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Nvidia Corp., el fabricante de chips en el centro del auge del gasto en inteligencia artificial, presentó el miércoles unas cifras trimestrales buenas, pero no excelentes, lo que provocó una respuesta moderada de los inversores, acostumbrados a resultados extraordinarios.
Las ventas serán de unos US$43.000 millones en el primer trimestre fiscal, que se extiende hasta abril, dijo Nvidia en un comunicado. Los analistas habían estimado una media de US$42.300 millones de dólares, y algunas previsiones llegaban hasta los US$48.000 millones.
La empresa también advirtió de que los márgenes de beneficio bruto serían más ajustados de lo previsto, ya que se apresura a desplegar un nuevo diseño de chip denominado Blackwell. Y existe el riesgo de que los aranceles de EE.UU. afecten a los resultados. Tras fluctuar entre ganancias y pérdidas, las acciones de Nvidia subieron alrededor de un 1% en las operaciones previas a la comercialización del jueves.
Las perspectivas dispares se producen en un momento inestable para el sector de la IA. Las acciones de Nvidia han caído este año por la preocupación de que los operadores de centros de datos ralenticen el gasto. La startup china DeepSeek también ha provocado temores de que los chatbots puedan desarrollarse de forma barata, reduciendo potencialmente la necesidad de los potentes chips de Nvidia para la IA.
Aunque los ejecutivos de Nvidia abordaron la mayoría de estas cuestiones, se ha vuelto más difícil para la compañía producir informes de ganancias exitosos.
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“Las previsiones son ligeramente decepcionantes”, afirma Logan Purk, analista de Edward Jones. Pero las primeras ventas del chip Blackwell deberían ayudar a aliviar las preocupaciones de los inversores tras los informes anteriores de retrasos en la producción, dijo. La compañía obtuvo US$11.000 millones de ingresos de Blackwell en el cuarto trimestre, algo que Nvidia describió como la “rampa de producto más rápida” de su historia.
“La demanda de Blackwell es asombrosa”, afirmó en el comunicado el Consejero Delegado, Jensen Huang.
Aunque las ventas de la empresa en el cuarto trimestre fiscal superaron las estimaciones de los analistas, lo hicieron por el menor margen desde febrero de 2023. Los beneficios, por su parte, registraron la menor subida desde noviembre de 2022, según datos recopilados por Bloomberg.
Las acciones habían bajado un 2,2% este año, tras las estratosféricas ganancias de 2023 y 2024, que convirtieron a Nvidia en el fabricante de chips más valioso del mundo.
Nvidia ha sido la mayor beneficiaria del enorme aumento del gasto en inteligencia artificial, duplicando el tamaño de sus ingresos en los dos últimos años.
Muchas de las mayores empresas tecnológicas están invirtiendo decenas de miles de millones de dólares en hardware para centros de datos, y Nvidia es el vendedor dominante de procesadores que crean y ejecutan software de IA.
Por el camino, Nvidia y su CEO se han convertido en sinónimo de la revolución de la IA y en el mayor barómetro de su progreso. Huang ha pasado gran parte de los dos últimos años recorriendo el mundo como evangelizador de la tecnología de IA y cree que aún está en las primeras fases de su expansión por la economía.
Las ventas del cuarto trimestre, cerrado el 26 de enero, ascendieron a US$39.300 millones. Esta cifra coincide con las estimaciones, aunque algunas previsiones se elevaban hasta los US$42.000 millones de dólares.
Lo que subraya lo rápido que ha crecido la empresa: sus últimas ventas trimestrales superaron los ingresos anuales de Nvidia de hace dos años, cuando ascendieron a US$27.000 millones de dólares. El beneficio fue de 89 céntimos por acción, descontados ciertos elementos. Wall Street esperaba 84 céntimos.
La unidad de centros de datos, con diferencia la mayor fuente de ingresos de Nvidia, generó unas ventas de US$35.600 millones. Esta cifra supera la estimación media de US$34.100 millones. Las ventas relacionadas con los juegos, el principal negocio de Nvidia, ascendieron a US$2.500 millones. Los analistas preveían una media de US$3.020 millones. La división de automoción fue de US$570 millones.
Solo la división de centros de datos ya tiene más ingresos que sus rivales Intel Corp. y Advanced Micro Devices Inc. juntos. Nvidia se hizo famosa vendiendo procesadores gráficos, pero descubrió que la tecnología también tiene aplicaciones para la IA. Sus chips ayudan a los modelos de software durante el proceso de entrenamiento, cuando aprenden a reconocer y responder a estímulos del mundo real.
Los componentes de Nvidia también se utilizan en sistemas que ejecutan el software, una fase conocida como inferencia, y ayudan a impulsar servicios como ChatGPT.
En vísperas del informe de resultados, los analistas habían expresado su preocupación por el crecimiento a corto plazo del mayor negocio de Nvidia, que atiende a clientes de centros de datos.
La gran pregunta era si las limitaciones de suministro y el cambio a Blackwell ralentizarían el crecimiento. La nueva tecnología es más sofisticada, lo que plantea problemas de fabricación.
DeepSeek aumentó las preocupaciones tras lanzar un potente modelo de IA que, según afirmó, requería muchos menos recursos para su creación. El anuncio a finales de enero provocó una venta generalizada de acciones relacionadas con la IA. Nvidia se desprendió de la asombrosa cifra de US$589.000 millones de capital en un solo día de negociación, un récord para los mercados.
Pero clientes clave de Nvidia, como Microsoft Corp., han mantenido sus planes de gasto de capital, lo que sugiere que el aumento del gasto en IA seguirá siendo fuerte.
Durante la conferencia telefónica, Huang argumentó que DeepSeek avivará el interés por un nuevo enfoque de la IA, ampliando la demanda de productos Nvidia.
El modelo DeepSeek se basa en el ajuste fino, por lo que requerirá más sesiones de cálculo que el entrenamiento “de una sola vez” de otro software, dijo. “Los futuros modelos de razonamiento pueden consumir mucha más potencia de cálculo”, afirmó Huang, que calificó el modelo de DeepSeek de “excelente innovación”. Aunque Blackwell ayudará a gestionar esas tareas informáticas, el despliegue ha tenido un coste. Según Nvidia, el gasto que ha supuesto sacar el producto al mercado ha lastrado los márgenes de beneficio.
El ahorro llegará más adelante, cuando la empresa pueda perfeccionar su cadena de suministro, según la Directora Financiera, Colette Kress. El margen bruto, es decir, el porcentaje de ingresos que queda tras deducir los costes de producción, volverá a situarse en un porcentaje de “mediados de los 70” a finales de año. En el trimestre actual, esa medida se situará en torno a 71 %, según Nvidia, aproximadamente un punto por debajo de la media de las estimaciones de los analistas.
Nvidia solo ha incumplido las estimaciones de los analistas sobre ingresos trimestrales una vez en los últimos cinco años. Y ha superado las expectativas en más de 10 % en los últimos periodos, lo que supone un listón muy alto para su rendimiento.
“Creemos que será difícil para la dirección seguir superando significativamente las expectativas de crecimiento futuro”, declaró Purk, de Edwards Jones.
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