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Confianza empresarial dividida: mientras industria reacciona, comercio se enfría

Aunque la confianza comercial e industrial creció frente a 2024, las señales del próximo semestre apuntan a cautela. El contrabando, mientras tanto, sigue socavando la competitividad del sector productivo.

30 de abril de 2025 - 03:20 p. m.
Con una economía que creció 2,96 % en febrero (eliminando efectos estacionales), una inflación de 5,09 % en descenso y tasa de intervención en 9,5 % (síntoma de cautela), los negocios se mantienen vigilantes ante cambios en comercio exterior por aranceles e internos por políticas monetarias. Imagen de referencia.
Con una economía que creció 2,96 % en febrero (eliminando efectos estacionales), una inflación de 5,09 % en descenso y tasa de intervención en 9,5 % (síntoma de cautela), los negocios se mantienen vigilantes ante cambios en comercio exterior por aranceles e internos por políticas monetarias. Imagen de referencia.
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En marzo, la confianza de los negocios e industriales quedó en contrastes. Mientras los industriales se levantan del pesimismo, el comercio bajó el ritmo por cautela y escepticismo. El Índice de Confianza Comercial (ICCO) de Fedesarrollo cerró el mes en 21,8 %, una caída de 2,7 puntos porcentuales respecto a febrero. La principal razón fue la brusca pérdida de fe en la situación actual de los negocios de 9,2 puntos menos, como si el suelo bajo los pies de los comerciantes se hubiese desdibujado en apenas treinta días.

También cayeron, aunque en menor medida, las expectativas de mejora en el semestre siguiente, mientras que el alivio vino por el lado de los inventarios, cuyo descenso de 2,5 puntos matizó el pesimismo.

Aun así, los comerciantes venden menos, pero han aprendido a mantener menos producto almacenado, una señal de adaptación más que de optimismo. Esto se debe a que el panorama es menos sombrío si se lo mira con lente largo. Frente a marzo de 2024, el ICCO creció 7,7 puntos, apoyado en una mejor expectativa futura (subió 14,9 pps en un año) y un evidente ajuste de existencias, 10,7 puntos por debajo del año anterior.

En cambio, la industria respiró. El Índice de Confianza Industrial (ICI) subió a 2,1 %, rompiendo el estancamiento que la había dejado en territorio neutro durante febrero (0,2 %). Si se compara con marzo de 2024 —cuando estaba en terreno negativo—, el salto es aún más evidente, con 4,7 puntos porcentuales más, alimentados por una mejora de 9 puntos en las expectativas de producción y un aumento de casi 8 puntos en el volumen actual de pedidos.

Pero el repunte no es completo. El nivel de existencias industriales creció 3,2 puntos en el mes, una señal ambigua que puede leerse como exceso de oferta o desaceleración de la rotación. Y si bien la producción da señales de vida, la industria aún no confía del todo en su capacidad para contratar, pues las expectativas de generación de empleo cayeron 3,4 puntos frente al trimestre anterior, aunque aún se mantienen 2,4 puntos por encima del mismo período de 2024.

  • 13 % de los industriales cree que contratará más gente en los próximos tres meses.
  • 76,7 % anticipa que mantendrá su planta intacta.
  • Solo 10,3 % prevé recortes.

El saldo es positivo, pero refleja una industria que, aunque enciende motores, aún pisa con precaución.

La otra cara del trimestre estuvo marcada por una percepción enrarecida del entorno competitivo: el contrabando. En marzo, los industriales reportaron un balance negativo de -4,2 % frente a la pregunta sobre si estas prácticas han aumentado. El dato significa que, por cada empresario que dice que disminuyeron, más de uno asegura que crecieron. Es una percepción peor que la de diciembre, cuando el balance era positivo (3,4 %), aunque sigue por encima del mínimo reportado hace un año (-5,7 %).

En general, ni las expectativas de producción ni el empleo industrial despegan con fuerza, en parte porque la competencia desleal sigue acechando silenciosamente desde las grietas de la informalidad.

¿Qué ha jugado a favor de la confianza?

El crecimiento económico. Con una expectativa en 2025 alrededor de 2,5 %, más o menos promedio frente a los países de la región, hay continuidad en el consumo interno. El Índice de Seguimiento a la Economía del DANE subió 1,77 % en febrero, y si se eliminan los efectos estacionales (como días festivos o fines de semana), el crecimiento fue aún mayor: 2,96 %, una señal positiva para el ritmo económico del primer trimestre.

La inflación anual se ha demorado, pasando de 5,28 % en febrero a 5,09 % en marzo, con proyecciones de 4,1 % por el Banco de la República, que además sostiene la tasa de intervención en 9,5 %.

Los datos de importaciones y ventas minoristas han mostrado un consumo más dinámico.

En cuanto a mirada externa, los aranceles de Estados Unidos a Colombia de 10 % son menores frente a los de China y otros países, lo que podría darnos ventajas competitivas en el comercio exterior.

Por otro lado, los sectores comerciales e industriales se han adaptado a una nueva norma: rotar menos, arriesgar menos y operar con lo justo.

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