
Aunque muchas empresas emergentes ofrecen servicios de emparejamiento basados en IA, las aplicaciones más grandes están empezando a presentar sus propias versiones.
Después de usar por inercia durante años aplicaciones de citas como Hinge y Tinder, Emma Inge, una gestora de proyectos de 25 años de San Francisco, decidió probar algo diferente.
En septiembre, después de que un anuncio la llevara hasta la página web de una empresa emergente llamada Known, Inge pasó 20 minutos confiando en un casamentero de inteligencia artificial. El casamentero, básicamente un chatbot de IA, le preguntó por teléfono qué buscaba en una pareja, y ella le transmitió sus preferencias (atlético) y sus señales de alarma...
Por Eli Tan | The New York Times
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