Publicidad

La marca colombiana que transforma fotos en recuerdos tangibles

Ofrecen productos como lámparas, cuadros decorados con flores secas, marcos exclusivos e ilustraciones digitales, entre otros.

Sigue a El Espectador en Discover: los temas que te gustan, directo y al instante.
Tatiana Gómez Fuentes
09 de julio de 2025 - 03:30 p. m.
Ella es Sofía Rodríguez, la emprendedora detrás de Brillón.
Ella es Sofía Rodríguez, la emprendedora detrás de Brillón.
Foto: Brillón
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

“En Brillón nos dedicamos a crear regalos que llegan al corazón. Todo empezó con una idea que fue personalizar lámparas a partir de una foto, y desde ahí no hemos parado de crear. Hoy tenemos un catálogo con diferentes opciones donde 13 personas trabajan día a día para que cada detalle cuente, desde diseñadores que ejecutan procesos de forma virtual hasta un equipo en oficina encargado de ventas, administración, marketing y empaque. Nuestro propósito es uno solo: ayudar a demostrar amor de una forma creativa, auténtica y que se sienta real."

Aquí está la historia de Sofía Rodríguez, la emprendedora colombiana detrás Brillón. Hablamos con ella en 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos, y aquí está su historia.

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

25 años, Arquitectura.

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

Mi idea nació cuando estaba en cuarto semestre de la carrera, en 2020, justo antes de que comenzara la pandemia. En ese momento sentí la necesidad de transformar las fotos en algo más que recuerdos estáticos; quería convertirlas en objetos que transmitieran emociones. Así fue como surgió la idea de vectorizar fotos y convertirlas en lámparas personalizadas. El primer producto de Brillón fue precisamente eso: una lámpara que plasmaba una imagen muy especial para alguien, transformada en líneas y luz.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Soy una persona muy inquieta y, cuando tengo una idea, no me quedo solo en pensarla, busco cómo hacerla posible. Empecé investigando todo por mi cuenta, cómo se vectorizaban imágenes, qué materiales se necesitaban, cómo funcionaban los cortes láser y cómo importar las bases. Recuerdo que compré un curso en Domestika por menos de cinco dólares para aprender a vectorizar, y desde ahí no paré. Empecé a hacer pruebas, a equivocarme, a mejorar, y poco a poco fui construyendo Brillón desde cero, mientras aún estudiaba.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para empezar? ¿Cómo la pagué?

Brillón nació con una inversión muy pequeña. Junto a mi novio, que en ese momento también decidió apostarle a la idea, pusimos alrededor de $250.000 cada uno, es decir, menos de medio millón de pesos en total. Con eso compramos los primeros materiales y empezamos a producir las primeras lámparas. Desde entonces, el negocio se ha financiado y ha crecido de forma orgánica, reinvirtiendo todo lo que generábamos.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

A lo largo de estos cinco años, Brillón ha evolucionado de ser solo un producto bonito a convertirse en una marca con un propósito real. Ya no solo hacemos regalos personalizados, sino que creamos herramientas para expresar amor. Esa ha sido nuestra transformación más poderosa, entender que lo que hacemos tiene un valor emocional muy profundo para las personas. Por eso cuidamos cada detalle (el diseño, el empaque, la experiencia), porque todo habla de amor. Brillón está logrando posicionarse como esa marca que acompaña a las personas en sus momentos más importantes.

6. ¿Soy feliz?

Sí, profundamente. Pero no solo por lo que he logrado, sino porque siento que mi trabajo está alineado con mi propósito de vida. Hace dos años viví un proceso muy bonito de reconexión espiritual que me hizo entender que no vine a este mundo solo a “hacer empresa”, sino a entregar amor a través de lo que creo. Y eso me hace feliz todos los días, incluso en los momentos difíciles. Me encanta aprender, me encanta crear, y me encanta saber que, con lo que hacemos, tocamos la vida de muchas personas.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

En este momento, no. Siento que Brillón todavía tiene muchísimo camino por recorrer y muchos sueños por construir. Sin embargo, también entiendo que la vida da muchas vueltas, así que no descarto nada a futuro, siempre que se alinee con mis valores. Por ahora, lo veo como mi proyecto de vida, uno que aún tiene muchísimo por crecer y evolucionar.

