Los emprendedores paisas que comenzaron en un garaje y ya venden $34.000 millones
Todo comenzó por la tía de uno de ellos, que hacía salsas, pero la gente no solo les pedía el aderezo, sino los llamados “snacks”. Tenían 23 años, vivían con sus padres y se fueron a los supermercados para probar. El negocio funcionó, pero por el lado de las papas fritas, luego lanzaron los platanitos y el chicharrón. Ahora tienen en sus manos uno de los productos más exclusivos de su segmento y brillan con éxito en tiendas como Carulla y Olímpica. Esta es la conversación con uno de sus protagonistas en #Emprendimientoyliderazgo de El Espectador.