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“Imagina que tienes mil fotos en tu celular, con tus amigos, tu familia, tu mascota o ese viaje que nunca vas a olvidar, así fue como nació Imán de Recuerdos, un emprendimiento donde tomamos las fotos que más te gustan y las convertimos en imanes para que los pongas en tu nevera o en donde quieras. Es como hacer que tus mejores momentos no se queden guardados en la galería, sino que estén siempre a la vista y te saquen una sonrisa todos los días: tus recuerdos, pero en versión real."
De esta forma llegó la historia de esta idea de negocio a 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos de El Espectador. Hablamos con Nicolás Guayazán, el fundador de Imán de Recuerdos y aquí esta su historia contada para ustedes.
1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?
Tengo 34 años y estudié física en la Universidad Nacional de Colombia. Aunque mi formación académica no está directamente relacionada con el comercio electrónico, estudiar Física me brindó herramientas que hoy valoro profundamente: pensamiento lógico, capacidad de análisis y, sobre todo, una forma de ver el mundo como un conjunto de problemas complejos que pueden ser resueltos con creatividad, paciencia y método.
Un físico no solo adquiere habilidades técnicas —como programación, modelado o análisis de datos— sino que se forma como un solucionador profesional de problemas. Y eso, en el mundo del ecommerce, es una ventaja enorme, cada día es una nueva ecuación que resolver.
Mi paso por el sector financiero también me dio una perspectiva práctica sobre modelos de negocio, trabajé para una entidad bancaria como ingeniero de software y allí adquirí habilidades para la gestión de datos y operaciones, lo cual me ayudó a construir un enfoque estratégico para lanzar empresas en internet. Desde joven he sentido una pasión profunda por vender, crear ideas y hacerlas realidad.
2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?
La idea nació en enero de este año. Es un ecommerce que convierte las fotos digitales de las personas en imanes personalizados de alta calidad para la nevera. A través de nuestro sitio web, cualquier persona puede subir sus fotos favoritas y, pocos días después, recibirlas transformadas en pequeños retratos magnéticos, resistentes y duraderos, que convierten sus recuerdos más valiosos en objetos físicos con presencia en su hogar.
Lo que creé no es solo un producto decorativo, sino una experiencia emocional. En un entorno saturado de tecnología y consumo rápido, quisimos darle valor a lo que realmente importa: conservar lo que amamos, de forma visible y tangible.
3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?
Aunque es un emprendimiento reciente, tengo una trayectoria previa en ecommerce, especialmente vendiendo productos importados de China, artículos de tendencia o de uso cotidiano. Este proyecto marcó una diferencia desde el inicio al centrarse en la personalización, lo que hizo la carga logística mucho más liviana y eficiente.
La máquina que usamos para fabricar los imanes es compacta, y los insumos se importan por vía aérea, lo que representa una gran ventaja frente a la logística marítima que usaba antes, con mayores tiempos, trámites y almacenamiento. Además, al ser un producto hecho bajo pedido y no genérico, podemos trabajar con inventario optimizado y procesos más rápidos.
Toda la operación está diseñada para ser ágil, cercana al cliente y con alto control de calidad. Gracias a mi experiencia y habilidades técnicas en logística internacional, el proyecto se puso en marcha en pocas semanas.
Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.
4. ¿De dónde saqué la plata para empezar? ¿Cómo la pagué?
La inversión inicial provino de mis propios ahorros y de la reinversión de ganancias obtenidas en otros negocios digitales. Una de las ventajas de emprender tras varios años de experiencia es que puedes reducir costos, evitar errores comunes y optimizar recursos desde el principio.
Conozco bien cómo funcionan las plataformas de ecommerce, los procesos de importación, el desarrollo de tiendas y la puesta en marcha de una operación. Eso me permitió lanzar mi marca de forma muy eficiente y sin necesidad de financiación externa.
5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?
Mi emprendimiento responde a una necesidad que todos compartimos, aunque pocas veces la notamos, tomamos cientos, a veces miles de fotos con nuestros celulares, pero muchas se pierden en la nube o simplemente quedan olvidadas. Nosotros ofrecemos una forma de traer de vuelta esos momentos, darles un lugar físico y convertirlos en parte de la vida cotidiana.
Con cada imán, ayudamos a una persona a recordar a su familia, su mascota, una fecha especial o una sonrisa que no quiere perder. No vendemos solo un producto, sino una conexión emocional, logrando darle valor a los recuerdos, hacerlos permanentes, visibles y únicos. Nuestros imanes son duraderos, con gran fuerza magnética, y están hechos para perdurar en el tiempo.
6. ¿Soy feliz?
Sí, soy feliz con lo que hago. He logrado construir un negocio funcional y con propósito, donde aplico todo lo que he aprendido a lo largo de mi vida. Me levanto cada día con claridad sobre lo que quiero lograr, con metas concretas y la motivación para seguir creciendo. Ver que las personas valoran lo que ofrecemos y que el negocio avanza de forma sólida es, sin duda, una fuente de gran satisfacción.
7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?
