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Cuando una persona hace una compra en un establecimiento comercial y paga con tarjeta (débito o crédito), es muy probable que ese pago pase por una de dos redes principales: Redeban o Credibanco. Ambas son responsables de operar datáfonos y procesar pagos con tarjetas débito y crédito en el país.
A su vez, servicios como PSE o Transfiya, que permiten transferencias digitales entre bancos, están bajo la operación de un tercer grande en este asunto: ACH Colombia.
Estas tres compañías forman el corazón del ecosistema de pagos electrónicos en Colombia. Por eso, la propuesta de integración que presentaron en junio de 2023, la cual contempla la absorción de ACH y Credibanco por parte de Redeban, encendió las alarmas en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
Evitar un monopolio
Según un concepto que se conoció este martes, la SIC considera que la unión de Redeban, Credibanco y ACH Colombia podría generar una alta concentración del mercado, reducir la competencia e incluso frenar la innovación en el sector financiero.
“La operación proyectada podría perjudicar los avances de la industria fintech en Colombia, al limitar su capacidad de competir y de proveer soluciones de pago eficientes”, advierte el documento, revelado por Blu Radio.
El análisis de la SIC señala que, de aprobarse esta integración, se consolidaría un proveedor dominante que tendría un fuerte control sobre los pagos electrónicos en el país.
Esto podría limitar las opciones disponibles tanto para comercios como para consumidores, aumentar los costos del servicio y dificultar la entrada de nuevos jugadores al mercado.
La Superintendencia también alertó sobre posibles impactos negativos en la calidad del servicio, la interoperabilidad entre plataformas y el desarrollo de nuevas tecnologías.
Además, el ente de vigilancia advirtió que la propuesta afectaría el crecimiento de las fintech, empresas que en los últimos años han impulsado la competencia con soluciones de pago digitales.
Si bien el concepto de la SIC no es vinculante, es decir, no tiene poder legal para aprobar o frenar la fusión, la opinión negativa de este ente -sin dudas- tiene peso.
La última palabra la tiene la Superintendencia Financiera, que es la entidad encargada de autorizar este tipo de integraciones en el sector financiero. En cualquier caso, si la SIC señala riesgos graves para la competencia, es muy probable que esa advertencia influya en la decisión final de la Superfinanciera.
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