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El Magdalena lanza su anzuelo por la carga camionera

Los transportadores de carga consideran que el río se convertirá en complemento antes que su enemigo.

Jairo Chacón González
01 de septiembre de 2014 - 02:14 a. m.
Por el río se podrán mover convoyes  con capacidad para transportar 7.200 toneladas de carga. Cada barcaza movilizará 1.200 toneladas./Cortesía
Por el río se podrán mover convoyes con capacidad para transportar 7.200 toneladas de carga. Cada barcaza movilizará 1.200 toneladas./Cortesía

Hace sólo 15 días se adjudicó la concesión para la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, con lo cual el país espera mover carga entre Puerto Salgar y Barranquilla, con un modo de transporte más limpio que el camionero y 60 % más barato, sin embargo, esto sólo está en el papel y mientras que se inician las obras hay que buscar la carga y para esto Cormagdalena tiene lista una iniciativa, que con incentivos pretende cautivar a los dueños de la mercancía para que hagan el tránsito al modo fluvial.

Se trata de un proyecto verde que no tiene antecedentes en el mundo y de concretar su registro en las Naciones Unidas antes de que finalice el año, Colombia se ubicaría entre las naciones a la vanguardia en materia de protección al medio ambiente.

De acuerdo con César Garay, asesor en el plan de manejo de cuenca de Cormagdalena, la herramienta que usarán para atraer la carga al río se enmarca en una metodología conocida como MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio) y consiste en la sustitución de carga del modo carretero al fluvial con el fin de contribuir a la mitigación del cambio climático mediante la reducción de gases efecto invernadero.

Es decir, que las empresas que le apuesten a esta iniciativa recibirán un certificado CER, el cual equivale a una tonelada de carbono, que es el que se deja de emitir al hacer el cambio de modo de transporte de carretera a río. Por cada CER el propietario de la carga recibirá 5 euros, indicó Garay.

“Los convoyes que van a operar en el río en un futuro cercano, tienen capacidad de mover 7.200 toneladas de carga, (ver gráfico) que para transportarla por carretera se requerirían de 121 tractomulas, algo así como 5 kilómetros de vehículos parqueados uno detrás de otro”, recalcó.

Un camión que viaja de Tunja a Barranquilla hoy, debe recorrer cerca de 800 kilómetros, pero sí la carga de carbón se va por el río sólo deberá hacer un viaje de 130 kilómetros hasta Puerto Salgar. Este pequeño productor de carbón del altiplano produce al año 3.500 toneladas, lo que representa 26 mil toneladas de emisiones de carbono y al pasarse al transporte fluvial estas emisiones se reducirían a 14 mil toneladas, cerca del 50 %.

Si este productor se inscribe al programa, ojalá desde ya, esas 12 mil toneladas de gases de efecto invernadero que no se generaron se van a convertir en 84 mil dólares, recursos con los que no contaba.

Hay que anotar que el administrador del programa será Cormagdalena, quien cobrará un 20 % por la administración, de ese porcentaje el 10 % se destinará a los gastos del procesos y el 15 % se destinará a inversiones en el río.

“Hacer este cambio al modo fluvial permitirá una reducción considerable de congestión y desgaste de vías. Además significará una contribución inmensa al cuidado del medio ambiente, porque en un sólo recorrido de un convoy estaríamos ahorrando mucho en emisión de gases que afectan el medio ambiente”, indicó el director de Cormagdalena Augusto García.

El directivo explicó que hay varias naciones industrializadas que contaminan mucho a nivel global y que tienen una deuda con el planeta, mientras que hay otros países como Colombia, en vía de desarrollo y que no tiene todavía una huella o un pasivo tan grande. “Esto nos permitirá convertirnos en objeto de compra de estos certificados o bonos de carbono, por parte de estos países quienes pretenden bajar su huella, así funciona este mercado”.

Si bien aun no se han iniciado las obras de recuperación del Magdalena, ya se abrió un debate en el cual algunos sectores condenan al río por la suerte que correrá el sector camionero. Sin embargo los mismos transportadores no califican al río como su enemigo, sino la sobreoferta de vehículos que hay en el sector.

De acuerdo con Jairo Herrera, director ejecutivo de Asecarga, la recuperación del río permitirá abrir una puerta al multimodalismo, antes que ser una competencia.

“Lo que sí debe hacer el gobierno para proteger al sector camionero es agilizar la chatarrización de unos 50 mil vehículos, ya que esta sobreoferta si nos está perjudicando”, señaló.

El dirigente explicó que no toda la carga se moverá por el río y que para llevarla hasta los puertos fluviales se debe contar con buenas carreteras y con terminales logísticos que permitan la transferencia de la carga.

Por su lado, el director ejecutivo de Colfecar, Juan Carlos Rodríguez, señaló que la recuperación del río es lo mejor que le puede pasar al transporte de carga por carretera ya que ésta por sí misma buscará si su modo de transporte se acomoda a su medio natural.

“El río será la vía ideal para el movimiento de carbón, de hidrocarburos, de cemento, de café y para los graneles seguirá utilizando el camión, que conectará con el río y el ferrocarril, cuando este recuperado”, indicó.

Para Alejandro Costa, presidente de la multinacional suiza, Impala, que hace tres años decidió apostarle al río, lo que va pasar en el mediano plazo es que el sector camionero se va a reacomodar, es decir, que ya no hará recorridos tan largos, lo que les permitirá hacer más viajes y ganar más dinero.

Además considera que la carga perecedera seguirá moviéndose por camión, gracias a su rapidez. “Los camiones son nuestros principales socios estratégicos. El río no es un enemigo, sino que propone una eficiencia económica”.

 

 

jchacon@elespectador.com

@jairochacong

Por Jairo Chacón González

 

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