El resfriado de las comisionistas

De acuerdo con la literatura bursátil, el mercado de capitales refleja el estado de la economía de una nación, y para Jaime Humberto López, presidente de Asobolsa, la agremiación que reúne a las firmas comisionistas, teniendo en cuenta el comportamiento del mercado local en lo corrido del año, el país se encuentra muy enfermo. “Tenemos actualmente una industria decreciendo ligeramente, una agricultura muy postrada y en materia de servicios seguimos muy débiles, en donde tan sólo ganan las entidades financieras, lo que demuestra la enfermedad que vivimos”.

Con este panorama poco alentador, sumado al deterioro de los precios de las materias primas como el petróleo que se cotiza por debajo de los US$40 el barril, junto a las expectativas sobre las alzas en las tasas de interés en Estados Unidos, la fortaleza del dólar gringo y la desaceleración de China, se inicia hoy en Cartagena la séptima edición del congreso de Asobolsa y la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).

Justamente las sociedades comisionistas no son ajenas al comportamiento de la economía nacional y extranjera, y esto se refleja en los datos más recientes de operaciones en la Bolsa de Valores de Colombia, ya que en julio pasado el monto operado, sumando las transacciones en renta fija y renta variable (acciones), fue de $70,27 billones, que al ser comparado con el dato de junio de 2015 el comportamiento es inferior en 4,47%.

Un total de ocho sociedades comisionistas registran pérdidas en lo corrido del año a julio (ver gráfico), lo que refleja el difícil panorama para estas firmas en el corto plazo. “Hoy las comisionistas, distinto a hace 10 años, tienen inversiones altas y costos fijos muy fuertes, pero el mercado está seco y no nos está dando oportunidad para trabajar”, dijo López agregando que le han pedido al Gobierno que flexibilice un poco las normas del mercado: “Queremos que afloje un poco algunos límites en las normas existentes que nos tiene amarrados”.

La intermediaria de valores que más ha sido golpeada en lo corrido de este año es Valoralta (antes Asesorías e Inversiones) y se había especulado de un posible cierre de esta compañía en un lapso no mayor a un año, versión que desvirtuó el presidente de esta firma, Andrés Pabón. “No pensamos cerrar, sino lo contrario, nuestros socios acaban de capitalizar con $24.000 millones más a la comisionista con lo que tendremos recursos de trabajo y bridarles seguridad a nuestros clientes. Sabemos de la coyuntura del mercado con menores volúmenes de negociación y a finales de año podríamos revertir nuestra tendencia negativa”.

Otro factor que viene afectando al mercado actual es la devaluación generando incertidumbre en los inversionistas internacionales y así lo reflejan los datos más recientes del Banco de la República sobre balanza cambiaria, en donde la inversión extranjera directa en portafolio, es decir, la que ingresa al país por el mercado de capitales, llegó a US$2.327,3 millones en lo corrido del año a la primera semana de agosto con una caída del 72%, cuando al mismo tiempo de 2014 llegó a US$8.534,2 millones.

Todo este contexto ha generado que inversionistas naturales presenten una aversión al riesgo en el mercado local. Para el docente de la Universidad Externado de Colombia Julián Villamizar, la inversión en acciones continuaría siendo de alto riesgo mientras persista el sentimiento de desaceleración económica, la devaluación y el alza en la inflación, “no obstante estas caídas brindan oportunidades de comprar acciones a un precio atractivo. Durante las próximas dos semanas se publicarán los resultados empresariales del segundo trimestre, por lo que se recomienda que el inversionista invierta en aquellas compañías que, pese a la caída en el precio de la acción, muestren estabilidad o mejora en los resultados”.

Villamizar agregó que si el precio del petróleo permanece por debajo de US$55, es probable que la tendencia general del mercado accionario permanezca a la baja en lo que resta de este 2015 como consecuencia del incremento de costos de las compañías y una menor dinámica del consumo de los hogares. 

