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“Lilo & Lolo es una marca que se fundó en 2023 por Vanessa y Kimberly, dos mamás que buscaban equilibrar su vida profesional y familiar. Nació con el sueño de crear un emprendimiento en la industria textil, ofreciendo ropa de alta calidad para bebés, niños, niñas y jóvenes. Hoy en día somos más que un negocio: somos un reflejo de los sueños de dos mujeres que, con esfuerzo y dedicación, han logrado crear una marca que inspira a otras madres a emprender, a encontrar el equilibrio y a creer que sí es posible alcanzar sus metas”.
Con este resumen de marca, invitamos a Vanessa Escobar y Kimberly Arango a contar su historia en nuestra entrevista de 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos. Así es como han recorrido el camino de crear empresa en Colombia.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Vanessa Escobar Acosta, 33 años, Enfermería.
Kimberly Arango Gaviria, 29 años, Derecho.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
Nuestra idea inicial fue crear un emprendimiento que nos permitiera ser productivas sin dejar de estar presentes en la vida de nuestros hijos. Así nació Lilo y Lolo en 2023, una empresa que en un comienzo se dedicaba exclusivamente a la confección de ropa para bebés. Con el tiempo, fuimos ampliando nuestra oferta para incluir también prendas para niños y jóvenes. Desde el principio, nuestro objetivo no fue solo generar ingresos, sino también construir un proyecto que nos diera la flexibilidad necesaria para seguir siendo madres presentes.
La idea de hacer ropa para bebés surgió al identificar una oportunidad en el mercado: ofrecer productos de buena calidad a precios accesibles. Como mamás, también notamos que muchas veces los tallajes estaban mal pensados, diseñados únicamente para bebés grandes. ¿Y los bebés pequeños? Ellos también importan. Por eso decidimos lanzar una línea que incluyera ropa para prematuros y para recién nacidos que, aunque nacieran a término, eran más pequeños y quedaban fuera de lo que la industria consideraba “estándar”.
Lo que no esperábamos era que, rápidamente, comenzáramos a recibir solicitudes para ampliar nuestro catálogo con ropa para niños y adolescentes. Fue un giro natural en el negocio, impulsado tanto por nuestros clientes como por nuestros propios hijos, quienes con sus necesidades y gustos se convirtieron en una fuente constante de inspiración para crear prendas más variadas.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Tocamos las puertas del almacén de cadena Los Tres Elefantes, y ellos nos dieron la oportunidad de convertirnos en proveedores, inicialmente en la sección de bebés. Con el tiempo, nuestra presencia en esta se ha expandido a más departamentos. Al principio no fue fácil, pero siempre confiamos en nuestra capacidad para ofrecer algo diferente y de calidad.
Tener la iniciativa de acercarnos a ellos fue un paso clave en nuestra historia. Aunque no teníamos experiencia previa en el sector, sabíamos que nuestro producto tenía potencial. Nos reunimos con ellos con mucha confianza, compartimos nuestra visión y presentamos nuestras prendas. Nos abrieron las puertas, y lo que empezó como una pequeña colaboración fue creciendo de manera orgánica.
Hoy estamos presentes en varias de sus secciones, lo que no solo valida nuestro trabajo como proveedores confiables, sino que también nos impulsa a seguir creciendo y diversificando nuestra oferta.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?
Al ser cuñadas y compartir un mismo sueño, decidimos arriesgar nuestros ahorros familiares para darle vida a este proyecto. Sabíamos que el esfuerzo valdría la pena. Fue un paso valiente, especialmente porque ninguna de las dos tenía experiencia previa en la industria textil. Sin embargo, con dedicación y mucho trabajo, poco a poco fuimos recuperando ese capital inicial.
Durante todo el proceso, nos apoyamos mutuamente, y ese respaldo fue fundamental para superar las primeras dificultades: los tiempos de espera en los pagos, los desafíos en la producción y la incertidumbre propia de emprender. Hoy, gracias a la confianza que hemos depositado en nuestro proyecto y en nosotras mismas, seguimos creciendo y demostrando que, con esfuerzo y determinación, se pueden lograr grandes cosas.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Con nuestro emprendimiento, estamos generando empleo para mujeres, en especial para madres cabeza de familia que, como nosotras, buscan equilibrar su vida personal y profesional. A través de Lilo y Lolo, ofrecemos un espacio donde pueden generar ingresos, ser económicamente independientes y, al mismo tiempo, estar cerca de sus hijos.