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Fue muy duro, honestamente. Empecé mientras estudiaba una carrera tan exigente como arquitectura, y fue un reto enorme balancear todo. Muchas veces dormía poco, estudiaba de madrugada y trabajaba durante el día. Me sentí sobrepasada en muchos momentos. Pero también fue un entrenamiento de resistencia, creatividad y pasión. Hoy miro atrás y no me explico cómo lo logré, pero sé que valió la pena cada sacrificio.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Siento que estoy viviendo uno de los sueños que imaginé hace años. Me despierto feliz, tengo calidad de vida, estoy rodeada de personas que amo, y trabajo en algo que me apasiona. Pero también tengo nuevos sueños, porque así soy: siempre estoy pensando en lo que sigue. No me hace falta nada para ser feliz, pero sí quiero seguir creciendo, seguir creando y seguir aprendiendo.

10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Ahora viene una etapa de expansión y conexión profunda con nuestro propósito. Queremos seguir creando productos, pero también espacios y experiencias donde se pueda demostrar amor: talleres, ceremonias, momentos significativos. Además, estamos trabajando para abrir un punto de venta físico en Bogotá. Ya tenemos nuestro showroom, pero queremos llegar a más personas. También estamos fortaleciendo nuestra línea empresarial, con marcas como Ecopetrol, Avianca, Bancolombia, Frisby, Microsoft y muchas más que han confiado en nosotros.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Sí, es completamente escalable. No solo por la venta de productos personalizados, sino también por toda la línea B2B que estamos desarrollando. Las empresas necesitan conectar emocionalmente con sus clientes y colaboradores, y eso es justamente lo que ofrecemos. Hemos demostrado que podemos manejar grandes volúmenes sin perder calidad ni esencia, lo cual nos permite soñar en grande.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Estoy abierta a las oportunidades. Si llega alguien que comparte nuestros valores y ve el potencial de Brillón para seguir creciendo, estoy dispuesta a conversar. Creo que las alianzas, cuando son genuinas y estratégicas, pueden llevar los proyectos a niveles más altos. Eso sí, siempre cuidando que no se pierda la esencia ni el propósito.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

Quizás no volvería a tomar decisiones apresuradas. Al inicio, actuaba mucho por intuición, lo cual tiene su valor, pero también he aprendido que es importante consultar, rodearme de gente con más experiencia y tomarme el tiempo para pensar estratégicamente. También he aprendido a manejar mejor mi liderazgo: a cuidar mis palabras, a no entregar confianza a ciegas y a entender que liderar no es solo dar instrucciones, sino también inspirar y sostener procesos.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Admiro profundamente a las personas integrales: aquellas que logran ser buenos líderes, buenos padres, buenos amigos y, además, emprendedores exitosos. En especial, admiro mucho a Hugo Saavedra, fundador de Buen Vivir. Me inspira su visión de vida, su coherencia, su espiritualidad y su compromiso con hacer las cosas bien, no solo en lo laboral, sino también en lo humano.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

He tenido muchos momentos difíciles, decisiones que no salieron como esperaba y aprendizajes dolorosos. Pero nunca me he sentido fracasada. Siempre he creído que cada error me ha enseñado algo valioso. Y sí, he pensado en renunciar varias veces, como cualquier emprendedora que se siente agotada. Pero cuando conecto con mi propósito, entiendo que eso siempre será más grande que cualquier cansancio.

