La pareja que creó una marca de ropa que se traduce en una experiencia empresarial

“En Serranía creamos colecciones de ropa para marcas que no venden ropa. Diseñamos, producimos, actualizamos su inventario, les damos garantía por un año en las prendas y les diseñamos sus nuevas colecciones. Nuestros clientes venden estas colecciones en sus puntos de venta de alimentos, tecnología, vehículos, mascotas, entre otros. Somos una opción para generar nuevos ingresos sin necesidad de tener los dolores de cabeza que implica la producción textil. Nosotros les ponemos el producto listo para vender, hasta con diseño de packaging, les actualizamos las colecciones y ellos simplemente nos avisan cuando sus inventarios van bajando.

“En Serranía creamos colecciones de ropa para marcas que no venden ropa. Diseñamos, producimos, actualizamos su inventario, les damos garantía por un año en las prendas y les diseñamos sus nuevas colecciones. Nuestros clientes venden estas colecciones en sus puntos de venta de alimentos, tecnología, vehículos, mascotas, entre otros. Somos una opción para generar nuevos ingresos sin necesidad de tener los dolores de cabeza que implica la producción textil. Nosotros les ponemos el producto listo para vender, hasta con diseño de packaging, les actualizamos las colecciones y ellos simplemente nos avisan cuando sus inventarios van bajando.

Hasta la fecha hemos producido prendas para marcas como Toyota, Amarilo, Rappi, Postobón, Amor Perfecto, BBVA, Hilton, entre otras”, estas son las palabras de Andrés Vargas, uno de los fundadores de una marca de moda que más que vender tiene como propósito crear experiencias y ser una opción rápida y eficaz para empresas de todos los sectores. Así que, para que él mismo cuente la historia, Vargas pasó por 23 preguntas para emprendedores y sus emprendimientos y esto fue lo que nos contó:

1. ¿Cuántos años tengo? ¿Qué estudié?

Andrés Vargas, 43 años, Administración de Empresas

Diana Rodriguez, 40 años, Administración de Empresas

2. ¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué fue lo que creé?

En 2021 empezamos a venderle buzos personalizados a empresas. Hoy trabajamos creando colecciones completas para marcas que no venden ropa, pero que a través de nuestra propuesta de valor pueden contar con colecciones completas de buzos tanto para uso interno como para vender en sus tiendas de retail. Nos hemos convertido en un aliado que les diseña, produce, hace re-stock de sus tiendas, da garantía y rediseña sus futuras colecciones. En otras palabras, hemos logrado que marcas que no venden ropa la vendan, sin tener que preocuparse por ninguna de las complicadas fases del proceso de creación, producción, garantía y diseño. Es como si alguien quiere vender comida en un restaurante, nosotros le llevamos todo listo para servirle a sus clientes, y además, con un margen interesante para sus negocios.

3. ¿Cómo logré hacerla realidad y llevarla a los hechos?

Después de haber tenido una empresa que quebró con la llegada de la pandemia, usamos los últimos 14 millones de pesos que teníamos de ahorro familiar y empezamos a vender productos por internet. El primer año generamos ingresos por 600 millones, el segundo por 1.400 millones y el tercero (2022) por 2.050 millones. Este crecimiento nos ha permitido financiar en parte nuestra operación, aunque también fue fundamental pignorar nuestro vehículo y vender algunas posesiones personales para poder crear nuestra operación. Por ejemplo, al inicio vendimos los muebles de la sala y la convertimos en una bodega de producto.

Si está buscando más historias de emprendimientos, sus creadores y creadoras están aquí, en Emprendimiento y liderazgo de El Espectador.

4. ¿De dónde saqué la plata para ponerla a andar y cómo la pagué?

Usamos nuestros últimos ahorros familiares, solicitamos préstamos de libre inversión al banco y sacamos un préstamo sobre el 100 % del valor de nuestro carro. Lo apostamos todo.

