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La ingeniera que creó una cava digital para disfrutar de licores exquisitos

Esta plataforma le permite a sus consumidores llevar destilados, vinos, cervezas y cócteles en el celular. ¿Cómo funciona?

Tatiana Gómez Fuentes
09 de agosto de 2023 - 08:00 p. m.
Ella es María Camila Paredes Molina, la fundadora de Clubbin.
Ella es María Camila Paredes Molina, la fundadora de Clubbin.
Foto: Cortesía Clubbin

“Clubbin es una aplicación que te permite llevar tus botellas en el celular para tomártelas en los mejores sitios sin pagar descorche. ¿Cómo funciona? Es muy fácil, dependiendo del volumen de la botella que compres tienes un número de tragos en tu app, cada trago es un código QR que vas a escanear en los mejores sitios de la ciudad para disfrutar de estas bebidas.

Puedes tomarte dos tragos de tu botella en un almuerzo de trabajo, la siguiente semana tomarte 5 en una cena de cumpleaños y en unos meses tomarte los que te restan en una fiesta en el mejor rooftop de la ciudad. Tus tragos no tienen fecha de caducidad y puedes enviar tragos por WhatsApp a quien quieras. Este modelo funciona igual con nuestros barriles de cerveza y cócteles. Es muy chévere porque puedes ver el perfil de cada sitio con fotos y videos, ubicación en el mapa, horarios, todo. Entonces, si no sabes a dónde ir o siempre frecuentas los mismos lugares, puedes entrar a Clubbin y descubrir nuevas opciones”. Así llegó a 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos la historia de esta idea de negocio tecnológico. Hablamos con María Camila Paredes, su fundadora y esto fue lo que nos contó.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Mi nombre es María Camila Paredes Molina, Tengo 32 años, soy fundadora y CEO de Clubbin y estudié Ingeniería Industrial.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Esta idea nació en el año 2019 antes de la pandemia. Estaba durmiendo y me desperté a las 3:00 a. m. con el proyecto en la cabeza. Mi idea de negocio se llama Clubbin, es una cava digital que te permite llevar tus botellas y tragos de destilados, vinos, cervezas y cócteles en el celular y no pagar descorche, además de poder enviarle estas bebidas a tus amigos o a quien quieras vía WhatsApp.

También contamos con promociones en los mejores sitios en formato de combo, tenemos el menú digital de los sitios con descuento, entre otros servicios.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Lo primero que hice fue bajar mi idea de la cabeza y estructurarla en una presentación, después, empecé a contársela a la mayor cantidad de personas posibles para saber qué opinaban, a dueños de restaurantes y bares para determinar su impacto en el mercado. Una vez validé el concepto, empecé a pintar la aplicación en paint porque no era buena en diseño y no manejaba ningún programa. Tracé números y escribí un documento con una proyección básica de cómo se comportarían los números en tres escenarios, uno positivo, otro normal y otro pesimista.

Coticé desarrolladores con la presentación, los números y le puse un precio a mi empresa para levantar inversión. Le conté mi idea a una persona que entendía de negocios y le apasionaba el tema tecnológico y decidió invertir en Clubbin los primeros 100 millones de pesos y así se convirtió en mi socio. A partir de ahí empezamos a desarrollar la plataforma y mientras afinábamos la presentación a inversionistas, le presenté a muchas personas y logré levantar el capital necesario para el desarrollo del producto mínimo viable para lograr salir al mercado.

Mi determinación de hacerla realidad fue inmediata y nunca pensé en abandonar, aunque las cosas se hayan puesto muy difíciles, especialmente en la pandemia.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Yo no tenía nada de dinero cuando inicié, mi padre había fallecido y tuvimos problemas económicos después de su partida. Lo que ganaba en mi trabajo era lo mínimo para vivir, no tenía ahorros ni nada propio. Mi idea correctamente estructurada me dio el dinero para vivir 2 años mientras desarrollaba la plataforma y salía al mercado.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Muchas cosas:

1. Modificar un hábito de consumo que ayuda a las 3 partes de mi mercado; al consumidor final dándole la libertad de llevar sus botellas o tragos en el celular y tomarlos cuando y donde quiera sin pagar descorche. Puedes tomarte 3 tragos e irte a tu casa y el resto de tragos siguen en tu celular para tu próxima salida.