No, esa sería para mí una forma de rendirme. Sería aceptar que otra persona tiene más potencial que yo para hacerlo crecer. Este proyecto es como un hijo, lo he visto nacer, lo he acompañado en sus primeros pasos y quiero ser yo quien lo guíe hacia su futuro. Más allá del producto, esta empresa lleva mi visión, mi historia y mi energía. No podría separarme de eso fácilmente.
8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?
Emprender fue una de las decisiones más difíciles de mi vida. Cuando di el primer paso, tenía un empleo estable y un buen cargo en un banco, lo que muchos considerarían “haberlo logrado”, pero decidí dejar esa ruta segura para lanzarme al vacío, apostar por mis ideas y dedicarme de lleno al comercio electrónico.
El mayor reto fue construir un negocio confiable desde cero y crear una marca que inspirara credibilidad en un entorno tan competitivo. Lograr que un desconocido confíe en una tienda, suba sus fotos personales y realice un pago requiere no solo un embudo de ventas sólido, sino también mucha empatía con el cliente.Este ha sido uno de los mayores desafíos, y también uno de los aprendizajes más valiosos.
9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?
Siento que estoy en camino. Mi sueño no es solo crear un producto, sino lograr que ese producto se convierta en parte de la vida cotidiana de las personas. Me gustaría que, en unos años, nuestros imanes sean un objeto común en los hogares colombianos, que las familias los tengan en su nevera y que los niños crezcan viéndolos y que se conviertan en parte de su identidad. Ese es mi gran objetivo, llegar a más personas y transformar lo que hoy parece un pequeño detalle en un símbolo de cercanía, amor y pertenencia.
10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?
En este momento estamos ampliando nuestro catálogo. Comenzamos con un solo producto: imanes cuadrados de 5x5 centímetros, pero, ante la demanda de los clientes, estamos desarrollando nuevos formatos, tamaños y estilos. Además, esperamos la llegada de una maquinaria más compacta, queremos que Imán de Recuerdos sea también una oportunidad para otros emprendedores.
La idea es ofrecer formación, herramientas y acompañamiento para que más personas puedan producir sus propios imanes desde casa. Queremos democratizar y multiplicar este modelo, llevando estos recuerdos magnéticos a más hogares, no solo como producto, sino como una oportunidad de negocio.
11. ¿Mi emprendimiento es escalable?
Sí, es un modelo de negocio altamente escalable, no solo por su bajo costo operativo y logística optimizada, sino porque nuestro producto conecta con un mercado prácticamente universal, casi todos tienen recuerdos, afectos o símbolos que desean conservar.
Nuestros imanes no solo inmortalizan fotografías familiares; también hemos creado recordatorios para baby showers, grados, matrimonios, souvenirs de viaje, logotipos empresariales, portadas de álbumes, frases inspiradoras, personajes de series y más. Esto nos abre múltiples oportunidades de venta. Gracias a las redes sociales, contamos con el canal perfecto para amplificar nuestro mensaje y hacer que este negocio llegue a cada rincón del país. Estoy convencido de que, algún día, cada hogar colombiano tendrá un recuerdo magnético que los conecte con nuestra marca.
12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?
En este momento, la marca necesita más que inversión monetaria: requiere ideas, visión y talento. Prefiero sumar personas creativas y con experiencia que aporten en estrategia, contenido, automatización y posicionamiento.La escalabilidad del proyecto no depende solo del capital, sino de optimizar procesos, aumentar visibilidad y fortalecer la marca. En el futuro, podría considerar asociarme con alguien que comparta esta visión, pero no se trata solo de ceder una parte, sino de construir algo grande con las personas adecuadas.
13. ¿Qué no volvería a hacer?
Al inicio de mi camino emprendedor cometí errores valiosos. En uno de mis primeros negocios, importé mercancía sin un estudio de mercado sólido y terminé con stock detenido cuando la tendencia se saturó.Aunque no fue una gran pérdida económica, fue un aprendizaje clave: la importancia de planificar bien el stock, estudiar la demanda real y no depender de modas pasajeras para construir negocios sostenibles.
14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?
Una de las marcas que más me ha inspirado es Print MyHeart, un emprendimiento familiar en Estados Unidos especializado en imanes personalizados. Son un referente clave para mí, porque muestran que este negocio puede crecer mucho, incluso con operaciones pequeñas y sin maquinaria industrial.
Ellos, junto a otras marcas similares, facturan más de un millón de dólares al año desde casa. Su modelo, basado en la cercanía con el cliente, la personalización y la eficiencia, demuestra que es posible vivir y escalar en este negocio.Aunque algunos dudan de la demanda, sé que existe un mercado real y grande, y esa visión es lo que me impulsa a seguir adelante.
15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?
Con Imán de Recuerdos he aprendido de la experiencia previa, donde mi primera marca fracasó por decisiones apresuradas y falta de planificación, esa lección me enseñó a construir un negocio sólido y con valor real.