5. ¿Qué estoy logrando con mi emprendimiento? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Lo más interesante es que estamos creando una cultura de alto desempeño. Nuestra filosofía es que somos jugadores tipo A creando experiencias para nuestros clientes. Las personas que quieren trabajar en Serranía deben interiorizar una cultura de comportamientos basados en la calidad del trabajo personal, la proactividad, la auto-gestión, el orden y la comunicación asertiva. Establecer estos valores como los principales de nuestra cultura nos está permitiendo crear un equipo de alto desempeño que cada vez consigue mejores resultados. Solo los que realmente viven estos valores pueden hacer parte de nuestro equipo. No solo cambiamos nuestras vidas sino la de las personas que hacen parte de nuestro equipo.

Nuestra cultura es el motor para lograr nuestras metas de ventas, producción, diseño, entre otras.

6. ¿Soy feliz?

Somos más felices que nunca. Hemos encontrado un propósito y una misión. No ha sido fácil, hemos trabajado casi hasta el desmayo, pero todo ha valido la pena.

7. ¿Vendería mi emprendimiento, mi empresa?

No estamos interesados en vender nuestra empresa en el momento.¿Qué haríamos todos los días al levantarnos?

8. ¿Qué tan duro fue para mí emprender?

Emprender es una tarea muy ardua. En nuestro caso nos tomó más de cinco emprendimientos fallidos y 15 años llegar a tener el éxito que estamos teniendo hoy. La realidad es que emprender exige muchos sacrificios, mucha energía, un gran manejo de todo tipo de emociones, mucha inteligencia emocional, conocimiento financiero, de marketing, liderazgo, entre otras. No es fácil y no es para todos. Sin embargo, la buena noticia es que hoy es más fácil que nunca aprender todas estas habilidades, y lo será cada vez más con el apoyo de la inteligencia artificial. Así que si alguien quiere emprender, solo debe tener una visión clara y estar dispuesto a pagar el precio de los sacrificios que toca realizar. Se puede si uno realmente quiere.

9. ¿Cumplí mi sueño? ¿Qué me hace falta?

Apenas es el inicio del sueño. Lo bueno es que hoy tenemos claridad, esta impulsa a cualquier emprendedor exitoso. Saber hacia dónde se quiere ir es fundamental, de ahí se desprende todo lo demás. El sueño aún es grande y nuestro trabajo es levantarnos cada día a construirlo. Hay líneas de producto que queremos crear, estamos preparándonos para exportar.

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10. ¿Y ahora qué? ¿Qué sigue?

Estamos fortaleciendo nuestro modelo para que cualquier marca que no venda ropa, pueda venderla en sus locales como una nueva unidad de negocio. Por ejemplo, los concesionarios de carros, heladerías, veterinarias, entre muchas otras, son negocios que normalmente no venden ropa. Sin embargo, gracias a nuestro modelo, muchos de ellos están creando nuevas líneas de ropa basadas en hoodies para generar nuevos ingresos y llevar su marca a otra nueva dimensión de mercado.

11. ¿Mi emprendimiento es escalable?

Todos los procesos de lo que hacemos son delegables. Esto hace que nuestro modelo sea tan escalable a nivel nacional e internacional como queramos llevarlo. Por ahora vamos paso a paso y con mucha paciencia haciendo la tarea.

12. Para crecer, ¿recibiría inversión de un desconocido? ¿Le cedería parte de mi empresa?

Si encontramos un inversionista que además de dinero pueda aportar experiencia y contactos, nos interesaría tener esa conversación. En este momento no es una prioridad pero no estamos cerrados a la idea.

13. ¿Qué no volvería a hacer?

No volveríamos a trabajar con jugadores que no sean tipo A. Estamos haciendo el esfuerzo de pagar mejores salarios para atraer mejores talentos. Tampoco volvería a trabajar en negocios de nichos pequeños. Ese modelo funciona en USA y Europa, pero en Colombia es más fácil crecer un negocio si se llega a mercados masivos.

