
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los empresarios y los industriales mostraron más optimismo en abril, aunque la cautela sigue de cereza en el pastel.
El Índice de Confianza Comercial (ICCO) alcanzó 24,9 % en abril, un salto de casi 10 puntos más que en el mismo mes de 2024, y 3,1 puntos más respecto a marzo de este año. Un horizonte menos empañado, según el informe de Fedesarrollo.
En cambio, el Índice de Confianza Industrial (ICI) pasó de -3,4 % en abril pasado a -0,3 % en este año. Mejor que en 2024, pero todavía en negativo. Incluso sufrió un revés de 2,4 puntos frente a marzo.
¿Qué pasó con la confianza?
Vamos a las cifras grano a grano. El ICCO se alimenta de tres variables: el nivel de existencias, la percepción sobre la situación actual del negocio y las expectativas para el próximo semestre.
En la comparación anual, el impulso más fuerte vino del tercer rubro: la expectativa a futuro subió 14,5 puntos, mientras la percepción de la situación actual mejoró 7,7 puntos y el nivel de existencias cayó 6,5 puntos, es decir, mayor rotación y más ventas
En el paso de marzo a abril, las cifras también son verdes, aunque más moderadas frente a lo que viene adelante.
Sin embargo, el informe de Fedesarrollo evidencia que la otra cara del espejo industrial no refleja el mismo entusiasmo.
El ICI también se compone de tres variables: volumen actual de pedidos, nivel de existencias y expectativas de producción para el próximo trimestre.
En términos anuales, la industria sí muestra signos de recuperación: los pedidos suben 4,2 puntos frente a abril del año anterior, las existencias bajan 2,8 y las expectativas crecen 2,4. Pero el presente pesa más.
Cuando se pone el retrovisor a marzo de 2025, hubo una contracción de 5,5 puntos en los pedidos y de 5 puntos en las expectativas.
Si se mira el módulo trimestral de enero a marzo, las exportaciones industriales se desplomaron, con una caída de 21,1 puntos porcentuales en valor exportado y los pedidos desde el exterior reduciéndose 17,8 puntos.
¿El mayor obstáculo? El transporte internacional y las tensiones globales externas.
Con recaudos fiscales en aumento ($94,62 billones), inflación en descenso (5,16 %) y tasas de interés que comienzan a ceder (9,25 %), los consumidores han retomado parte del gasto postergado. En ese entorno, los comerciantes captan señales de alivio y se anticipan con moderado optimismo.
La industria, en cambio, depende más de flujos internacionales, cadenas logísticas estables y expectativas prolongadas. Y en ese frente, las turbulencias persisten. Las tensiones geopolíticas siguen encareciendo el transporte, el dólar mantiene su comportamiento errático y la demanda externa, especialmente desde Europa y algunas regiones de Asia, sigue débil, en parte por la guerra arancelaria.
El termómetro empresarial ya están percibiendo cambios de temperatura.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.