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Lo primero que aclaró el contralor general de la República (CGR), Julio César Turbay, cuando llegó a dar los resultados de la auditoría que esta entidad realizó al Banco de la República fue: “Encontramos que el Banco es una entidad bien manejada, con seriedad, prudencia y discreción”. Ese mismo precepto lo repetiría una y otra vez durante la rueda de prensa celebrada el miércoles. Pero también dejaría claro que, aunque el Emisor históricamente ha sido bien dirigido, hay debilidades en el manejo de los recursos, la reglamentación de los viáticos, la administración de las obras de arte y en la contratación.
Estos fueron los resultados de la auditoría: “35 hallazgos administrativos, de los cuales cuatro tienen incidencia fiscal y cinco son de carácter disciplinario”. Las irregularidades fiscales suman $250 millones y corresponden, entre otros, a la pérdida de dos obras de arte que fueron prestadas a la Cancillería colombiana y que no fueron devueltas al Banco. En el tema de la contratación, el Contralor hizo referencia a un doble pago de $33 millones que autorizó el Emisor, en un contrato con el Club Choquenzá. Turbay reconoció que aunque esta cifra no representa “un caos” dentro de la organización del Banco, demuestra ciertas “debilidades”. También reconoció que muchas de estas irregularidades se corrigieron en el momento de ser comunicadas.
Aunque los resultados fueron calificados por algunos asistentes como “poco contundentes”, el Contralor defendió que este tipo de auditorías se sigan realizando. “No esperábamos encontrar graves irregularidades (...). Buscábamos demostrar institucionalmente que la CGR puede entrar a vigilar cualquier entidad que maneje recursos públicos”, enfatizó el Contralor.
Sobre el tema de las reservas internacionales y la pérdida de US$20 millones que el Emisor tenía depositados en el Banco New York Mellon, el Contralor aseguró que iban a guardar silencio, ya que actualmente hay una demanda en curso, interpuesta por el Banco de la República ante la Corte Suprema del Estado de Nueva York. “Hay una resolución que impone sigilo en el manejo de reservas internacionales”, aseguró Turbay. También anunció que en mayo de 2010 realizarán una nueva auditoría “de carácter regular” al Banco.