Nuestro compromiso también está en la calidad: confeccionamos productos de alta calidad a precios accesibles. Esto nos permite competir con marcas más grandes sin sacrificar los estándares que nos definen. Creemos firmemente que ofrecer precios justos no solo fortalece la economía de nuestras familias, sino que también hace que nuestras prendas estén al alcance de más personas, generando un impacto positivo en la comunidad.
6. ¿Soy feliz?
Sí, somos felices. Nuestra felicidad no se basa únicamente en el éxito comercial, sino en haber logrado cumplir un propósito profundamente personal: ser mamás presentes. El crecimiento ha sido más rápido de lo que imaginábamos, y nos emociona ver la acogida que nuestros productos han tenido en el mercado.
Cada vez que vemos una prenda de Lilo y Lolo en una tienda o en manos de un cliente, sentimos un profundo orgullo. Poder estar al tanto de las necesidades de nuestros hijos mientras gestionamos un negocio que crece y se consolida es, sin duda, lo más gratificante de este camino.
Aunque el recorrido ha estado lleno de desafíos, nunca hemos perdido de vista nuestra razón principal: ser un ejemplo para nuestros hijos y, al mismo tiempo, construir algo que tenga un impacto positivo en la sociedad.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, no venderíamos nuestra empresa en este momento. Aunque hemos sido testigos del crecimiento y éxito de Lilo y Lolo en tan poco tiempo, creemos que aún tenemos mucho camino por recorrer. Esta empresa es el resultado de un sueño que hemos construido con dedicación, esfuerzo y mucha pasión. Para nosotras, no es solo un negocio, es una forma de vida, una manera de demostrar que los sueños, incluso los más difíciles, pueden hacerse realidad.
Actualmente, no tenemos ninguna intención de vender la empresa, ya que seguimos muy enfocadas en continuar desarrollándola y consolidándola. Sabemos que, en el futuro, podrían surgir nuevas oportunidades, pero por ahora, estamos completamente comprometidas con este proyecto y con el legado que estamos construyendo.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Al comenzar nuestro emprendimiento, no teníamos experiencia en el mercado textil ni en negocios, lo que hizo que el inicio fuera un gran desafío. Nos enfrentamos a lo desconocido, lo que generaba incertidumbre, pero también nos impulsó a aprender rápidamente. Tuvimos que empezar desde cero: entender la cadena de suministro, negociar con proveedores, construir nuestra marca y conectar con los clientes. Aunque al principio fue difícil y dudamos del éxito, nuestra motivación y el apoyo de nuestras familias nos mantuvo firmes. Con el tiempo, las cosas mejoraron, y aunque el camino fue arduo, la recompensa superó nuestras expectativas. Hoy, nos sentimos orgullosas de lo logrado y emocionadas por lo que está por venir.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Al comenzar, nunca imaginamos alcanzar tantas metas en tan poco tiempo. Desde conseguir nuestros primeros clientes hasta establecer nuestra marca en un almacén tan importante como Los Tres Elefantes, todo parecía un sueño lejano. El camino ha sido de sacrificio, trabajo constante y mucha fe en lo que estábamos creando. Aunque no esperábamos tanto éxito tan rápido, esto nos motiva a seguir adelante. Aunque hemos logrado mucho, sabemos que aún queda mucho por hacer. Queremos seguir creciendo, expandirnos a más tiendas y llegar a más familias con nuestros productos. Cumplir nuestros sueños es solo el inicio; lo que viene es aún más emocionante y estamos listas para los nuevos retos.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
El siguiente paso es continuar creciendo con una visión más industrial. A medida que avanzamos, hemos identificado la necesidad de más maquinaria para aumentar nuestra capacidad de producción y satisfacer la demanda. Queremos ofrecer productos de la misma calidad, pero más rápido. También nos enfocamos en ampliar nuestra presencia en más almacenes y fortalecer nuestras ventas online, aprovechando la tendencia digital para llegar a más personas. Nuestro objetivo es consolidarnos en el mercado local y expandirnos a nivel nacional, buscando nuevas alianzas con grandes cadenas y reforzando nuestras plataformas digitales. Con el esfuerzo de todo el equipo, estamos seguros de que lo lograremos.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
