Grupo Sura: "la prudencia nos caracteriza"

David Bojanini asegura que es necesario tener paz interior para mantener la mente activa, a la caza de nuevos negocios. / David Campuzano

Usted fue formado por Nicanor Restrepo Santamaría. ¿Qué le viene a la memoria cuando lo recuerda?

Una persona muy íntegra, con visión humanista de los negocios y el mundo en general, que hacía su trabajo con inteligencia. Un gran líder que proyectaba mucho a la comunidad, obsesionado por formar líderes y sucesores en la organización.

Esos son los verdaderos líderes…

Una persona muy culta, con quien es agradable conversar porque siempre tiene buenas anécdotas para contar.

La gente que no está familiarizada con el negocio de los seguros no sabe qué es ser actuario...

Es una profesión escasa pero que toma mucha importancia ahora. Son quienes calculan el valor económico de una situación que conlleva a un riesgo. Lo bonito de la actuaría es que no está solamente circunscrita al campo de los seguros; en las inversiones también hay riesgo y por eso hoy los actuarios tienen un papel mucho más amplio en valorar situaciones económicas donde se tiene riesgo implícito.

Hay muy pocos en el país. Don José Alejandro Cortés, por ejemplo, usted. ¿Ser actuario es sinónimo de llegar a una alta posición?

No, creo que escoger esta profesión implica tener un gusto por estudiar, porque requiere una combinación de las matemáticas, la estadística y las finanzas, lo cual requiere mucho tiempo. Lo escogí porque conocí la actuaría comenzando mi carrera y me enamoré. Se tienen que hacer sacrificios grandes, como José ‘Alejo’ Cortés, Jaime Enrique Uribe y muchos otros. A todos nos gusta estudiar.

Puede usted ser muy buen actuario pero no un buen líder. Hay que tener inteligencia emocional, trabajo en equipo. Hay que ser visionario y compartir esa visión.

¿Docente o empresario?

Fui docente algún tiempo y me ha gustado transmitir conocimientos. Hacer un esfuerzo con los muchachos en las universidades es agradable. Cuando uno logra ganarse su atención, es una satisfacción enorme. Pero ser empresario implica más experiencia, más responsabilidades. Las dos las disfruté mucho. Hoy soy empresario y estoy feliz.

¿Cómo logra estar activo en tantas juntas directivas a la vez?

No sé. Por ser Grupo Sura una holding que tiene distintas inversiones, parte importante de mi trabajo es la participación en esas juntas directivas, donde uno está acompañando a un presidente de empresa para que la proyecte lo mejor posible y logre tanto las metas de crecimiento como la satisfacción de sus clientes y la reputación en su mercado.

Usted es la cabeza visible del conglomerado más grande del país. ¿Qué tanto del tiempo que ha necesitado para lograrlo le ha restado a su familia?

Para uno tomar buenas decisiones debe tener la mente despejada, una cierta paz interior que permita analizar bien. Y lo que realmente hace uno en un cargo de estos es analizar muchas situaciones y, en conjunto con otros, tomar las mejores decisiones. Si no hay equilibrio, no se tendrá esa capacidad. Así que les dedico mucho tiempo a mis hijos, me gusta estar con ellos —eso es muy importante en la vida—, hago deporte, me gusta leer, hacer cosas diferentes para lograr ese equilibrio.

El golf y el tenis están en su radar. ¿Cómo andan su hándicap y su revés?

(Risas) Tenis hace mucho que no juego, porque el día que empecé con el golf me entusiasmé mucho. Es un deporte muy exigente y para aprenderlo hay que dedicarle tiempo. El hándicap lo tengo en 18, un punto muy bueno para los que aprendemos a jugar después de cierta edad.

¿Ha hecho muchos negocios jugando golf?

No, y prefiero jugar en el campo, disfrutar. He conocido gente que me lo propone, pero yo digo: “Juguemos y luego hablamos”. No lo utilizo para eso. Juego los sábados en la mañana y trato de hacerlo con mis amigos.

Ustedes siempre andan viendo nuevas posibilidades de inversión. ¿Hay algo en el mapa por ahora? ¿Les suena la chilena Corpbanca, por ejemplo?

En nuestro trabajo y por el tipo de empresa en la que estamos, tenemos que estar buscando permanentemente nuevas inversiones. Uno siempre está estudiando posibilidades, pero lo más importante es tener objetivos. En ese orden de ideas decimos qué nos gusta y en qué país. Eso nos permite tener un portafolio amplio de opciones que no siempre son empresas que están para la venta.

Por ejemplo, Bancolombia compra el HSBC en Panamá, hace cuatro años no lo estaban vendiendo, pero nos gustaba como banco y nos ayudaba a posicionarnos bien en ese país. Y lo otro importante es que nos movemos en unos sectores de la economía, pero hay que mirar cuáles son esos otros negocios que van surgiendo con los cambios en tecnología, los cambios demográficos, en los patrones de consumo de la gente. Vamos mirando si lo que va llegando es una oportunidad o una amenaza.

¿Y han visto oportunidades en un sector puntual como el tecnológico, por ejemplo?

Hay que ver temas relacionados con tecnologías nuevas, como la nanotecnología y la biotecnología. A nosotros nos llegan proyectos, los vamos analizando y miramos en cuáles podemos profundizar. Habrá cosas muy interesantes, pero si no tiene nada que ver con lo que uno hace, pues en eso no nos vamos a meter.

