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Este miércoles se conoció que se aprobó el Conpes 4052: “Política para la sostenibilidad de la caficultura colombiana”. El documento marca la hoja de ruta para el sector hasta el 2030.
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La política será ejecutada en un horizonte de nueve años, con una inversión mínima de $34.531 millones de los recursos del Presupuesto General de la Nación (PGN). El capital que será invertido en diferentes programas aprobados en las respectivas vigencias.
El Conpes formula una política encaminada a garantizar a largo plazo la sostenibilidad económica, social y ambiental de la actividad cafetera para reducir la incertidumbre y dependencia de los productores a programas sociales y transferencias monetarias.
“Este documento Conpes para el sector cafetero es de la mayor trascendencia. Ningún otro sector agrícola colombiano lo tiene”, dijo el Gerente General de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez Vallejo.
Dentro del Conpes se contempla un plan de acción centrado en cuatro ejes estratégicos u objetivos específicos:
- Fomentar el acceso a activos productivos para incrementar la productividad. El plan contempla cinco líneas: reducir y flexibilizar los costos de producción; aumentar la infraestructura para el manejo de la poscosecha; estabilizar los procesos de renovación a nivel de finca cafetera; mejorar la eficiencia en la gestión de recursos hídricos ; y ampliar el conocimiento de la reglamentación para el manejo de sombríos forestales en fincas cafeteras.
- Estabilizar el ingreso del caficultor para reducir el impacto de factores externos que influyen en el precio y la producción de café es el segundo objetivo. Para esto se contempla fomentar el acceso a herramientas que reduzcan la incertidumbre y promuevan la gestión de riesgos agropecuarios y la capacidad de ahorro del productor.
- Impulsar la comercialización interna y externa de café verde y transformado (según la calidad del producto). Este plan tiene tres líneas: impulsar la exportación de café con mayor valor agregado; garantizar acceso a mercados en cumplimiento de nuevas exigencias sanitarias y de inocuidad; e impulsar un sistema de compra que reconozca al productor su perfil de taza y aumentar el consumo interno de café.
- Fortalecer la oferta de bienes públicos en los eslabones de la cadena del café para hacer más competitiva la actividad cafetera. Esto se hará mediante la reducción de los altos costos de transporte y exportación, y el aumento de la conectividad digital en zonas cafeteras.