El crecimiento a largo plazo es nuestra prioridad, pero sabemos que debemos implementar estrategias a corto plazo para consolidarnos. Hemos desarrollado un plan de expansión con metas claras para los próximos años, lo que nos ayudará a mantenernos competitivos y anticiparnos a las necesidades del consumidor. Ya estamos invirtiendo en nuevas tecnologías y mejorando nuestros procesos de producción para ser más eficientes. Además, estamos estableciendo alianzas con proveedores y distribuidores para aumentar nuestra capacidad de respuesta ante la demanda. Con una estrategia sólida, confiamos en que lograremos un crecimiento estable y sostenible.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
Lilo y Lolo es una empresa 100% familiar, construida con los valores de cercanía, confianza y apoyo mutuo. Cada decisión que tomamos está basada en lo que hemos creado como familia, y por eso no estamos considerando vender la empresa. Aunque podrían surgir ofertas atractivas, nuestra prioridad es seguir desarrollando Lilo y Lolo como un proyecto familiar. Creemos que eso nos da una ventaja competitiva: la pasión y el compromiso con nuestro entorno cercano. La idea de vender nunca ha sido una opción, ya que para nosotras es más que un negocio, es un legado.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Al principio, tuvimos muchas dudas sobre nuestra capacidad como empresa y si estábamos tomando el camino correcto. Sin embargo, esos momentos de incertidumbre nos ayudaron a crecer y aprender más sobre nosotras y nuestro negocio. A medida que alcanzamos objetivos y superamos obstáculos, nuestra inseguridad se disipó. Ahora, confiamos plenamente en nuestra capacidad, lo que nos permite tomar decisiones más seguras y ser más valientes en nuestros proyectos. Hoy, no solo confiamos en nuestra visión, sino también en el equipo que hemos formado y en el potencial de nuestra marca.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Nuestros hijos fueron la inspiración que dio inicio a este proyecto. Siempre buscamos lo mejor para ellos, y cada prenda que creábamos estaba pensada en lo que nos gustaría ver en la ropa de nuestros niños. Nos motivó también el éxito de marcas colombianas como Baby Fresh, Off Cors y Arturo Calle Kids, que nos demostraron que es posible construir una marca exitosa desde Colombia, con productos de alta calidad y un enfoque en el bienestar infantil. Nuestro objetivo es seguir sus pasos, crecer y llegar a ser una marca reconocida no solo en Colombia, sino también en otros países, manteniendo siempre ese toque único que nos caracteriza.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
El camino del emprendimiento no ha sido fácil. A pesar de los errores cometidos, desde decisiones equivocadas en la producción hasta la gestión del crecimiento, esos fracasos nos dieron lecciones valiosas. Nos enseñaron a ser más fuertes, tomar mejores decisiones y ser resilientes. Aunque en momentos pensamos en rendirnos, ver el crecimiento de nuestro proyecto y cómo nuestros productos conectaban con las personas nos motivó a seguir. Lo que más nos impulsa es ver los avances logrados y la satisfacción de saber que estamos construyendo algo sólido y duradero.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Nuestro mayor apoyo en la industria textil ha sido Los Tres Elefantes. Ser parte de esta cadena de almacenes, conocida por su gran presencia en el mercado, nos ha dado una visibilidad que hubiera sido difícil de alcanzar en tan poco tiempo. Vender nuestros productos en sus tiendas nos ha permitido llegar a un público más amplio y validar la calidad de nuestra ropa en un mercado competitivo. Esta alianza nos ha abierto muchas puertas, tanto en ventas como en el aprendizaje sobre logística de distribución y estándares de negocio. Sin duda, ha sido clave para nuestro crecimiento y nos ha dado confianza para competir a mayor escala.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Uno de nuestros principales objetivos es dejar un legado para las futuras generaciones, especialmente para nuestros hijos. Queremos que vean en nuestro trabajo un ejemplo de perseverancia, creatividad y empoderamiento, y que el emprendimiento se perciba como una opción valiosa para generar un impacto positivo en la sociedad. Esperamos inspirar a otros a seguir sus pasiones y crear oportunidades de empleo, especialmente para mujeres y madres cabeza de familia. Al crecer, buscamos expandir nuestras operaciones y seguir generando empleo. Si nuestra historia inspira a otros a emprender, habremos cumplido uno de nuestros mayores sueños.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
