Gas prepago, la apuesta de EPM

¿Se imagina que a su casa dejara de llegarle factura por cuenta de lo que consume en servicios públicos? ¿Que se tuviera que olvidar de pagar lo que usted considera que no usó pero sí le llega registrado mes a mes en forma de cargo fijo? ¿Qué haría si le ofrecen la posibilidad de pagar sólo lo que consume y, cada vez que sienta que se le va a acabar su crédito, tan solo va a un supermercado y lo recarga, al mejor estilo de un teléfono celular? Pues esas respuestas las tienen las Empresas Públicas de Medellín (EPM) y su más novedosa estrategia de venta de servicios.

Juan Esteban Calle, gerente de EPM, le contó a este diario que ya están trabajando en la puesta en marcha de la venta de gas natural domiciliario, pero con un diferenciador: que su cobro será prepago. Calle aseguró que actualmente se encuentra en etapa de estudio: “estamos trabajando internamente en investigación y desarrollo para buscar esa solución”.

Desde 2007 EPM presta el servicio de energía prepago, que funciona con un pin similar al necesario para recargar un teléfono celular y, gracias a un medidor especial, el usuario va controlando su consumo. “Usted compra dos mil pesos de energía, tiene un medidor prepago en su vivienda y se puede fijar cuánta le queda disponible. Sabrá por el medidor qué cantidad de energía le va quedando y de esa forma va acomodando su consumo. De igual manera funcionará el agua prepago y a más largo plazo el gas”, contó el empresario.

Así, para 2015, EPM espera tener un millón 100 mil usuarios en 90 poblaciones de Antioquia, es decir, que el 90% de las viviendas urbanas, para esa fecha, tendrá gas natural y con ello la posibilidad de acceder al servicio vía prepago. Actualmente hay 152.743 usuarios en energía prepago en el departamento, los cuales compran en promedio $4.000 seis veces al mes. Esta ha sido, sin duda, una solución para miles de hogares que por sus escasos ingresos veían cómo reiteradamente les cortaban los servicios por falta de pago. Ahora el consumo lo acomodan de acuerdo con sus ingresos.

Es el caso de doña Erminia Mazo, quien vive en el barrio Manrique y desde hace dos años implementó el servicio en su vivienda. Fue la solución a los constantes cortes en el servicio “por atrasarnos en el pago de la factura”. En su casa compran en promedio $20.000 al mes, suma con la que le alcanza para cocinar a toda su familia —compuesta por cuatro personas—, ver televisión y a su hijo, para hacer tareas en el computador. “Nos hemos acostumbrado a ahorrar, ya no dejamos bombillos prendidos sin necesidad o el radio. Es un sistema muy bueno para nosotros los pobres”, añadió.

Lo curioso es que, aunque la medida se implementó pensando en los antioqueños de más bajos recursos, también han hecho uso de la energía prepago 431 familias de estrato cuatro, 90 de estrato cinco y cinco del estrato seis. Pero la cifra que más llamó la atención fue la de los 3.389 clientes que usan este modelo de pago y consumo, pero en el sector comercial y productivo del departamento.

En el caso del agua prepago, EPM realizó un programa piloto con 300 familias durante seis meses y antes de finalizar este año el sistema será implementado en los cinco departamentos donde la empresa presta sus servicios. “Estamos pendientes del marco tarifario aprobado e iniciamos inmediatamente, luego seguimos con el gas”, explicó el gerente de EPM, Juan Esteban Calle.

Pero los planes de la compañía de servicio públicos buscan poder ofrecer en bloque todo el portafolio con este modelo de pago, marcando la pauta en el país y demostrando que los usuarios sí están en la capacidad de administrar mejor los recursos, aportando a la protección del medio ambiente. El modelo de servicios públicos prepago es “el que consideramos ideal para las familias con mayor vulnerabilidad económica”, recalcó.

¿Se imagina que a su casa dejara de llegarle factura por cuenta de lo que consume en servicios públicos? ¿Que se tuviera que olvidar de pagar lo que usted considera que no usó pero sí le llega registrado mes a mes en forma de cargo fijo? ¿Qué haría si le ofrecen la posibilidad de pagar sólo lo que consume y, cada vez que sienta que se le va a acabar su crédito, tan solo va a un supermercado y lo recarga, al mejor estilo de un teléfono celular? Pues esas respuestas las tienen las Empresas Públicas de Medellín (EPM) y su más novedosa estrategia de venta de servicios.

Juan Esteban Calle, gerente de EPM, le contó a este diario que ya están trabajando en la puesta en marcha de la venta de gas natural domiciliario, pero con un diferenciador: que su cobro será prepago. Calle aseguró que actualmente se encuentra en etapa de estudio: “estamos trabajando internamente en investigación y desarrollo para buscar esa solución”.

Desde 2007 EPM presta el servicio de energía prepago, que funciona con un pin similar al necesario para recargar un teléfono celular y, gracias a un medidor especial, el usuario va controlando su consumo. “Usted compra dos mil pesos de energía, tiene un medidor prepago en su vivienda y se puede fijar cuánta le queda disponible. Sabrá por el medidor qué cantidad de energía le va quedando y de esa forma va acomodando su consumo. De igual manera funcionará el agua prepago y a más largo plazo el gas”, contó el empresario.

Así, para 2015, EPM espera tener un millón 100 mil usuarios en 90 poblaciones de Antioquia, es decir, que el 90% de las viviendas urbanas, para esa fecha, tendrá gas natural y con ello la posibilidad de acceder al servicio vía prepago. Actualmente hay 152.743 usuarios en energía prepago en el departamento, los cuales compran en promedio $4.000 seis veces al mes. Esta ha sido, sin duda, una solución para miles de hogares que por sus escasos ingresos veían cómo reiteradamente les cortaban los servicios por falta de pago. Ahora el consumo lo acomodan de acuerdo con sus ingresos.

Es el caso de doña Erminia Mazo, quien vive en el barrio Manrique y desde hace dos años implementó el servicio en su vivienda. Fue la solución a los constantes cortes en el servicio “por atrasarnos en el pago de la factura”. En su casa compran en promedio $20.000 al mes, suma con la que le alcanza para cocinar a toda su familia —compuesta por cuatro personas—, ver televisión y a su hijo, para hacer tareas en el computador. “Nos hemos acostumbrado a ahorrar, ya no dejamos bombillos prendidos sin necesidad o el radio. Es un sistema muy bueno para nosotros los pobres”, añadió.

Lo curioso es que, aunque la medida se implementó pensando en los antioqueños de más bajos recursos, también han hecho uso de la energía prepago 431 familias de estrato cuatro, 90 de estrato cinco y cinco del estrato seis. Pero la cifra que más llamó la atención fue la de los 3.389 clientes que usan este modelo de pago y consumo, pero en el sector comercial y productivo del departamento.

En el caso del agua prepago, EPM realizó un programa piloto con 300 familias durante seis meses y antes de finalizar este año el sistema será implementado en los cinco departamentos donde la empresa presta sus servicios. “Estamos pendientes del marco tarifario aprobado e iniciamos inmediatamente, luego seguimos con el gas”, explicó el gerente de EPM, Juan Esteban Calle.

Pero los planes de la compañía de servicio públicos buscan poder ofrecer en bloque todo el portafolio con este modelo de pago, marcando la pauta en el país y demostrando que los usuarios sí están en la capacidad de administrar mejor los recursos, aportando a la protección del medio ambiente. El modelo de servicios públicos prepago es “el que consideramos ideal para las familias con mayor vulnerabilidad económica”, recalcó.