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El Consejo Gremial Nacional, como vocero del sector empresarial y productivo del país, le hizo este martes un llamado a los líderes del paro para levantarlo y que se respeten los derechos de todos los colombianos.
De acuerdo con el comunicado del gremio, el sector empresarial, 98 % del cual está conformado por micros y pequeñas empresas, “está haciendo un enorme esfuerzo por la conservación del empleo de los colombianos en el marco de la crisis generada por la pandemia, por lo cual es fundamental que se pueda ejercer el legítimo derecho al trabajo, vulnerado de manera grave por el no acceso a insumos, la imposibilidad de distribuir los productos en los diferentes mercados y las dificultades en la movilidad de los trabajadores”.
El Consejo Gremial, que incluye a gremios como Acoplásticos, Analdex, Anato, Camacol, Confecámaras y Fedepalma, asegura que respeta el derecho a la protesta pacífica y considera fundamental que se avance en los espacios de diálogo con los comités de paro de sus territorios, “pero rechaza categóricamente los bloqueos, actos vandálicos y de violencia que se han venido suscitando en el territorio nacional, los cuales atentan contra la vida, seguridad, movilidad, ingresos y salud de los colombianos”.
En el documento agregan que los bloqueos no son acciones pacíficas y afirma que “son actos de violencia que perjudican al campesino, al trabajador, al comerciante, al empresario, al manifestante y a cada colombiano que cree en su país y lucha por sacarlo adelante”.
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También aseguran que no es “responsable” con el país por parte de los líderes del paro seguir promoviendo protestas en medio del peor pico de la pandemia, “que registra más de 450 muertes diarias en promedio, una ocupación del 96 % de las UCI y una economía en estado crítico, lo cual perjudica principalmente a la población de escasos recursos, a la que es necesario apoyar y no perjudicar más en las actuales circunstancias”.
Finalmente, el gremio le pide a las autoridades nacionales, departamentales y municipales que garanticen y defiendan los derechos fundamentales de todos los habitantes, “restablezcan el orden público y velen por la protección y el amparo de garantías constitucionales”.
Por su parte, los gremios productivos del departamento del Cauca, entre los que se encuentran la Andi, Acodrés y la SAG, también piden que no se les vulneren derechos, el “restablecimiento del estado social de derecho” y reiteran su interés por acompañar la conformación de caravanas para garantizar el abastecimiento de Popayán y el departamento del Cauca.
“Hemos dejado claro ante las autoridades municipal y departamental que deben atenderse aspectos de gran importancia, como carga represada en las vías, transporte de productos perecederos, problemas de abastecimiento en otros departamentos de los cuales depende el Cauca, así como la cobertura hasta el sur del departamento y la seguridad en las vías, garantizando la debida participación, abastecimiento y beneficio de todos los sectores productivos del departamento”, se lee en el documento.
Vale la pena recordar que desde hace más de una semana se vive una situación crítica en Cali, en donde las manifestaciones han derivado en graves hechos de violencia, discriminación e intolerancia y los bloqueos y barricadas mantienen incomunicadas y con problemas de abastecimiento varias zonas de la ciudad.
Además de las grandes razones que llevaron a que miles de colombianos salieran a las calles a protestar –reforma tributaria, reforma a la salud, crisis económica– existen diversos fenómenos sociales y problemas estructurales que vienen de años atrás, como lo explica monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de Cali, quien en entrevista con este diario mencionó que “son problemas de nivel nacional y no solamente de Cali y del Valle del Cauca. Lo que pasa acá es que hay una sumatoria de factores históricos. Organizaciones armadas al margen de la ley que están en los entornos, que tienen milicias urbanas, corredores estratégicos, economías basadas en lo ilegal, cultivos ilícitos, minería, mercado de armas, trata de personas. Cali aparece como un epicentro, está en el ojo del huracán de todas estas dificultades, que son de la región. Creo que todos estos son factores que se han conjugado. Tenemos una población, como llama el DANE, con pobreza monetaria, un alto porcentaje en pobreza extrema y Cali tiene altas situaciones de miseria y una gran población migrante”, explica Monsalve.
Monsalve también mencionó la importancia de abrir espacios de diálogo que tengan en cuenta los reclamos de las bases. “Hay que empezar a pensar desde la emergencia, desde el instinto de cooperación, que es la única posibilidad de sobrevivir. Los sectores sociales tienen que salir de sus trincheras y eso quiere decir que nos tenemos que ayudar y crear condiciones mínimas y vitales para todos y construir unas reglas de juego que nos permitan desarrollar una social mucho más redistributiva del bienestar, más incluyente y sobre todo desarrollar nuevas posibilidades de trabajo, más que de empleo”.