Vemos el futuro con ilusión y ambición. Nos visualizamos con una fábrica más grande y procesos industriales más avanzados que nos permitan producir a mayor escala sin perder nuestra calidad. Queremos seguir creando empleo, especialmente para mamás cabeza de familia, ofreciéndoles trabajos estables y flexibles. A largo plazo, nos vemos en grandes almacenes como Arturo Calle, Éxito y otros de renombre, y con tiendas propias en varias ciudades. Nuestra visión es construir una red de distribución sólida y un reconocimiento de marca que nos permita estar en los hogares de muchas familias colombianas y, en el futuro, expandirnos internacionalmente.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
El papel más importante es el de nuestra familia, que es el corazón de la empresa. Desde el inicio, hemos contado con su apoyo incondicional en cada paso: en los momentos difíciles, en las decisiones clave y en las celebraciones. Gracias a su confianza y respaldo, hemos podido construir este proyecto desde cero. No solo nos han dado apoyo emocional y material, sino que también han sido nuestro principal motor, especialmente en los momentos más difíciles. Para nosotras, Lilo y Lolo es más que un negocio; es un proyecto familiar que refleja el amor, la solidaridad y la unidad que compartimos. Cada miembro de la familia tiene un papel crucial en nuestro éxito, y estamos profundamente agradecidas por todo su apoyo.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Lo que más nos entusiasma de nuestra experiencia es poder inspirar y ayudar a otros emprendedores, especialmente a aquellos que están comenzando. Sabemos que el camino no es fácil, pero tampoco es imposible. Si nuestra historia puede motivar a otros, estaríamos encantadas de compartirla, ya sea asesorando a madres emprendedoras o promocionando sus proyectos. Hemos aprendido que la colaboración y el apoyo mutuo son clave para el éxito. Si nuestra experiencia ayuda a otros a evitar los obstáculos que enfrentamos, habremos hecho una valiosa contribución al ecosistema emprendedor.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
El equipo es una extensión de nuestra familia. Trabajamos codo a codo y nos apoyamos mutuamente en cada paso. El hermano de Kimberly, esposo de Vanessa, ha sido clave en marketing y creación de contenido, liderando nuestra presencia en redes sociales. Además, contamos con un equipo de mujeres talentosas que nos apoyan en la confección de las prendas, muchas de las cuales ya trabajaban con nosotras antes de que Lilo y Lolo existiera. Este equipo refleja nuestra esencia como empresa: una familia unida, donde cada miembro contribuye al éxito del proyecto.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Lo que más nos enorgullece es la calidad de nuestros productos y nuestro compromiso con la accesibilidad. Desde el inicio, nuestra misión ha sido ofrecer ropa de alta calidad a precios justos. Creemos que las familias no deberían elegir entre productos caros y duraderos o baratos y de mala calidad. Trabajamos con materiales de primera y dedicamos tiempo a cada prenda para garantizar lo mejor a nuestros clientes. Además, sabemos que el costo de vida es un desafío, por lo que mantenemos precios competitivos sin sacrificar la calidad.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
Lo que hemos aprendido en estos dos años y medio es que los sueños pueden hacerse realidad, incluso cuando parecen inalcanzables. Al comenzar, nunca imaginamos llegar tan lejos ni que nuestros productos llegarían a tantas personas. Aunque enfrentamos obstáculos, el trabajo duro, la perseverancia y el amor por lo que hacemos nos han llevado hasta aquí. Al mirar atrás, entendemos que lo más importante no fue el sueño en sí, sino la acción que pusimos en él. Si te entregas con pasión y esfuerzo, los sueños se cumplen. Nuestro mensaje es claro: si trabajas por lo que deseas, algún día verás los frutos.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
