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Este jueves y viernes se realizó en Cartagena el congreso anual de Asofondos, el gremio que reúne a los fondos privados de pensiones. Se esperaba que el presidente Gustavo Petro, que estaba en la ciudad, cerrara el evento y hablara sobre la reforma pensional, pero al final el mandatario no llegó.
Miguel Largacha, presidente del consejo directivo de Asofondos y de Porvenir, dijo que esperaron hasta último minuto, pero que Petro informó que tenía otro compromiso y no podía llegar. “El presidente está en Cartagena, estaba en el congreso de Naturgas. Hasta último minuto estuvimos esperando y pendientes de si lográbamos tener la presencia del presidente, pero nos acaban de confirmar que no alcanza a venir, tiene otro compromiso”.
Sin embargo, desde Presidencia aseguran que Petro nunca confirmó asistencia y, de hecho, el evento no aparecía en la agenda del mandatario.
Esta ha sido una semana tensa para la reforma pensional. Se esperaba que esta semana la discusión tomara impulso después de que la plenaria del Senado, el pasado 3 de abril, negó las dos ponencias de archivo, pero los desencuentros entre el presidente y el Congreso complicaron todavía más el camino de la iniciativa. Iván Name, presidente del Senado, levantó la sesión del miércoles argumentando que las declaraciones de Petro contra la Comisión Séptima de esa corporación, por el hundimiento de la reforma a la salud, atentan “contra la dignidad” de los congresistas.
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Santiago Montenegro, presidente del gremio, aseguró que todavía hay tiempo para discutir. Aunque los fondos privados siguen defendiendo que el ahorro sería la mejor opción, también afirman que si la discusión sigue por donde va, lo más razonable sería bajar el umbral de cotización en Colpensiones, asegurar la gobernanza del fondo de ahorro y que el proyecto entre en vigencia en 2026. En otras palabras, los privados se inclinan por la ponencia alternativa que presentó la senadora Norma Hurtado, del Partido de la U.
El jueves, Petro afirmó que sectores políticos buscan “quitar el carácter progresista” de la reforma y la “protección” que propone para 19 millones de afiliados que, asegura, no obtendrían pensión por su bajo nivel salarial. “Bajar el pilar es simplemente aumentar las ganancias en más de $2 billones anuales a los dos banqueros dueños del actual ahorro pensional privado y quitarles a esos 19 millones de trabajadores su derecho a obtener una pensión en su vejez”, dijo el presidente en X. Agregó que implicaría que tres millones de personas mayores no puedan tener el bono pensional con recursos del presupuesto.
Para que la iniciativa no se hunda, tiene que ser aprobada en los tres debates que faltan (uno en Senado y dos en Cámara) antes del próximo 20 de junio.
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