El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, se está convirtiendo en una especie de rey Midas, pero al contrario. Todos los temas que anuncia se quedan sin respaldo y van cayendo en el olvido. El año pasado anunció una reforma tributaria con IVA para más productos de la canasta familiar y lo que aprobó finalmente fue una “colcha de retazos”, al decir de algunos analistas. A comienzos de 2019 dijo que, en el segundo semestre de este año, el Gobierno iba a presentar una reforma pensional y, de inmediato, fue desmentido por la ministra de Trabajo, Alicia Arango. Luego mandó el mensaje sobre la venta de una participación accionaria del 8,5 % de la estatal empresa petrolera Ecopetrol.
La venta de Ecopetrol se enmarcaría dentro del Plan de Renovación de la Administración Pública II, que anunció el ministro de Hacienda en un debate en el Congreso, que contempla la venta, liquidación y fusión de empresas estatales.
“La autorización ya está para hacerlo y, obviamente, toca discutir el tema (Ecopetrol) con el señor presidente de la República, pero esos recursos están aprobados. Esa operación está aprobada”, dijo Carrasquilla en declaraciones a Blu radio.
“Este es un tema que se está discutiendo con el presidente Duque”, dijo la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez, quien explicó que la nación tiene inversiones en varias compañías y que “dado que existen unas necesidades fiscales que lo que buscan es atender las necesidades sociales para que haya mayor equidad”, siempre se contemplan, dentro de los planes de financiamiento, alternativas para “vender participaciones accionarias”.
La ministra indicó que Ecopetrol “es una de las alternativas que siempre se contemplan, dado que hay una ley en donde autoriza al Gobierno Nacional a disminuir su participación a 80 % y hoy en día tiene 88,5 %”.
El “propietario” de la participación accionaria de Ecopetrol es el Ministerio de Hacienda y la venta es una posibilidad para atender “las necesidades fiscales que tiene el país”, dijo la funcionaria. La venta de esa participación es tema de análisis que se discute con el equipo de Gobierno.
La fruta del deseo
La participación del Estado en Ecopetrol es la cereza en el pastel que despierta el apetito de muchos funcionarios. Germán Vargas Lleras, siendo vicepresidente, consideró la posibilidad de vender para apropiar esos recursos al programa vial de cuarta generación (4G), y el anterior ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, también lo hizo, pero terminó vendiendo Isagen, la generadora y comercializadora de energía.
Por la venta de esa participación accionaria de Ecopetrol en manos del Estado del 8,5 %, el Gobierno podría obtener unos $10 billones. El precio de la petrolera colombiana en el mercado es de $120 billones, según la capitalización bursátil. Ese monto sería un poco más de lo que espera recaudar con la reforma tributaria aprobada en 2018, que es algo menos de $8 billones.
Lo cierto es que el Gobierno tiene que sopesar muy bien el valor agregado por la venta del 8,5 %. Si vende, el Estado ya no recibiría el 88,5 % de los dividendos sino el 80 %. Perdería un porcentaje de ingresos por el lado de los dividendos de Ecopetrol, que en 2018 le transfirió $3,2 billones por las utilidades de 2017 y para este año se prevé una cantidad mayor, porque se estiman unas ganancias muy superiores a los $10 billones.
No es descabellado pensar que el Gobierno puede estar recibiendo por dividendos de Ecopetrol algo más de $4,7 billones, debido a que se esperan utilidades muy cercanas a los $10 billones. Lo que tendría que pensar el ministro Carrasquilla es si es bueno para el Estado recibir $10 billones de una sola vez o mantener una participación del 88,5 % con un flujo de caja más seguro y constante.
El presidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), Julio César Vera, señaló que si se pudiera garantizar que “esos recursos se utilizaran en proyectos de inversión social o infraestructura, que permitan que el país avance en materia de competitividad y crecimiento económico, sería una medida positiva y obviamente contrarrestaría las posibles pérdidas que tuviera la nación de no tener dividendos asociados a esa participación”.
El dirigente gremial estima que el actual momento no es un escenario ideal para salir a vender. Ecopetrol es la empresa más importante del país. Vender esa parte de la empresa significará que el Estado perderá unos $600.000 millones cada año, en promedio, por concepto de dividendos, dijo Mario Valencia, de la Red de Justicia Tributaria.