Aunque hoy enfrentamos desafíos en visibilidad y crecimiento, eso me motiva a seguir adelante. La marca ha ido ganando reconocimiento, participando en ferias y recibiendo atención de medios como El Espectador. Estoy convencido de que vamos por buen camino y no pienso abandonar este proyecto.
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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?
Además de contar con un círculo cercano de amigos emprendedores digitales en nichos como la perfumería, el arte y otros productos, lidero una comunidad activa de más de 50 estudiantes a quienes capacito personalmente.
Diseñé un curso dividido en seis módulos donde enseño desde cero cómo construir un negocio online, abarcando ecommerce, publicidad digital, logística internacional y más. Esta comunidad no solo me permite compartir conocimientos, sino también aprender, probar nuevas ideas y acompañar a otros en sus propios caminos como emprendedores.
17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?
Sí, tanto el modelo de negocio como el producto están diseñados para trascender. Nuestro modelo puede ser replicado por emprendedores en todo el país, y nuestros imanes están hechos para durar, no solo capturan momentos, sino que los preservan en el tiempo.
En una era donde todo está en la nube o en el celular, y puede perderse con un clic, ofrecemos una forma tangible de recordar. Incluso si un día pierdes acceso a tus archivos digitales, esos recuerdos seguirán ahí, en la nevera de tu casa. Es un producto que puede pasar de generación en generación, con un valor emocional que crece con el tiempo.
18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?
En 10 años me veo liderando Imán de Recuerdos como una marca reconocida a nivel nacional, y quizás también regional. Quiero que nuestros imanes se conviertan en un símbolo de identidad cultural, presentes en los hogares colombianos como recuerdos que conectan con lo que amamos y no queremos olvidar.Mi visión es construir una marca hecha en Colombia que represente cercanía, calidad y autenticidad.
19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?
Mi familia y mi pareja han sido parte fundamental de este camino. Recuerdo la primera venta como si fuera ayer: yo imprimí los imanes, mi novia los cortó y mi mamá los empacó. Aunque hoy el proceso es más eficiente, ese momento marcó el inicio de algo compartido.
Este proyecto no es solo mío, es de todos los que creen en él. Hasta hoy, mis padres y mi pareja han estado presentes en cada etapa, aportando tiempo, apoyo emocional y un compromiso profundo con el crecimiento del negocio.
20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?
Somos un equipo pequeño: mi familia, mi pareja y yo. Desde casa, trabajamos con compromiso, cuidado y una conexión real por lo que hacemos. Imán de Recuerdos nació de unir visión estratégica, intuición comercial y amor por los detalles. No solo vendemos productos: creamos experiencias que conectan emocionalmente.
Ahora, también ayudamos a otros a emprender. Importamos maquinaria y ofrecemos capacitación y acompañamiento para que más personas puedan generar ingresos desde casa, replicando este modelo.Creemos en un emprendimiento con propósito, humano y transformador.
21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?
Mi equipo es mi núcleo más cercano: mi familia y mi pareja. Aunque somos pocos, trabajamos con una conexión muy fuerte y un compromiso compartido. Cada uno aporta algo esencial al proceso: desde la fabricación hasta la entrega final, pasando por la atención al cliente, el embalaje y la revisión de calidad.
No tenemos una gran oficina ni una nómina extensa, pero sí una gran motivación. Todos creemos en el propósito del proyecto y trabajamos con dedicación para que cada pedido cumpla con los más altos estándares.Lo que nos falta en número, lo compensamos con convicción, coordinación y amor por lo que hacemos.
El equipo está conformado por tres personas: Nicolás Guayazán, encargado de la estrategia de marketing, el sitio web y la logística internacional de insumos; Celene Salinas, responsable de la producción de los imanes, desde la impresión hasta el empaque; y Nohemy Palacios, quien lidera la logística de entregas a nivel nacional y la atención al cliente. Cada uno aporta un rol fundamental que ha permitido que el emprendimiento crezca de forma sostenible, ágil y cercana.
22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?
Mi sello personal es la combinación entre visión estratégica, capacidad técnica y sensibilidad comercial. Gracias a mi formación como físico, abordo los negocios como sistemas: analizo datos, diseño procesos eficientes y resuelvo problemas complejos con agilidad.
Al mismo tiempo, cuento con una fuerte intuición comercial, desarrollada desde muy joven, que me permite detectar oportunidades, comprender al cliente y conectar con sus necesidades reales. Lo que me diferencia es que no busco vender por vender. Mi objetivo es crear marcas con alma, negocios que funcionen técnicamente, pero que también generen valor emocional. En un entorno tan masivo y automatizado como el e-commerce, eso marca la diferencia.
23. ¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido que emprender va más allá de tener una buena idea: implica constancia, adaptación y mejora continua. No se trata de esperar el momento perfecto, sino de empezar con lo que se tiene. También comprendí que la confianza del cliente es el mayor activo de un negocio; construirla requiere tiempo y dedicación, pero puede perderse rápidamente. Cuando un emprendimiento refleja tu manera de pensar y vivir, se transforma en algo más que un trabajo: se vuelve parte de ti.
Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻💻 🤓📚
