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Desde que ChatGPT dio el pistolazo inicial en la carrera de la inteligencia artificial generativa, esta tecnología ha demostrado con creces su alto potencial en el desarrollo de labores productivas.
Es cada vez más difícil encontrar sectores donde la inteligencia artificial generativa no tenga aplicaciones. Desde micronegocios, donde puede ayudar a diseñar planes de ventas y estrategias de expansión, pasando por profesionales que la integran en sus labores diarias para optimizar su productividad, hasta grandes industrias que la emplean para automatizar procesos, analizar datos a gran escala y desarrollar productos innovadores.
Recientemente un estudio titulado “El poder transformador de la IA generativa”, adelantado por la consultora Accenture, encontró que esta tecnología tiene el potencial de agregar US$88.000 millones al Producto Interno Bruto Colombiano. En toda la región, su impacto podría superar el US$1 billón para el año 2038.
“Los países latinoamericanos tienen el potencial de desbloquear un aumento de aproximadamente 18% en el PIB en un escenario ‘Centrado en las Personas’, hacia al año 2038. Esto significa 800 mil millones de dólares más en ganancias”, afirma el estudio.
Para el caso colombiano, el incremento en el PIB sería de un 17,5 % si esta adopción se hace con un enfoque centrado en las personas.
El análisis de Accenture plantea tres panoramas.
El agresivo habla de una tasa de adopción muy rápida en los sectores productivos, es decir, de menos de cinco años. En este, la reorganización del mercado laboral se basaría en la automatización y un grupo importante de trabajadores no podría responder a las nuevas demandas del mercado laboral por carecer de los conocimientos y habilidades relacionadas a esta revolución. El resultado será un incremento en la tasa de desempleo, pues muchos puestos de trabajo serán reemplazados por máquinas.
El cauteloso amplía la ventana de tiempo a 15 años. En este habrá un aumento en la automatización, pero también un incremento considerable en las capacidades del talento humano para responder a las nuevas demandas del mercado laboral. En este escenario los trabajadores de todas las ocupaciones podrán encontrar nuevos empleos, aunque algunos de estos podrían ser de menor calidad.
Finalmente, un escenario pensado en las personas podría tardar 10 años. Aquí la automatización no necesariamente competiría con el talento humano, en su lugar, se combinaría con el aumento de las nuevas capacidades. Los trabajadores de todas las ocupaciones encontrarán nuevos empleos, y el algoritmo privilegiará los puestos de mayor calidad.
“Las estrategias agresivas proporcionan mayores retornos económicos a corto plazo, pero a expensas de menores beneficios a largo plazo, ya que ignoran el factor humano: la conexión fundamental entre personas y tecnología”, afirma el reporte.
Por su parte, la Managing director Technology Lead Accenture Colombia, Mercedes Osorio, dice se ve una urgencia creciente por la implementación de la IA generativa en las empresas, pero sigue sin conocerse el alcance total de su permanencia, especialmente en los líderes y empleados de la región.
“Al examinar cómo esta tecnología está remodelando industrias, redefiniendo la dinámica de la fuerza laboral y desafiando modelos de negocio tradicionales, buscamos cerrar esta brecha y proporcionar a las empresas insights para prosperar en esta nueva era”, dice Osorio”, añade.
Cifras más granulares del estudio muestran el impulso que tiene la IA en la productividad. Se estima que su impacto puede ser de hasta el 38 % de las horas de trabajo en Colombia, por lo que el aumento en la productividad se estima en un 16,7 %.
Lo anterior se explica a raiz de que esta tecnología puede asumir tareas repetitivas, para que así el talento humano se enfoque en actividades de mayor valor, como el pensamiento estratégico, la creación, el análisis y la resolución de problemas.
Según el estudio, los países de América Latina se encuentran en una posición intermedia a nivel global en la adopción e inversión de la IA generativa. Brasil es el jugador más avanzado en la región, sobre todo en preparación. Colombia se encuentra en cuarto lugar, después de Chile y Argentina.
“En términos de fortalezas y debilidades, América Latina se beneficia de un entorno operativo sólido, con una combinación de factores culturales, económicos y legislativos que sustentan la confianza pública en esta tecnología, junto con estrategias públicas que ofrecen un marco para el desarrollo de iniciativas de IA. Sin embargo, la región aún enfrenta brechas en sus capacidades de investigación y desarrollo, oferta de talento, infraestructura y un incipiente ecosistema privado de IA que limita su capacidad para escalar”, se lee en el reporte.
La inversión en esta materia es determinante. Pues América Latina representa solo el 3 % de los gastos globales que el sector privado está haciendo en IA. Solo Colombia tiene una participación del 0,2 %, lo que lo posiciona como el país número 29, en este aspecto, a nivel mundial.
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