2. Poder enviarle un cóctel o una cerveza digital a esa persona con la que tienes una reunión, pero vas 5 minutos tarde, es chévere.

3. Ayudar a los establecimientos a aumentar la rotación de botellas y tragos sin tener que vender la botella completa necesariamente.

4. Atraer y fidelizar clientes, además de la posibilidad de brindar una experiencia innovadora.

5. Apoyar a las licoreras siendo un canal de venta digital masivo que les permite llegar a muchas más personas de manera responsable.

6. ¿Soy feliz?

Sí, Clubbin me ha hecho crecer como persona, han sido muchos los retos, pero también muchos los logros, es un ensayo y error continuo, es un aprendizaje continuo, con aciertos inmediatos pero también con reprocesos. Mi emprendimiento ha sido una gran lección de humildad, pero también de que sí se puede. No ha sido un proceso feliz ni de cuento de hadas, más bien algo muy parecido a todo lo contrario, pero sí ha sido un proceso satisfactorio y de mucho crecimiento que me ha permitido generar valor a muchas personas y empleo a unas otras cuantas y eso me hace feliz.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

Sí. Si hay una muy buena oferta con la que los socios nos sintamos cómodos en algún momento, lo haríamos.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Ha sido duro. El emprendimiento tecnológico es especialmente difícil, más aún cuando estás creando algo que no existe, desde cero, sin capital en el inicio. En tecnología cuando escribes una línea de código se mueven 3 que ya estaban bien, pero sin duda para mí lo más difícil ha sido encontrar y gestionar el talento. Manejar gente no es tan fácil.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Estoy cumpliendo mi sueño, lo estoy viviendo, lo estoy trabajando y lo seguiré viviendo mientras lo trabajo y lo sigo construyendo, me saboreo el proceso con lo amargo y lo dulce. Yo ya me siento exitosa con mucho por crecer y aprender. Estamos en la etapa de dar a conocer el modelo de Clubbin porque trae mucho valor a todo el que quiera salir a tomarse algo y a los gastrobares, discotecas y empresarios de eventos.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Dar a conocer a Clubbin a mucha gente, vender mucho y posicionarnos fuertemente a nivel nacional e internacional.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

¡Muy! Somos altamente escalables, esa es la ventaja que nos da ser tecnológicos. En 9 meses logramos estar operando en 3 ciudades.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Ya lo hice y me ha ido bien.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Pensar que todo es para ya. Los primeros desarrolladores que contraté me dijeron que la plataforma estaría lista en tres meses, yo le puse seis, y desarrollar el mínimo producto viable tomó año y medio trabajando en desarrollo todos los días. Todo es un proceso y por más que se planee muy bien, a menudo hay unas cuantas cosas que no puedes calcular y que toman tiempo, procesos y plata. Uno primero gatea, después camina y luego corre. En este tipo de empresas, tanto fundadores como inversionistas, y la mayoría de la gente alrededor del emprendedor, suele creer y pensar que todo es inmediato. Hay que respetar los procesos naturales del emprendimiento.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Me inspiré siempre en Kevin Systrom y Mike Krieger, los creadores de Instagram. La historia de ellos me encanta. En 2010, Systrom comenzó a trabajar en una aplicación de geolocalización llamada Burbn, que permitía a los usuarios hacer check-ins y compartir fotos de lugares que visitaban. Burbn resultó ser una aplicación demasiado compleja y llena de características.