Recuérdenos cómo fue lo de ING, sin duda el negocio de ese año. ¿Cómo han crecido esas inversiones?

Nos ha ido muy bien. Esa inversión encajaba perfecto con lo que nosotros hacemos. Era una oportunidad de esas de una vez en la vida, era eso o nunca. Hicimos el mayor esfuerzo para hacer ese negocio y lo logramos. Y los resultados que hemos tenido están por encima del plan de negocios.

Es un plan que venimos revisando cada año, es muy ambicioso y hasta ahora lo hemos superado. Obviamente todavía hay mucho camino por recorrer. Si uno se pone a mirar lo que adquirimos, lo hemos venido complementando con otras adquisiciones. Por ejemplo, en 2012 en Perú nos hicimos al 63% de una compañía de seguros de vida que complemente el negocio; en 2013, la mitad del fondo de pensiones Horizonte BBVA y eso nos da una posición de más consolidación. También, una aseguradora pequeña en México y así hemos fortalecido el negocio.

¿Cómo les va por Chile? ¿Qué nos puede contar de Sura Asset Management?

Es la compañía que está en todos los países: en México, en Chile, en Perú, en Uruguay, en Colombia. Ella va cumpliendo el plan de negocios. Particularmente en Chile nos ha ido bien, es el mercado más maduro y donde los fondos de pensiones empezaron 10 años antes que en Colombia o Perú, país que en la parte regulatoria ha venido haciendo reformas al sistema pensional para hacerlo más solidario y lograr más cobertura. Esas decisiones deberían servir de ejemplo para los demás países.

¿Cómo va el Grupo Sura en el mercado de capitales? ¿Les pegaron también la volatilidad mundial y los anuncios de la Fed?

Obviamente. Nos afectaron a mitad del año pasado. Nos habíamos recuperado, pero nuevamente están volviendo a decir lo mismo, que van a retirar la ayudas y vuelven los mercados a enloquecerse. Los resultados del Grupo Sura son formidables, pero el mercado se asusta con estas medidas: que porque suben las tasas de interés, que porque sube el dólar, que los inversionistas internacionales se van a ir, entonces se caen las acciones, pero todas son situaciones transitorias que en el largo plazo se resuelven y, si a la empresa le va bien, la acción reflejará esos resultados.

¿Qué espera usted, personalmente, del cierre de 2013 y de 2014?

El de 2013 será un cierre bueno. Soy optimista, hemos obtenido resultados interesantes en la mayoría de las empresas, pero nos afectaron un poco las inversiones esas volatilidades. Pero eso es cuestión transitoria. Desde el punto de vista operativo, veo a las empresas siendo más eficientes, creciendo en ventas y me siento satisfecho. En 2014 seguiremos haciendo lo mismo, se espera un crecimiento mayor de la economía de EE.UU. y algo lento en Europa, lo que puede ser bueno para Colombia en exportaciones porque tendrá más demanda. Hay riesgos que se plantean en el horizonte que aún no es fáciles predecirlos, pero hay expectativa de que el precio del petróleo puede bajar por el shale gas en EE.UU., que hace que ese país sea más eficiente en materia energética, lo que trae mayor desarrollo industrial pero menor uso del carbón y del petróleo, menos commodities, lo que puede afectar al país porque son su gran fuente de ingresos. Por eso es tan importante que el país pueda desarrollar otra industria y no se quede sólo en eso.

¿El modelo de enroque ha sido la fórmula que ha consolidado al Grupo Empresarial Antioqueño?

Ayuda. El enroque de lo que era hace unos años a lo que es ahora es uno mucho menor. Las tres empresas que tienen propiedad cruzada, que son el Grupo Argos, el Grupo Nutresa y el Grupo Sura, realmente lo han reducido para efectos de control con la idea de que sigan presentes en el mercado de valores; apoyadas en las mejores prácticas de gobierno corporativo hemos logrado que tengan un número grande de accionistas nacionales e internacionales.

En el caso del Grupo Sura hay más de 600 fondos internacionales que son accionistas de la compañía, algo que se logra con buenas prácticas. Cuando vamos a financiar una operación como la compra de ING, una emisión de acciones fue la mayor fuente de recursos, por eso la importancia de tener las acciones inscritas en la bolsa y que tengan buena liquidez. Se hizo una inversión grande en un momento de crisis de mercados, pero la confianza era tal que conseguimos US$1,8 billones en el mercado accionario. El enroque nos sirve para seguir en los mercados bursátiles, porque el control está en estas mismas compañías. Si no fuera así, podría llegar una gran multinacional y quedarse con el control de las compañías y sacarlas de la bolsa.

¿Qué le ha enseñado a Carlos Raúl Yepes?

No creo que le enseñe nada a nadie. Él es una persona muy interesante, con un perfil y una visión de los negocios muy humana que está replanteando la forma de ver la banca. Creo, más bien, que le hemos aprendido mucho a Carlos Raúl. Llegó a ese cargo por hacer una carrera y, basado en principios sólidos que trae desde su formación con los jesuitas, ha sido una fortaleza en su estilo de liderazgo. Le aprendemos todos los días.

¿Qué le ha aprendido a Carlos Enrique Piedrahíta?

Muchas cosas. Es muy analítico. Es crítico de todo lo que analiza y nos permite ver muchos puntos de