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La vía que conecta al centro del país con el sur profundo avanza, por fin. Así lo confirmó la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), que anunció la entrega de la Unidad Funcional 2 del proyecto Santana-Mocoa-Neiva, uno de los corredores más estratégicos de la cuarta generación de concesiones viales.
El tramo de 65 kilómetros entre Campoalegre y Gigante, en el departamento de Huila, quedó oficialmente en operación tras su rehabilitación y la construcción de variantes clave como las de Campoalegre y Hobo.
Este avance no solo mejora la movilidad, sino la integración de una región relegada del mapa logístico del país. En total, esta UF sumó $350.832 en inversión Capex (largo plazo) y $653.600 de Opex (corto plazo).
Las obras incluyen 57 kilómetros de mejoramiento sobre la vía existente, un nuevo viaducto de 280 metros de longitud sobre la represa de Betania, y la construcción de más de 8 kilómetros de variantes que eliminan cuellos de botella en centros urbanos.
En Campoalegre, la variante incorpora cuatro puentes y dos glorietas; en Hobo, tres puentes, tres cruces rurales y otras dos intersecciones estratégicas.
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Una autopista clave que aún no despega del todo
El megaproyecto Santana–Mocoa–Neiva, con 456 kilómetros de extensión, es la arteria que pretende conectar a Bogotá con Quito, Ecuador, por vía terrestre, reduciendo el trayecto de 26 a 20 horas.
A la fecha, su ejecución total alcanza 73,63 %, con siete unidades funcionales y una inversión de $2,31 billones. Todavía está a 24 % de distancia.
El corredor genera más de 4.000 empleos activos y beneficiará a más de tres millones de personas en 16 municipios de Putumayo, Cauca y Huila.
Aunque el ritmo se acelera en algunos tramos, el panorama general sigue cruzado por demoras, licencias ambientales pendientes y disputas contractuales.
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Según Aniscopio, el plan de construcción estaba previsto para comenzar el 1 de diciembre de 2016 y finalizar el 31 de octubre de 2019. Sin embargo, apenas se activó la ejecución el 15 de julio de 2022. Es decir, la ejecución comenzó casi cinco años y medio después de lo planeado.
¿Qué sigue pendiente?
- UF 1: Neiva-Campoalegre, con 79,5 %.
- UF 4: Garzón-Pitalito-San Agustín, con 47,2 %.
- UF 5: Pitalito-San Juan de Villalobos, con 84,5 %.
- UF 6: San Juan de Villalobos-Mocoa, con 57,7 %.
- UF 7: Mocoa-Santana, con 56,3 %.
En marzo, El Espectador reveló que el proyecto estuvo paralizado por más de dos años. Un tribunal internacional hoy dirime una controversia entre el concesionario Ruta al Sur y el Estado, relacionada con la atención de puntos críticos inestables. Además, la ANI admitió que varios subtramos (entre ellos la variante de Puerto Caicedo y la solución vial de Pericongo) no serán entregados antes del primer trimestre de 2026.
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Un impulso en medio de un sistema vial complejo
La entrega del tramo Campoalegre–Gigante se suma a los avances más recientes del portafolio 4G, donde brillan proyectos como la Autopista al Mar 2 (99,3 %) o Río Magdalena 2 (99,6 %).
Sin embargo, otros corredores, como la Perimetral de Oriente de Cundinamarca (43,2 %), evidencian que la modernización vial del país avanza a distintas velocidades.
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