Systrom y Krieger decidieron simplificar la aplicación y centrarse en la función de compartir fotos. Rediseñaron la interfaz y la renombraron como Instagram, el enfoque en la simplicidad y la facilidad de uso resultó ser un gran éxito. A medida que ganó popularidad, Instagram atrajo la atención de inversores y grandes empresas de tecnología.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

No, para mí no existe el fracaso y desde el principio traté de entender la magnitud de lo que estaba empezando, por lo tanto, tenía algo de noción de los retos que se me podían presentar. Pienso mucho en los procesos naturales del emprendimiento y soy consciente de que no es fácil, entre más realista uno sea menos frustrado, puede que uno se sienta porque en este tipo de emprendimientos se debería normalizar, errar y los tiempos planeados se deberían extender siempre más de lo que dice el plan. Así entonces se podría reducir en algo el riesgo de darse por vencido. Si uno planta una semilla de un árbol que uno sabe que da fruto en 1 año, no se rinde porque no dio frutos a los 2 meses de plantada la semilla.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Sí, me uno a las charlas del club de líderes de Rockstart. Me ha servido mucho intercambiar experiencias con otros founders.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Sí, creé una nueva categoría de producto que no existía. Una nueva categoría de producto es una nueva forma de hacer algo que siempre se ha hecho, por ejemplo, Uber creó una nueva forma de hacer “carreras de taxi”, digo taxi porque en ese momento no existía el término Uber ni en la mente de los usuarios otra forma posible de hacerlo, es lo mismo con los tragos digitales.

Crear nuevas categorías es tan retador como trascendente, definitivamente las nuevas generaciones son cada vez más libres y más digitalizadas. Las botellas y los tragos que compartimos entre amigos celebrando la vida no se iban a quedar atrás.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Me veo posicionando este producto tan innovador y a la vez tan sencillo en muchos países del mundo. Veo a Clubbin como una de esas apps que uno integra como normal y como parte de nuestras vidas.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Aunque todos pensaron que estaba loca y recibí de alguna amiga la frase de “por qué no trabajas en un empleo de verdad”, definitivamente sé que las oraciones de mi mamá me han ayudado siempre. Ella y sus oraciones han tenido mucho que ver con todo lo bueno que ha pasado, y dos buenos amigos trajeron inversionistas en una etapa muy temprana y otros dos invirtieron, así que su aporte ha sido muy valioso.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

SÍ, a mí me ha ayudado mucha gente, Dios ha usado a muchas personas para tenderme la mano. Dar un contacto o una recomendación, ayuda siempre.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

En este momento tenemos un equipo de aproximadamente 30 personas y todos desempeñan roles importantes. En el equipo fundador estamos Mario Galán y yo. Mario es un consultor de negocios que ha trabajado con grandes marcas a nivel global como Coca Cola, Kellogs y Colgate, dirigió el área de mercadeo de no gasificados de Postobón por 5 años y es un apasionado tecnológico que desempeñó el papel fundamental de ser la primera persona que creyó en mí y en mi proyecto, es mi consejero, mi partner y cabeza del área de desarrollo de producto en la empresa.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Soy una mujer joven liderando un proyecto tecnológico altamente escalable y lo que más me caracteriza es que no me sé rendir.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

Que no hay que darle muchas vueltas a las cosas, uno debe lanzarse con lo que tiene, todo lo necesario va apareciendo en el proceso. Empieza ya, asegúrate de que sea algo posiblemente viable, cuenta tus ideas, nadie te las va a robar. Yo tenía menos de 100 dólares en la cuenta cuando empecé. Que tal que me hubiera puesto a pensar en los cientos de millones que iba a necesitar solo para empezar… Hay que lanzarse que en el camino va apareciendo lo que vamos necesitando. Y si alguien les dice como a mí que están locos por tener una idea muy grande, por favor siga que si se puede y no se preocupe mucho por el cómo, ya que Dios o el universo o la vida tienen formas infinitas de proveerte para que esa locura se haga posible y después puedas tender una mano a los que te llamaron loco y a mucha gente más.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

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