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El uso de las tarjetas de crédito es muy habitual en Colombia. Según datos de la Superintendencia Financiera, al cierre de 2024 había más de 14,6 millones de estos plásticos activos en el país.
Aunque este aumento refleja los avances que ha logrado el país en materia de inclusión financiera, también es cierto que un mal manejo de este instrumento podría afectar seriamente las finanzas de una persona.
Una muestra de ello es la alta tasa de morosidad en tarjetas de crédito entre los colombianos. Según TransUnion, esta cifra se consolidó en 5,7 %, es decir, casi seis de cada 100 colombianos con tarjeta de crédito presentaba un retraso en el pago de 60 días o más.
Para ayudar a sus clientes a enfrentar esta situación, los bancos ofrecen la opción del pago mínimo alterno. Ojo: no debe confundirse con el pago mínimo, que es el valor que se acostumbra pagar cada mes.
Según Bancolombia, el pago mínimo alterno consiste en tomar el saldo de la deuda de cada transacción activa —tanto compras como avances— y diferirlo en 36 cuotas. Luego, a ese total se suman los intereses generados hasta la fecha de corte, la cuota de manejo y otros cobros adicionales, como seguros y comisiones.
El resultado es una cuota mucho menor que la del pago mínimo. Su valor podría rondar el 5 % a 10 % del total de la deuda, por lo que, por ejemplo, para una obligación de $3.500.000, esta podría ser inferior a los $350.000.
Bancos como Scotiabank Colpatria detallan que, con esta opción, no se pierde la tasa preferencial y que esta alternativa no estará disponible si en los últimos seis meses ya se tomó un rediferido o si se encuentra en mora.
¿Por qué debería evitarse?
Aunque esta opción brinda el beneficio de darle un respiro a su bolsillo y más liquidez para atender otras obligaciones, a largo plazo puede resultar contraproducente.
La razón principal es que usted pagará mucho más en intereses y se demorará más tiempo en liquidar la deuda. Sí, puede que sienta que está ahorrando dinero ahora, pero tendrá que pagar un valor adicional más adelante.
Los bancos también permiten que sus usuarios reviertan esta decisión, siempre y cuando la solicitud se haga antes del siguiente corte de facturación.
La recomendación que hacen los expertos es que siempre pague más de lo que le dice el banco que debe cancelar, ya que de esa forma estará reduciendo el capital y ahorrando, para futuro, dinero en intereses.
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