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La estatal brasileña Petrobras reportó este jueves ganancias netas por US$5.938 millones en el tercer trimestre de 2021, un nuevo repunte significativo respecto a las pérdidas de US$236 millones (1.546 millones de reales) del mismo período de 2020.
Es el cuarto trimestre en verde de Petrobras, luego de sus pérdidas en los tres primeros trimestres de 2020 a causa de la pandemia de coronavirus.
El resultado en el tercer trimestre se vio impulsado principalmente por el aumento del precio internacional del crudo y de las ventas de combustible en ese país, con destaque para la gasolina, el diésel y el querosén de aviación, informó la empresa en un comunicado.
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“Alcanzamos nuestra meta de endeudamiento mucho antes de lo planeado y estamos dividiendo parte de las riquezas generadas con la sociedad y nuestros accionistas a través de impuestos, dividendos, generación de empleos e inversiones”, afirmó el presidente de Petrobras, el general de reserva Joaquim Silva e Luna.
En el segundo trimestre de 2021, la ganancia neta había sido de US$8.121 millones. El Ebitda ajustado (ganancias antes del pago de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) fue de US$11.623 millones en el tercer trimestre.
Petrobras se vio beneficiada por el aumento del precio del barril de Brent, que se negoció a un promedio de US$73,47 en el tercer trimestre, un 70,9 % más caro que el mismo período del año pasado.
Los resultados positivos llegan en medio de nuevas críticas del presidente de Jair Bolsonaro a la política de precios de Petrobras, que varían según el valor del precio internacional del petróleo y la cotización del dólar.
“Es una estatal que, con todo respeto, sólo me está dando dolor de cabeza”, afirmó el miércoles Bolsonaro, presionado por el aumento de los combustibles, en medio de cifras altas de inflación y desempleo.
Y volvió a mencionar la posibilidad de colocar a la estatal, cuyo accionista mayoritario es el Estado, “en el radar de las privatizaciones”.
Petrobras estuvo sumergida en una grave crisis entre 2014 y 2017 tras la revelación de un gigantesco esquema de corrupción montado entre empresarios, partidos políticos y exfuncionarios de la estatal para desviar recursos públicos amañando contratos. Y recibió un nuevo golpe con la pandemia que derrumbó los precios del crudo.
