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La Unión Europea dio este lunes un nuevo paso en la disputa comercial que mantiene con Estados Unidos desde el llamado “Día de la Liberación”, el pasado 2 de abril, cuando el presidente Donald Trump anunció un aluvión de aranceles para 185 países.
Aunque la UE anunció que retirará un arancel de represalia del 50 % que tenía previsto aplicar al whisky estadounidense, sí propuso nuevos gravámenes del 25 % sobre una amplia gama de productos provenientes de ese país.
La medida responde a la reciente decisión del expresidente Donald Trump de volver a imponer aranceles al aluminio y el acero importado desde Europa.
El plan de la UE ante la lluvia de aranceles
Según un documento de la Comisión Europea citado por Bloomberg, los nuevos aranceles europeos alcanzarían a motocicletas, diamantes, embarcaciones de recreo, electrodomésticos, vidrio de seguridad, naipes, tabaco, aves de corral y varios productos agrícolas. Algunos bienes recibirían un arancel más moderado, del 10 %.
La propuesta aún debe ser aprobada por los Estados miembros esta semana y entraría en vigor el 15 de abril. Sin embargo, la mayoría de los nuevos aranceles no comenzarán a recaudarse sino hasta mediados de mayo. Algunos productos agrícolas, como la soja y ciertos frutos secos, estarían sujetos a tarifas a partir del 1 de diciembre.
Uno de los cambios más llamativos en la lista de represalias es la exclusión del whisky estadounidense. Bruselas había considerado imponer un arancel del 50 %, pero varios países del bloque pidieron que se eliminara, temiendo una reacción directa de Washington sobre otros productos sensibles para Europa, como el vino y el champán.
Trump había amenazado con aranceles de hasta 200 % sobre las importaciones de alcohol europeo si la UE respondía con nuevos gravámenes al whisky, lo que habría afectado directamente a los productores de vino y espumantes en países como Francia, Italia y España.
Europa es el principal destino de exportación para el whisky de Estados Unidos. Algunas empresas del sector incluso adelantaron envíos para evitar el golpe arancelario que, finalmente, no se materializó.
La tensión comercial entre la UE y Estados Unidos no comenzó este año. Se remonta a 2018, cuando la administración Trump impuso aranceles a las importaciones de acero y aluminio, desencadenando represalias por parte del bloque europeo. En ese momento, productos como el whisky ya habían sido incluidos en la lista de represalias.
A finales de 2021, tras negociaciones con el entonces presidente Joe Biden, ambas partes acordaron suspender algunos de estos aranceles como gesto de distensión. No obstante, el regreso de Trump a la arena política y su renovado enfoque proteccionista reactivaron los conflictos.
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