Visite la sección de Emprendimiento y liderazgo de El Espectador

16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Sí, completamente. Aunque no formo parte de una comunidad estructurada o formal, sí tengo una red muy valiosa de amigos empresarios que han recorrido caminos similares. Es una comunidad que he construido con los años, en la que todos nos apoyamos, nos damos consejos, compartimos experiencias y nos impulsamos mutuamente. Para mí, esa red de cercanía y confianza ha sido fundamental, porque me permite resolver dudas, desahogarme cuando algo no sale bien y aprender desde la experiencia de los demás. En realidad, se ha convertido en un espacio de inspiración constante.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Definitivamente sí. Lo que hacemos no se queda solo en el producto, sino en lo que ese producto representa: amor, conexión, emoción. Hace poco lanzamos un taller y fue muy emocionante ver a personas llorar de gratitud al crear algo con tanto significado. Cuando logramos que alguien sienta, recuerde y ame a través de lo que hacemos, entendemos que esto va mucho más allá de lo comercial. Las ceremonias que estamos planeando en Casa Brillón son una muestra de eso: queremos dejar huella en los corazones. El amor, cuando se expresa con verdad, trasciende generaciones.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

En 10 años me veo viviendo una vida muy balanceada, con hijos, casada, y con una rutina que me permita disfrutar tanto de mi familia como de mi propósito profesional. Veo a Brillón mucho más grande y estructurado, pero sin perder su esencia.

Lo imagino revolucionando la forma en que las personas regalan, con nuevas líneas de productos y servicios que sigan cumpliendo nuestra misión de ayudar a demostrar amor. También me visualizo expandiéndonos internacionalmente, llevando nuestras ideas a otros países, pero siempre conservando el amor con el que fueron creadas.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Han sido un pilar fundamental. En especial, mi pareja y su familia me han acompañado con una entrega y un amor increíbles. Me han sostenido emocionalmente en los momentos difíciles y han creído en mí incluso cuando yo dudaba.

Mis amigos también son parte clave de mi historia; son mi red más cercana, con quienes me desahogo, celebro y comparto todo lo que pasa en Brillón. No podría hacer esto sola. Mi equipo, mi familia y mis amigos han sido parte de cada paso, de cada logro y de cada idea loca que se ha hecho realidad.

20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Siento que he logrado muchas cosas, pero aún hay mucho por recorrer. Sin embargo, tengo muy claro que parte de lo que me llena es ayudar a otros a que también lo logren. Me encanta compartir lo que he aprendido y por eso doy mentorías personalizadas a emprendedores. Creo firmemente que el conocimiento es universal y que vinimos a este mundo a servir. Nada me hace más feliz que ver cómo otros emprendedores despegan, superan miedos y sacan adelante ideas hermosas. Si puedo ser parte de eso, siempre lo haré.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Mi equipo lo es todo. Son quienes le dan vida a la marca día a día. Para mí, liderar va mucho más allá de asignar tareas; es inspirar, acompañar, motivar y estar presente. Creo profundamente en el poder de la comunicación, la coherencia y la motivación constante. Nada de lo que hemos logrado hubiera sido posible sin el equipo humano que ha pasado por aquí, los que están hoy, los que ya no están y los que vendrán. Todos han aportado algo invaluable, ese es el resultado de un esfuerzo colectivo que valoro profundamente.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

La autenticidad y el desarrollo personal que he cultivado. Me interesa profundamente conectar con las personas desde lo humano, desde el alma. No busco aparentar ni mostrar lo que se espera, sino expresar lo que realmente siento y pienso. Eso me permite conectar genuinamente con mi equipo, con mis clientes y con la comunidad que nos sigue. Soy muy honesta emocionalmente y creo que eso se traduce en cada cosa que hacemos: en los mensajes que compartimos, en el empaque, en los diseños... todo está impregnado de alma.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

He aprendido demasiado, tanto que a veces las palabras se quedan cortas. Emprender te enseña a liderar, a crear, a soltar el control, a confiar, pero, sobre todo, te enseña a ser resiliente. Hay meses buenos y meses retadores, errores humanos, situaciones que te sacan del plan, sin embargo, he aprendido a no tomarme nada personal.

Aprendí a no dejar que los errores me desenfoquen o me llenen de rabia. Hoy sé que todo se puede solucionar, y esa es quizá la lección más grande que me ha dejado este camino, respirar, aprender, soltar y solucionar.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚

Tatiana Gómez Fuentes

Por Tatiana Gómez Fuentes

Comunicadora Social - periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga, con maestría en gestión y dirección comercial con énfasis en comunicación, publicidad y ecommerce de la Universidad Complutense de Madrid.@tagy_petustgomez@elespectador.com
Conoce más

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscríbete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.