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Como en una pista de atletismo, el dólar aceleró su paso en julio. Abrió el mes en $4.028 y lo cerró en $4.181, con un salto decisivo desde el 23 de julio, cuando marcó $4.045 en la Tasa Representativa del Mercado (TRM) fijada por la Superintendencia Financiera. Desde entonces, en apenas seis días, el billete verde sumó $136.
Mientras tanto, las divisas emergentes perdieron tracción. Entre las más golpeadas estuvieron el peso colombiano y el chileno, ambos arrastrados por vientos que vienen del norte.
Detrás del movimiento hay una conjunción de factores con epicentro en Estados Unidos. Según Sebastián Chacón, director de la Escuela de Negocios y Desarrollo Internacional del Politécnico Grancolombiano, el peso colombiano ha sentido el efecto de tres decisiones clave en política arancelaria del Gobierno estadounidense.
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La primera: la imposición de aranceles del 10 % al 41 % a países como Canadá, India y Taiwán, tras negociaciones fallidas.
La segunda: una advertencia de Donald Trump, presidente de EE. UU., sobre aplicar sanciones comerciales a naciones que mantengan relaciones con Rusia, en medio de su intento por reposicionarse como eje en el conflicto con Ucrania.
La tercera: un acuerdo bilateral con la Unión Europea que suaviza tensiones, pero reafirma la intención de Estados Unidos de redibujar el mapa de sus alianzas estratégicas.
“Si bien hay reservas por parte de algunos países miembros de la Unión, deja un porvenir más tranquilo en lo que viene en temas económicos y la geopolítica”, explicó Chacón a este diario.
Más allá del repunte puntual, el ascenso de la divisa revela que el dólar sigue siendo un termómetro de los desequilibrios globales: cada tensión política, cada giro arancelario, cada distorsión financiera, encuentra en su cotización una forma de expresarse.
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Entre las cifras de EE. UU., la política y el pulso de los mercados
Julio cerró con el dólar corriendo cuesta arriba. Y el arranque de agosto es variopinto, con la volatilidad, de nuevo, marcando ritmo. A primera hora de mañana lunes, el valor de referencia será de $4.129, $57 más abajo que la cifra del viernes.
Sin embargo, la divisa ha retomado su papel como activo refugio después de superar la línea de los $4.000, en medio de un clima global con reajustes comerciales y mensajes cruzados de política monetaria.
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💸 ¿Qué está empujando al dólar?
Según el análisis de Rodrigo Lama, chief business officer de Global66, el impulso reciente del dólar está anclado en una “combinación de factores tanto globales como locales que delinean la percepción de riesgo de los inversionistas”.
Uno de los catalizadores, como se explicó, fue el acuerdo con la UE, que además contempló compromisos de inversión por US$600.000 millones y compras energéticas por US$750.000 millones.
El pacto fue leído como una victoria geopolítica para EE. UU., al reducir la incertidumbre arancelaria y reordenar los flujos de inversión.
Pero el mercado monetario interno es tenso. El mercado laboral decrece, el sector servicios se expande, y la manufactura y el sector inmobiliario muestran síntomas de enfriamiento. Esta mezcla de fortaleza y fragilidad alimenta apuestas especulativas, tanto a favor como en contra el dólar.
A esto se suma la expectativa por la decisión de la Reserva Federal (Fed), que decidió mantener en pausa las tasas de interés, con un mercado que sigue leyendo entre líneas cada palabra de Jerome Powell para detectar posibles giros de timón.
Esta semana, el índice de precios PCE y el PIB del segundo trimestre serán claves para determinar si la moneda estadounidense mantiene su impulso o cede terreno.
¿Qué pasará con el dólar en Colombia?
En el plano local, la falta de datos macroeconómicos no significa calma. Como explica Lama, la incertidumbre política, alimentada por tensiones institucionales y el manejo errático de algunas reformas, puede traducirse en fuga de capitales o cautela inversora.
Esto, en pocas palabras, distancia el potencial del peso frente al dólar.
“Si los datos económicos en EE.UU. se mantienen positivos y las grandes tecnológicas superan las expectativas, podríamos ver una continuación del rally en la renta variable, acompañado de un repunte del dólar, llevando al USD/COP hacia los $4.150”, detalló Lama.
Todo dependerá del termómetro económico estadounidense y de cómo reaccione el mercado frente a los resultados corporativos de gigantes como Apple, Amazon, Meta y Microsoft. Si las cifras acompañan, el dólar podría acercarse a los $4.200 o incluso perforar ese techo. Si, en cambio, los datos decepcionan o el índice PCE muestra señales de debilitamiento en la inflación, el dólar podría perder tracción y abrir espacio para una recuperación del peso colombiano hacia los $4.000.
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