“La agilidad es fundamental”, dice la ANDI sobre la transformación digital

Santiago Pinzón, vicepresidente de transformación digital de la ANDI,

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La digitalización y la adopción de soluciones tecnológicas han sido unos de los principales puntos a tratar durante el séptimo Congreso Empresarial Colombiano, que desarrolla la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) esta semana en Cartagena. Un evento que reúne a 2000 empresarios, expertos nacionales e internacionales que durante tres días hablarán de temas de desarrollo social, económico y sostenible para el país.

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El Espectador habló con Santiago Pinzón, vicepresidente de transformación digital de la ANDI, sobre los cambios recientes que han tenido las empresas en los últimos años, por ejemplo, debido a la pandemia, y también sobre los retos que se avecinan. El funcionario asegura que los empresarios son conscientes que deben estar a la vanguardia de las soluciones tecnológicas si quieren sobrevivir, si quieren evolucionar y si quieren ser líderes.

En una compra por Amazon puedo ver cientos de productos, tardó poco tiempo en la compra y me llega el producto en la fecha estimada. Lo mismo por Alibabá. ¿Los empresarios colombianos entendieron que sus competidores ya no son solamente las empresas de su ciudad o de su región? ¿Que están todos a la vuelta de un clic y de ahí las razones por las que es necesario invertir en transformación digital?

El COVID aceleró la digitalización en las organizaciones, en todos los sectores de la economía, en el gobierno y en la academia. No solo en Colombia sino a nivel global. Muchas empresas tuvieron que adaptarse rápidamente ante las circunstancias para mantenerse a flote durante la pandemia, otras ya venían dando pasos en la dirección correcta y otras comprendieron que debían evolucionar digitalmente con el fin de mejorar su desempeño, competitividad y sobre todo para realmente conectarse con un nuevo consumidor.

De igual manera encontramos en nuestra encuesta de Transformación Digital del 2021 que un 63.6% de las empresas manifestaron tener una estrategia en transformación digital (TD), un gran avance respecto a lo que nos indicaron en el 2016 cuando sólo el 25.1% tenían una Estrategia en TD. En esto venimos trabajando y ayudando a nuestros afiliados y al Estado Colombiano.

Ahora bien, acelerar la digitalización es solo hacer realidad el factor de tecnología, pero no es transformación digital. Desde ANDI hemos identificado que se necesitan al menos seis factores para impulsar la transformación digital: liderazgo, talento, cultura, optimización de procesos, tecnología, regulación y desregulación inteligente.

Por esto mismo, debemos aprovechar lo que “nos dejó” la pandemia respecto a la aceleración digital y asimilar que el principal desafío y oportunidad que tenemos ahora es consolidar la Transformación Digital, lo cual implica en esencia un cambio de mentalidad para mejorar la calidad de vida, para hacer más fáciles las cosas y por consiguiente ayudar en la sostenibilidad y mejorar la productividad

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Está identificada la alta rotación del talento con algún tipo de valor agregado en conocimientos digitales. ¿Qué encontraron en esa materia y cómo se planea encontrar una solución en beneficio del crecimiento de la empresa y, en paralelo, del empleado?

La competencia por encontrar, formar, potencializar, retener y proyectar el talento digital es mundial. El mundo del trabajo es ahora más sofisticado y exigente. Según un informe de Manpower Group para junio seguimos demostrando una gran escasez de talento este año, debido a que es cada vez más difícil encontrar la combinación de habilidades duras y blandas.

En la Encuesta de Talento Humano desarrollada por la ANDI en el año 2021, se preguntó a los empresarios cuáles cargos consideran difíciles de conseguir y qué habilidades les hacen falta a esos cargos o por qué razones no los encuentran. Como es de esperarse, los conocimientos y habilidades digitales son ampliamente mencionados alrededor de la encuesta, tanto para cargos del área de tecnología como para otras áreas y cargos de las empresas.

En términos generales, encontramos que los cargos digitales o en temas de tecnología son altamente demandados por todas las empresas. Estos, requieren conocimientos muy especializados en temas tecnológicos como programación, manejo y adopción de nuevas tecnologías, además de habilidades como liderazgo y bilingüismo.

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También se encontró que una de las principales dificultades que presentan las empresas con este tipo de cargos es la alta rotación debido a la amplia demanda en el mercado. Lo que hace que los salarios sean muy altos y en ocasiones, difíciles de pagar para las empresas. Otra de las dificultades que expresan las empresas en este sentido es la escasa formación en el medio.

Sin embargo, las habilidades y conocimientos digitales no solamente son demandadas en los cargos de tecnología. En otras áreas de las empresas, encontramos que estas ya requieren que muchos cargos tengan habilidades o conocimientos digitales para desarrollar sus funciones. Esto cobra gran relevancia, porque como vimos a lo largo del documento, la transformación digital se debe dar de forma transversal en toda la organización.

¿Cómo gestionar talentos que lo que quieren es salir a buscar un startup por la velocidad de cambio o, mejor aún, que quieren salir a emprender porque sienten que no logran sus propósitos en las empresas tradicionales porque son muy pesadas para moverse hacia el cambio?

