Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El dinero es temeroso, no le gustan la volatilidad ni el riesgo, busca seguridad y rentabilidad a toda costa. Es por eso que, en la medida que los diferentes factores han afectado la confianza en el país y la región, ha migrado desde mercados emergentes a buscar monedas que brinden seguridad, como el dólar o los bonos de países desarrollados y con riesgos menores.
No es el momento de más impuestos para las empresas vía reforma tributaria. Será importante hacerlo más adelante, muy seguramente, pero no en la situación actual, en que las empresas reducen sus estimaciones de crecimiento por un factor que pesa más que el mismo esfuerzo de un gobierno en particular, como lo es la desaceleración de China y el PIB mundial en general, que mantienen presiones sobre los precios de las materias primas y que cumplen ya en su mayoría niveles sustancialmente bajos en los últimos 12 meses, lo que tiene ahora en la mira la calificación de los países que tienen un peso importante de sus exportaciones gracias a las commodities.
Hoy un inversionista extranjero tiene entre 30 y 50% más de rendimiento de su dinero en Colombia, gracias a que el dólar se ha encarecido en el país, por lo que, si pensaba comprar una acción, un bono o una propiedad, la encontrará hoy aún más atractiva. A esto hay que sumar que las acciones en Colombia se encuentran en promedio a precios de hace seis o diez años, algo que hace preguntar si se acabaron las empresas locales. Para nada, sólo hay que ver las recientes adquisiciones que continúan haciendo en la región empresas como Grupo Éxito, Grupo Sura, Grupo Argos y sus filiales, Celsia y Cementos Argos, además de la expansión que también presentan bancos como Davivienda, Aval y Bancolombia, que son hoy líderes naturales en la región.
Pero ¿qué falta en la Bolsa de Valores de Colombia? ¿Qué sucede allí, que hay un declive notorio de volúmenes de negociación, del número de accionistas y de participantes del mercado? Indiscutiblemente hemos pasado por eventos tan desafortunados como la quiebra de Interbolsa, que minan la confianza de cualquier inversionista, pero también es cierto que en Colombia hace falta una cultura mayor en cuanto a inversiones, y no es sólo de aquellos que busquen hacer rentar su dinero en acciones, sino también las empresas emisoras, pues cómo es posible que seamos el país del Mercado Integrado Latinoamericano (Mila) que menos empresas participantes tiene enlistadas, pero para que midamos el potencial del mercado local tenemos una capitalización bursátil similar a Chile, que tiene más de 300 emisores, mientras Colombia se acerca a los 100.
Cabe resaltar también que hace falta apoyo a iniciativas de diferentes empresas pequeñas que buscan en el mercado bursátil ofrecer con iniciativas y tecnología, información de alto valor para todo inversionista, motivándolo a estar siempre atento y operar en el mercado constantemente.
Este es el momento, entonces, para que los inversionistas en Colombia vean oportunidades de mediano plazo en la Bolsa de Valores de Colombia. Sin embargo, no todo es compra a cualquier nivel de precios, pero se debe tener una guía y acompañamiento certero para que puedan sacar provecho de estos activos que representan a compañías colombianas. Las cuales en unos años tendrán una vez más rentabilidades, como las que en algún momento llegaron a tener aquellos que invirtieron en las primeras emisiones de las empresas insignia del país.
*Director de análisis técnico de Valora Inversiones.