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El dilema de Joe Biden para intentar bajar los precios de la gasolina

La Casa Blanca se encuentra sopesando la opción de echar mano de las reservas estratégicas de petróleo de este país como una medida para bajar el costo interno de la gasolina, una medida que ha impactado a la baja los precios internacionales de crudo y que puede ir en contravía de la agenda climática.

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15 de noviembre de 2021 - 12:13 a. m.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos.
Foto: Agencia Bloomberg
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El petróleo sostuvo su racha más larga de pérdidas semanales desde marzo al tiempo que el presidente Joe Biden mantuvo a los inversionistas adivinando si tomará medidas para controlar los precios que han ayudado a avivar un aumento en la inflación estadounidense, perjudicando a los consumidores.

Biden está evaluando medidas entre las que se incluye la liberación de petróleo de las reservas estratégicas del país para tratar de reducir el costo de la gasolina en los surtidores, que ha alcanzado un máximo de siete años.

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Durante varias semanas, un pequeño grupo de sus principales asesores ha discutido posibles medidas, según personas familiarizadas con el tema. El consenso ha sido difícil de alcanzar, dado que algunos funcionarios del Departamento de Energía se oponen a recurrir a las reservas estratégicas, mientras que los asesores de la Casa Blanca presionan para obtener una liberación, o incluso para detener las exportaciones de crudo de Estados Unidos.

El petróleo ha subido este año a medida que el consumo se recupera del impacto de la pandemia, contribuyendo a la inflación de precios al consumidor más rápida en EE.UU. en tres décadas. Frente a la creciente presión política para actuar, Biden está sopesando sus opciones de intervención a pesar de que la Administración de Información de Energía apuntó a saldos más débiles el próximo año.

El desafío al que se enfrenta Biden sobre el precio de la gasolina es particularmente evidente en California, el estado donde los conductores suelen pagar más por el combustible que en cualquier otro lugar de EE.UU. Los precios minoristas ahora promedian US$4,65 el galón, solo 2 centavos menos que el récord establecido en 2012, según datos de la AAA.

Los precios del petróleo bajaron el viernes por rumores de utilización de reservas estratégicas en Estados Unidos para bajar el crudo.

El barril de Brent del mar del Norte para entrega en enero perdió 0,92%, a US$82,17 en Londres sobre el cierre del jueves.

En tanto en Nueva York el barril de West Texas Intermediate (WTI) para diciembre perdió 0,98%, a US$80,79 dólares.

Así mismo, esta semana la OPEP revisó además nuevamente a la baja su estimación de crecimiento de la demanda de petróleo para este año.

El peligro de echar mano a las reservas

Recurrir a las reservas estratégicas de petróleo es una alternativa que resuena con fuerza en Estados Unidos para bajar los precios del crudo, con un presidente a la defensiva con la inflación impulsada por el costo de la gasolina.

Sin embargo, en medio de un compromiso con el cambio climático, la Casa Blanca sopesa esta estrategia raramente utilizada y cuyo impacto sobre el precio de los carburantes en las gasolinerías sería, cuando menos, provisorio.

Estados Unidos creó sus reservas estratégicas en 1975 para enfrentar shocks petroleros. Las mantiene en enormes depósitos subterráneos a unos 800 metros de profundidad a lo largo de la costa del golfo de México, con un tope de 714 millones de barriles (mb).

Actualmente, el nivel de estas existencias escala a 609 mb, según el Departamento de Energía, algo así como seis meses de consumo de crudo en el país.

Unos 60 reservorios hundidods en un estrato salino se distribuyen en cuatro sitios altamente vigilados en Luisiana y Texas.

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Se requieren unos 12 días luego de la decisión del presidente para que ese petróleo sea refinado y apto para vender. Puede utilizarse para cubrir la demanda interna o ser exportado.

La ley otorga al presidente estadounidense la prerrogativa de utilizar hasta 30 millones de barriles en 60 días o más “en caso de graves interrupciones de suministro de energía”.

En 1991 George H. W Bush ordenó usar unos 17 mb durante la primera guerra del Golfo.

En 2005, su hijo George W. Bush ordenó volcar 11 mb al mercado tras el huracán Katrina que devastó Luisiana y sus estructuras petroleras.

En 2011, Barack Obama liberó 30 mb para suplir petróleo proveniente de Libia.

Por el contrario, en 2011, luego de los atentados del 11 de setiembre, Bush hijo ordenó llenar los reservorios hasta el tope.

Volcar estas reservas al mercado para bajar precios podría tener un efecto limitado, de corto plazo, estima John Kilduff, analista de mercado petrolero de Again Capital.

“Para ser eficaz, es necesario que el monto de reservas utilizado sea importante y que haya un esfuerzo coordinado” con otros países, destacó.

Dilema ante el cambio climático

En tiempos de discursos sobre reducción de emisiones, recurrir en abundancia a estas reservas puede despertar críticas.

“Sería contraproducente en términos de imagen sobre el cambio climático”, destacó recientemente un editorial del diario The Washington Post. “Es ciertamente una contradicción” para el gobierno de Joe Biden, constató de su lado Kilduff.

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“Los líderes de la lucha contra el cambio climático son favorables a altos precios del petróleo para permitir que las energías renovables sean más competitivas”, añadió el analista.

Pero para Biden, la inflación -la más alta en tres décadas en 6,2 % en 12 meses a octubre y muy presionada por los precios de la energía- podría ser un veneno político.

Luchar contra el aumento de precios se volvió imperativo para la Casa Blanca.

“Estos aumentos (de precios) afectan la popularidad del presidente”, constata Kilduff.

El precio promedio del galón (3,8 litros) de gasolina subió a US$3,41 frente a US$2,12 hace un año, según la asociación de automovilistas AAA.

Este nivel, todavía aceptable por los conductores, se vuelve problemático a partir de US$4 el galón, según los expertos.

“Es un punto de quiebre. Se gastan entonces US$100 para llenar el tanque de una SUV. Eso capta la atención de los automovilistas y mina la confianza de los consumidores, y frena la economía”, advierte John Kilduff, quien recuerda que todas las recesiones en Estados Unidos estuvieron precedidas por un alza de los precios del petróleo.

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Ewar(6960)15 de noviembre de 2021 - 02:09 p. m.
Que el estado intervenga los precios y dejen de joder los petroleros.
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