Las personas quieren trabajar en organizaciones con un propósito social real, que busquen un impacto positivo para la sociedad, la sostenibilidad de su país, región o ciudad y del planeta; que les ofrezca flexibilidad, pero también salud menta; que impulse mayor equidad de género y también que les permita integrarse a una sociedad que además está cambiando en términos generacionales. En esto último le comparto un dato: de acuerdo con el análisis de Manpower a 2030 el 75% de los empleadores serán menores de 35 años.

Este contexto implica que se necesita un ADN de organización ágil, innovadora, de trabajo colaborativo entre equipos, para cooperar, cocrear y con esto generar un ambiente laboral que facilite la transformación digital y dejar atrás un ambiente rígido, jerárquico y por consiguiente obsoleto.

En materia sectorial se comprobó lo evidente y eso es que el sector servicios se lleva la delantera en todos los cambios culturales relacionados con ecosistemas digitales. Si se pudiera hacer un ranking, ¿qué aprendizajes se podrían trasladar a los demás sectores y, en general, el resto del país?

La agilidad es fundamental, esto permite a las empresas probar sus MPV con menores costos, también le permite corregir a tiempo y le permite evaluar las necesidades y prioridades de sus clientes. Adaptabilidad, el ser ágiles permite tomar decisiones más rápidamente y asumir cambios sin tener mayores impactos económicos y organizacionales.

Durante muchos años el indicador que se revisaba era aquel que decía cuánto de las utilidades de la empresa se invertía en innovación, pero ahora hablamos de cuánto se está invirtiendo en transformación digital, que puede considerarse un concepto más amplio. ¿Estamos rezagados en inversión o se está poniendo el dinero necesario para que, desde el sector privado, el país avance en una transformación digital de talla global?

Los empresarios son conscientes que deben estar a la vanguardia de las soluciones tecnológicas si quieren sobrevivir, si quieren evolucionar y si quieren ser líderes. El consumidor, el ciudadano, todos hemos cambiado. Queremos tener las opciones al alcance de la mano, más exactamente desde un teléfono inteligente o computador. Esto genera una presión práctica en inversión en aspectos combinados.

La pandemia obligó a las empresas a meterse de lleno al comercio electrónico, aceleró ese cambio. Las ventas digitales crecieron, quienes no tenían ese canal y lo usaron vieron los frutos y el más beneficiado fue el consumidor. Pero ya se acabó la crisis sanitaria, la gente volvió a la calle y el comportamiento, de nuevo, se está modificando. ¿Las empresas lograron mantener en esa omnicanalidad el importante valor que les trajo el comercio electrónico o hay empresarios que ya no le encuentran esa relevancia?

Durante la crisis del Covid-19, las empresas enfrentaron retos y desafíos dedicando una parte importante de sus esfuerzos a reinventarse y adaptarse a las nuevas necesidades y tendencias del mercado. Para muchas empresas, el proceso de adopción de nuevas tecnologías, de integrar nuevas herramientas digitales dentro de sus procesos y, en general, de adoptar una estrategia de transformación digital llegó más rápido de lo esperado. En este sentido, las empresas, se han esforzado por permanecer en el mercado y, a su vez, han logrado identificar y aprovechar oportunidades como lo son las plataformas digitales para satisfacer las nuevas exigencias de los consumidores o clientes.

En esta dirección, el comercio electrónico ha tomado gran relevancia, permitiendo fortalecer la relación con los clientes y aprovechando todas las ventajas derivadas de este modelo. En una encuesta sobre comercio electrónico les pedimos a los empresarios que indicaran el porcentaje de uso de canales digitales en distintos procesos. Así, se observó un mayor uso de los canales digitales durante la crisis del Covid-19, tendencia que se mantendrá hacia el futuro.

Los canales de comercio electrónico que utilizan las empresas también es un tema de gran relevancia. En este sentido, el 39,5% de los encuestados señala que cuentan con una plataforma propia, el 20,4% afirma estar operando bajo una plataforma tercerizada, y el 33,9% indica que la implementación y funcionamiento de su canal de ventas en línea funciona con una plataforma de tipo comercial como Éxito, Jumbo o Falabella.

La seguridad de la información y la logística son dos puntos neurálgicos en la transformación digital no solo para las empresas sino en el cambio tecnológico que estamos viviendo como sociedad. ¿Esas “barreras” en la implementación del comercio electrónico en Colombia son tema superado, por ejemplo, con el temor de entregar los datos de las tarjetas de créditos a los comercios?

Colombia ha dado pasos importantes en la definición de un conjunto de políticas en materia de datos y seguridad digital como la estrategia de apertura de datos públicos, la Política Nacional de Explotación de Datos (2018) y la Política Nacional de Confianza y Seguridad Digital (2020 y 2016), la cual incorpora las recomendaciones y mejores prácticas formuladas por la OCDE en materia de gestión de riesgos de seguridad digital.

A pesar de las políticas existentes, el país aún tiene el reto de mejorar las condiciones para el libre flujo de datos, nacional y transfronterizo, y de consolidar las condiciones de seguridad digital, incluida la ciberseguridad, bajo un enfoque eficiente de gestión de riesgos.

Hemos mejorado en políticas públicas en la materia, pero hay que mejorar. En principio a partir del desarrollo de estándares y la incorporación de mejores prácticas internacionales en este tipo de políticas. Esta política deberá promover la interoperabilidad del marco regulatorio de protección de datos colombiano con los marcos regulatorios de otros países que sean relevantes para el comercio de bienes y servicios digitales.