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El Gobierno colombiano firmó este martes un acuerdo de confidencialidad con Venezuela para intercambiar información clave sobre la empresa Monómeros, en un paso decisivo para avanzar en su posible adquisición.
“Aquí estuvo el presidente de la Junta Ejecutiva de Monómeros, que a su vez es el presidente de Pequiven, y hemos firmado un acuerdo de confidencialidad para intercambiar operaciones, información que nos permita revisar la viabilidad, analizar los costos y estado de la compañía”, señaló Palma.
El acuerdo permitirá cruzar datos financieros, proyecciones, reservas industriales y cifras de ventas, con el fin de construir una base para calcular un precio de venta. Esta etapa técnica, según explicó el Gobierno, será determinante para que el presidente Gustavo Petro tome una decisión sobre la eventual compra.
Aunque aún no hay una cifra oficial, se estima que el precio de Monómeros podría rondar los US$350 millones, con base en propuestas previas que ha recibido la compañía.
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Una de las opciones planteadas es adquirir Monómeros a través de Ecopetrol, aunque esa vía aún no está confirmada.
Lo que sí se sabe es que, según el ministro Palma, Venezuela ha manifestado su voluntad política de darle prioridad a Colombia frente a otras ofertas, incluyendo propuestas de países como Catar y de actores del sector privado.
Aval de EE. UU., un paso obligatorio
El proceso también depende de la autorización del Gobierno de Estados Unidos, ya que Monómeros es propiedad de Petroquímica de Venezuela (Pequiven), filial de PDVSA, ambas entidades sancionadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
“Estamos haciendo esfuerzos diplomáticos, porque estamos hablando de la comida de la gente, de los alimentos del pueblo colombiano. Esperamos que el Gobierno de EE. UU. entienda esa necesidad”, dijo Palma esta semana.
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Además del Ministerio de Minas, en esta conversación también participan los Ministerios de Agricultura y Hacienda, la Superintendencia de Sociedades y el Departamento Nacional de Planeación.
El ministro explicó que la valoración será realizada con el apoyo de la banca de inversión del Grupo Bicentenario.
El rol que tendría Monómeros en Colombia
Si bien Monómeros es dirigida desde Venezuela, es una pieza clave en el abastecimiento de fertilizantes para el agro colombiano.
La empresa, que cuenta con una planta en Barranquilla, cubre cerca del 30 % de la demanda nacional de fertilizantes y más del 80 % en el Atlántico. Según el Gobierno, su eventual adquisición permitiría reducir la dependencia de insumos importados y contribuiría a estabilizar los precios de los alimentos.
Durante la pandemia y la crisis global de contenedores, la escasez de fertilizantes importados elevó significativamente los costos del agro. En ese contexto, la apuesta por recuperar el control de Monómeros cobra mayor relevancia para la estrategia de soberanía alimentaria del país.
La situación financiera de Monómeros
Aunque la compañía ha reportado algunas mejoras operativas, su situación financiera sigue siendo frágil. En marzo de 2025, la Superintendencia de Sociedades inició un proceso formal de reorganización empresarial, tras evidenciar tres problemas críticos: caída de ingresos desde 2022, pérdidas acumuladas superiores a $83.000 millones a septiembre de 2024, e incumplimientos de pago por encima del 10 % del pasivo total.
Desde diciembre de 2024, Monómeros se encuentra bajo el máximo grado de supervisión por parte de la Supersociedades, lo que implica que cualquier operación que altere su estructura requiere aprobación expresa del organismo.
Ese fue el motivo por el cual se bloqueó, en marzo de este año, el intento de venta de activos a la firma Nitrofert Asset Management SAS. Según la Superintendencia, no se podía comprobar que dicha operación garantizara la continuidad de Monómeros como unidad productiva y fuente de empleo.
La empresa, que llegó a estar en cesación de pagos, también reportó una caída cercana al 20 % en sus ingresos entre 2022 y 2023.
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