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No habrá necesidad de contratar ninguna firma para entregarle al país la información que precise sobre el costo de la construcción de la Refinería de Cartagena, anunció el contralor General, Edgardo Maya Villazón, al revelar que ese es uno de los compromisos frente a la Actuación Especial de Fiscalización que adelanta la entidad de control sobre Reficar.
"La Contraloría tiene la obligación y el imperativo moral de hacer esta tarea y así lo hará. Y si quedaron excedentes, vamos también a verificar a dónde fueron a parar", indicó el contralor, en un comunicado de prensa.
Señaló que la Actuación Especial de Fiscalización que adelanta la Contraloría en Reficar y CB&I estaría terminando en septiembre próximo.
Insistió en exigir y requerir a Reficar, CB&I y Foster Wheeler que entreguen de forma oportuna la información que les solicita la contraloría en desarrollo de esta Actuación Especial.
"En un universo de revisión de contratos y de costos tan grande, tenemos que tener la información oportunamente y si no es así deberán proceder los procesos sancionatorios que aplica la Contraloría en estos casos, pues esta es la principal fuente para realizar el proceso auditor", destacó el jefe de la entidad de control de las finanzas públicas.
Los contratos de Reficar están en inglés y la traducción es de las tres empresas mencionadas y la Contraloría no puede aceptar tales traducciones, aclaró Maya Villazón. Para tener confiabilidad sobre el contenido de los contratos, se busca el servicio de traductores autorizados por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esta labor de traducción hace muy dispendiosa el seguimiento que debe hacerse a los contratos. A esto se añade que en los contratos que entregan, tanto Reficar como CB&I, no se encuentra la totalidad de su contenido, señaló.
El contralor General se ratificó en los señalamientos que hizo desde enero pasado sobre puntos claves del proceso de ampliación de Reficar, como las adiciones presupuestales, la inexperiencia de Glencore en construcción de refinerías, el gran error de aplicar la modalidad de costos reembolsables y lo que llamó el vergonzoso control gerencial que realizó Foster Wheeler.