14. ¿Quién me inspiró? ¿A quién me gustaría seguir?

Aunque he estudiado las biografías de algunos de los grandes empresarios de la historia, los que más me inspiran son los empresarios locales. Estamos inundados de historias de éxito de Estados Unidos, pero la realidad es que hacer negocios en Colombia es completamente diferente. Los empresarios Colombianos son de admirar pues acá las condiciones han sido adversas durante mucho tiempo. En mi opinión, y sin demeritar, salir adelante en países desarrollados no es tan difícil como construir una empresa exitosa en Colombia. Por eso son ellos a los que más admiro.

15. ¿Fracasé en algún momento? ¿Pensé en tirar la toalla?

Muchas veces. Más de cinco empresas formales que hoy ya no existen y decenas de intentos de llevar una idea a ser una empresa. 15 años de intentarlo hasta que logramos crear algo realmente valioso que está en proceso de crecimiento.

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16. ¿Hago parte de algún tipo de comunidad que me ayuda en este camino de emprender?

Diría que los emprendedores colombianos, aunque no somos una comunidad formal, tenemos mucho de que hablar cuando nos conocemos. Cada vez que conozco a alguien que es empresario o emprendedor, podemos hablar por horas, como si nos conociéramos de antes.

17. ¿Lo que estoy haciendo trasciende? ¿Podrá impactar a nuevas generaciones?

Espero que nuestro proyecto trascienda y viva aún cuando los fundadores ya no estemos acá.

18. ¿Cómo me veo en 10 años y cómo veo a futuro mi emprendimiento, mi empresa?

Me veo pensando en nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevos productos, viajando para internacionalizar la empresa y con un equipo operativo de alto nivel que trabaje con el fin de alcanzar los mejores resultados posibles.

19. ¿Qué papel han jugado mi familia y mis amigos?

Nuestras familias siempre nos han apoyado, han creído en nosotros y nos han dado palabras de aliento en los momentos difíciles. Son un apoyo fundamental para cualquier emprendedor. No me imagino haber hecho lo que hemos hecho sin el apoyo de nuestras familias.

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20. Yo lo logré. ¿Ayudaría a otros emprendedores a que lo logren?

Considero que falta un largo camino para sentir que ya lo logré. Pero definitivamente siempre apoyaré a cualquier emprendedor que busque un consejo o quiera salir adelante con una idea.

21. ¿Qué papel jugó mi equipo? ¿Quién es?

Mi equipo principal siempre ha sido mi esposa. Ella me ayuda a ser mejor cada día. Es exigente y me enseña que las cosas siempre se pueden hacer mejor. Después de ella está el equipo de trabajo de la empresa que hace que todo se haga posible en el día a día. Sin ellos simplemente no habría nada.

22. ¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia del resto?

Soy idealista, perseverante y siempre optimista frente al futuro. Se que será un largo y duro camino, pero en el fondo, también sé que con el tiempo la siembra traerá su cosecha. No rendirme durante todos estos años ha marcado la diferencia. Dicen que el 50 % del éxito es permanecer en el juego, y eso es justamente lo que hemos hecho hasta ahora.

23. ¿Qué he aprendido de todo esto?

He aprendido que solo la disciplina puede construir vidas exitosas. La disciplina es la base de la felicidad. Trabajar consciente y disciplinadamente en nuestra mente, emociones, cuerpo, pensamiento y energía es la base para construir cualquier empresa. Los negocios son el reflejo de sus líderes. Debemos liderar desde el ejemplo en todas las áreas de nuestras vidas.

Una visión clara y un excelente producto no son suficientes si el líder es desordenado y no cuida de sí mismo ni de sus empleados. Que cada uno aprenda a cuidar el templo en el que vive es clave para que los demás quieran acompañar al líder en la búsqueda de un sueño.

Si conoce historias de emprendedores y sus emprendimientos, escríbanos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com). 👨🏻‍💻 🤓📚