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Las acciones de la compañía cayeron ayer 29,42% en la bolsa de Londres, hasta mínimos de 68,62 peniques, completando una desvalorización de 74% en lo corrido de 2015.
Aunque el presidente de Glencore, Ivan Glasenberg, anunció un plan de reducción de los márgenes de deuda de la compañía hace tres semanas, esta sigue siendo la principal preocupación de los inversionistas. En especial porque los precios de las materias primas todavía no muestran signos de recuperación.
Hunter Hillcoat y Marc Elliott, analistas de Investec, advirtieron que “en el clima actual, los problemas de deuda son por mucho la principal preocupación de Glencore”. Además, los expertos indicaron que “podría ser necesario un plan de reestructuración de estos créditos”.
La compañía ha liquidado activos como parte del plan de más de US$10.000 millones de reducción de deuda. Una iniciativa inspirada por el bajonazo que tuvieron las materias primas por el deterioro de la economía China. Sin embargo, Goldman Sachs dijo la semana pasada que el plan de Glencore es inadecuado.
En consecuencia de esta incertidumbre, los más de 1.400 millones de euros en bonos de deuda corporativa de Glencore tuvieron fuertes desvalorizaciones.
Con el fin de seguir mejorando sus niveles de deuda de 30 a 20 mil millones de dólares, Glencore contrató al Citi Group y al Credit Suisse Group para vender su pequeña participación en los negocios de agricultura.
Pese a estas medidas, Investec explicó que “todavía no está claro cuánto valor les puede quedar a este tipo de compañías en medio de una coyuntura económica mundial que brinda difíciles condiciones para la industria minera. Por ello, si los precios de las materias primas se mantienen en los niveles actuales, casi todo el valor de la acción de Glencore se evaporará”.
Además, Goldman Sachs sentenció que el precio de las materias primas caerá por lo menos otro 5%. De manera que las métricas para mantener la calificación de los bonos de Glencore se saldrían de rango.
El multimillonario Glasenberg comentó que nadie puede leer el mercado chino. La producción industrial de las naciones ha caído 8,8% en el último mes, el desplome más grande en los últimos cuatro años. El principal consumidor de materias primas del mundo está luchando con el exceso de capacidad, desmotivando la inversión y manteniendo débiles las manufacturas.
A comienzos de este mes los inversionistas de Moody’s cambiaron la perspectiva de Glencore a negativa y mantuvieron la calificación de su deuda en Baa2. Además, Standard & Poor’s bajó su puntaje de BBB a negativa, argumentando que la debilidad de la economía China seguirá.