De acuerdo con la literatura bursátil, el mercado de capitales refleja el estado de la economía de una nación, y para Jaime Humberto López, presidente de Asobolsa, la agremiación que reúne a las firmas comisionistas, teniendo en cuenta el comportamiento del mercado local en lo corrido del año, el país se encuentra muy enfermo. “Tenemos actualmente una industria decreciendo ligeramente, una agricultura muy postrada y en materia de servicios seguimos muy débiles, en donde tan sólo ganan las entidades financieras, lo que demuestra la enfermedad que vivimos”.

Con este panorama poco alentador, sumado al deterioro de los precios de las materias primas como el petróleo que se cotiza por debajo de los US$40 el barril, junto a las expectativas sobre las alzas en las tasas de interés en Estados Unidos, la fortaleza del dólar gringo y la desaceleración de China, se inicia hoy en Cartagena la séptima edición del congreso de Asobolsa y la Bolsa de Valores de Colombia (BVC).

Justamente las sociedades comisionistas no son ajenas al comportamiento de la economía nacional y extranjera, y esto se refleja en los datos más recientes de operaciones en la Bolsa de Valores de Colombia, ya que en julio pasado el monto operado, sumando las transacciones en renta fija y renta variable (acciones), fue de $70,27 billones, que al ser comparado con el dato de junio de 2015 el comportamiento es inferior en 4,47%.

Un total de ocho sociedades comisionistas registran pérdidas en lo corrido del año a julio (ver gráfico), lo que refleja el difícil panorama para estas firmas en el corto plazo. “Hoy las comisionistas, distinto a hace 10 años, tienen inversiones altas y costos fijos muy fuertes, pero el mercado está seco y no nos está dando oportunidad para trabajar”, dijo López agregando que le han pedido al Gobierno que flexibilice un poco las normas del mercado: “Queremos que afloje un poco algunos límites en las normas existentes que nos tiene amarrados”.

La intermediaria de valores que más ha sido golpeada en lo corrido de este año es Valoralta (antes Asesorías e Inversiones) y se había especulado de un posible cierre de esta compañía en un lapso no mayor a un año, versión que desvirtuó el presidente de esta firma, Andrés Pabón. “No pensamos cerrar, sino lo contrario, nuestros socios acaban de capitalizar con $24.000 millones más a la comisionista con lo que tendremos recursos de trabajo y bridarles seguridad a nuestros clientes. Sabemos de la coyuntura del mercado con menores volúmenes de negociación y a finales de año podríamos revertir nuestra tendencia negativa”.

Otro factor que viene afectando al mercado actual es la devaluación generando incertidumbre en los inversionistas internacionales y así lo reflejan los datos más recientes del Banco de la República sobre balanza cambiaria, en donde la inversión extranjera directa en portafolio, es decir, la que ingresa al país por el mercado de capitales, llegó a US$2.327,3 millones en lo corrido del año a la primera semana de agosto con una caída del 72%, cuando al mismo tiempo de 2014 llegó a US$8.534,2 millones.

Todo este contexto ha generado que inversionistas naturales presenten una aversión al riesgo en el mercado local. Para el docente de la Universidad Externado de Colombia Julián Villamizar, la inversión en acciones continuaría siendo de alto riesgo mientras persista el sentimiento de desaceleración económica, la devaluación y el alza en la inflación, “no obstante estas caídas brindan oportunidades de comprar acciones a un precio atractivo. Durante las próximas dos semanas se publicarán los resultados empresariales del segundo trimestre, por lo que se recomienda que el inversionista invierta en aquellas compañías que, pese a la caída en el precio de la acción, muestren estabilidad o mejora en los resultados”.

Villamizar agregó que si el precio del petróleo permanece por debajo de US$55, es probable que la tendencia general del mercado accionario permanezca a la baja en lo que resta de este 2015 como consecuencia del incremento de costos de las compañías y una menor dinámica del consumo de los hogares.