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En el discurso, llevar una vida financiera ordenada no parece tan difícil: no gastar más de lo que se gana, ahorrar para contar con un fondo de emergencias, explorar opciones de inversión y evitar acudir al crédito como primera alternativa, son algunas de las principales recomendaciones de los expertos.
En la práctica, esto no siempre es tan sencillo, pues muchas veces se llega a fin de mes sin un peso en la cuenta y sin tener claro en qué se fue el dinero. Si ese es su caso, no está mal recibir ayuda.
Casi nunca la respuesta a los problemas financieros es ganar más, pues es común que entre más se gana más se gasta. Incluso, como enseña la misma Biblia, hay que aprender a ser fiel en lo poco para llegar a ser fiel en lo mucho (Lucas 16:10).
Un principio básico de la administración es conocer cuánto se tiene, y la respuesta a esta pregunta no es el sueldo que recibe. Si verdaderamente quiere saber con cuánto dinero dispone, lo primero que debe hacer cada vez que recibe el salario es restar las deudas y los gastos fijos. En esta lista entran cuotas de tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, de vehículos, educativos o de cualquier otra índole, el pago de arriendo, servicios públicos, transporte, alimentación, plan de datos, suscripciones a plataformas, seguros, impuestos….
También se recomienda descontar un porcentaje de ahorro (muchos sugieren que sea del 10 % al 20 % de su salario). Si está altamente endeudado, o sus gastos son considerables, es probable que no le quede mucho para ahorrar. No importa el porcentaje, lo importante es que arranque con este hábito y que resista el impulso de gastarlo. Recuerde, el ahorro solo se toca ante emergencias.
Si nunca ha hecho este ejercicio se dará cuenta que, probablemente, sus gastos fijos son demasiado altos y que, para que el dinero le rinda más, seguramente deberá disminuirlos, al igual que las deudas.
Pero aquí no acaba el ejercicio, pues también hay que tener en cuenta los gastos variables: salidas, viajes, cafés, compras impulsivas y otros pequeños gastos que, aunque parezcan inofensivos, pueden desequilibrar el presupuesto.
Lo complicado con estos últimos es que, como no se prevén, pueden irse acumulando y a fin de mes representar una considerable cantidad de dinero sin que llegue a dar cuenta. A esto se le conoce como “gastos hormiga”.
Vemos entonces cómo, en la práctica, no es tan fácil cumplir con eso de que no se debe ganar más de lo que se gasta. Ante tal desafío, la tecnología puede ser de gran ayuda para mejorar nuestra administración. El uso de estas tres aplicaciones podrían marcar la diferencia y hacer que llegue a fin de mes con dinero en el bolsillo.
Monefy
Su sistema es simple: registro de ingresos y gastos.
Cuando usted recibe su sueldo, o cualquier otro dinero, simplemente debe presionar el botón con el símbolo de más (+), y escribir la cantidad. Por el contrario, si tiene un gasto, debe hacerlo en el botón con el ícono de (-).
Entonces, cuando reciba el suelo (+) ingresa la cantidad, y tan pronto lo haga, comience a agregar todos esos menos (-) que sabe que va a tener en el mes (en la medida de lo posible también vaya separando ese dinero, bien sea pagándolo vía transferencia, o dejándolo en sobres para después consignarlo).
Al final, la aplicación le dirá con cuánto dinero empezó (con los números de color verde), cuánto dinero ha gastado (con números de color rojo) y cuánto dinero le queda (en la casilla de “Saldo”).
Pero aquí no termina, pues recuerde que debe registrar a lo largo del mes todos los demás gastos que tenga, por pequeños que parezcan. Recuerde, los “gastos hormiga” pueden convertirse en un gran elefante.
Otra ventaja es que esta aplicación le permite ver el gasto que usted hace por categoría (podrá ver el porcentaje de sus gastos en íconos de transporte, vestido, alimentación, salud, vivienda…). Con esto usted también podrá identificar cuáles son esos rubros en donde más se le está yendo el dinero y, con base en esa información, tomar decisiones financieras más inteligentes, como reducir el gasto en cosas que no son vitales.
Lo que realmente gusta de esta aplicación es que toda esta información la muestra en una sola pantalla, por lo que con un vistazo usted puede tener el resumen de lo que ha sido su comportamiento financiero en el mes. Pero si quisiera tener información más detallada, también puede acceder y ver cuánto gastó, en qué y cuándo.
Si es disciplinado es prácticamente imposible que llegue a fin de mes sin saber en qué se le fue el dinero.
Spendee
Esta aplicación también le permite registrar ingresos y gastos. Su interfaz no es tan intuitiva como la anterior, pues la diferencia entre lo uno y lo otro lo muestra con un gráfico de barras.
La función que realmente llama la atención de esta app es la de “Presupuesto”, pues aquí se podrá poner límite al dinero que se puede gastar.
Imagine que después de hacer el cruce de cuentas anterior (gastos, pago de deudas y ahorro) usted descubre que le quedan disponibles $300.000, y que de ese dinero a usted le gustaría destinar $50.000 a un gusto personal, como comprar café.
La aplicación hará el cálculo y, en este caso le dirá que usted podrá gastar hasta $1.600 diarios en cafés. Haciendo uso de su inteligencia artificial, cada vez que usted haga un gasto y le ponga la etiqueta de “café”, la aplicación hará el cálculo y le dirá cuánto dinero le queda disponible. Por ejemplo, si en el primer día en este rubro usted quiso invitar a varios amigos, y gastó $7.000, la app ahora le dirá que ya ocupó el 14 % del presupuesto, y que ahora le quedan $1.400 diarios para este gasto.
Esta es una función clave para una persona que quiere fortalecer su disciplina financiera, pues mantiene a raya los gastos y evita hacer compras impulsivas.
MonAi
¿Fan de la inteligencia artificial? Esta aplicación utiliza esta tecnología para hacer más fácil su uso.
¿Recibió un ingreso? Fácil, solo active el micrófono y dígale a la aplicación “recibí un ingreso de un millón de pesos”. Automáticamente interpretará su mensaje y sabrá que lo que usted quiere hacer es que se añada esa cantidad a ingresos.
Si tuvo un gasto, la operación es igual: “gasté $150.000 en el restaurante de la esquina”. De inmediato esa cantidad no solo quedará registrada, sino que restará ese monto de sus ingresos, revelando el saldo nuevo saldo que disponible.
La inteligencia artificial también le permite organizar la información por categorías. El gasto de la cena del día anterior se verá representada por el ícono de una hamburguesa, y si se compró un perfume, este será representado por un diamante (representación de lujo). Si mañana vuelve a ir al restaurante, ese monto se sumará a la barra de la hamburguesa, y así con cada gasto. Al final del mes podrá ver cuáles fueron esas categorías en las que más se gastó su dinero.
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