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Aprender a manejar nuestras finanzas no siempre es una tarea tan sencilla. En el ejercicio de crecer y empezar a tomar acciones sobre nuestros gastos y nuestras ganancias debemos tener en cuenta ciertas aristas que pueden promover una vida financiera en orden y otras que pueden ponerla en riesgo.
Entre las herramientas que pueden aliviar nuestras finanzas se encuentran las tarjetas de crédito. Aunque debe tener en cuenta que estas pueden ser tanto una ventaja cómo una desventaja para nuestra estabilidad económica, dependiendo de si sabemos o no usarlas adecuadamente.
De acuerdo con el Reporte de Inclusión Financiera 2024, la tarjeta de crédito es el producto de crédito con más penetración en el país: el 23,25 % de los adultos en Colombia tienen una.
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De todas formas, debe ser responsable a la hora de usarlas, pues están entre los productos crediticios más caros del mercado.
¿Qué es una tarjeta de crédito?
En términos básicos una tarjeta de crédito funciona con un préstamo: el usuario tiene la posibilidad de adquirir un producto y/o servicio e ir pagándolo, aquí debe tener en cuenta que las entidades manejan diferentes tasas de interés y si hace compras a más de una cuota deberá cubrir este monto extra (algunas cobran incluso si paga a una sola cuota).
Además de este beneficio, las tarjetas de crédito funcionan para tener una noción de cómo maneja sus finanzas y le muestran a los bancos una radiografía que les permitirá poner o no el foco sobre usted para considerarlo cómo un posible cliente.
Las transacciones que haga con este tipo de tarjeta irán construyendo su vida crediticia, si usted paga a tiempo y no excede el cupo de su tarjeta de crédito, es más factible que en el futuro pueda acceder a préstamos con montos más altos, pero, por el contrario, si se desfasa en las fechas de pago y se excede en el cupo de su tarjeta los bancos no pensarán siquiera en contactarlo, pues representará un riesgo financiero para las entidades.
¿Cuáles son los requisitos para acceder a una tarjeta de crédito?
La mayoría de las entidades bancarias tienen como condición base que las personas sean mayores de 18 años y menores de 84 años, pero dependiendo de la entidad estas edades pueden variar.
Además, hay algunas opciones para acceder a tarjetas de crédito joven, que aplican para personas desde los 14 años. En este caso, se debe contar con el aval de un mayor de edad.
Debe tener en cuenta que para poder acceder a estas tarjetas es necesario tener ingresos mínimos comprobables. En algunos casos, se piden dos salarios mínimos comprobables y/o un historial crediticio.
En cualquiera de los casos es buena idea asesorarse con las entidades bancarias de su interés para determinar cuál de ellas ofrece una mejor oferta dependiendo de sus necesidades y tener en cuenta que se pueden hacer cobros en la cuota de manejo, en los intereses y en seguros para prevenir cualquier problema o robo que ponga en riesgo su estabilidad financiera.
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