio concurrente, de la mano de las cajas de compensación.

Este auxilio nació tras la aprobación del decreto 1533 de agosto de 2019, que permite a los colombianos que ganen menos de dos salarios mínimos combinar los recursos que dan las cajas de compensación con los del programa Mi Casa Ya, para recibir hasta $41 millones en subsidio para la compra de vivienda. Antes los beneficiados debían escoger entre el subsidio del Gobierno y el de su caja de compensación familiar.

Asimismo, el Gobierno informó que el Fondo de Garantías financiará, por medio de $650.000 millones, los créditos hipotecarios con una cuota inicial del 10 % para viviendas no VIS (de más de 150 salarios mínimos, $125 millones). Además, el Ministerio de Vivienda anunció, de la mano de la Financiera de Desarrollo Territorial (Findeter), tres líneas de crédito que suman $600.000 millones para los constructores colombianos. Se trata de empresas que accederán a préstamos con una tasa compensada, es decir, un menor interés.

La apuesta de Camacol es que la inversión del sector sume $100 billones en 2020, lo que permitiría un aporte 0,5 puntos porcentuales adicionales a la economía colombiana y generar 150.000 nuevos empleos por año. Sin embargo, la construcción tendrá que sortear un difícil terreno para volver a crecer con fuerza, pero ya cuenta con billonarias ayudas para lograrlo.

Por Camilo Vega Barbosa / @camilovega0092

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