La primera advertencia que hace Magdalena Pardo es que no se referirá al tema político. Como presidenta de la Cámara Colombo Venezolana sabe que lo suyo es el comercio binacional y que sobreaguar la salpicada marea diplomática es una de las claves para mantener vigoroso este gremio. Insiste en la cooperación y en la complementariedad de dos naciones que hoy viven tensas relaciones, agravadas con el asesinato de 10 colombianos en Venezuela y de dos miembros de la Guardia Nacional de ese país, cerca a la frontera común.
¿Realmente cómo ha afectado la crisis a la relación comercial binacional?
El comercio tuvo un buen comportamiento durante el primer semestre, a partir del segundo semestre y de la crisis política empiezan a haber restricciones que lo afectan notablemente, no solamente por las decisiones en sí, sino por la incertidumbre que generan en los empresarios.
Sigue a El Espectador en WhatsAppEsto ha hecho que entre enero y septiembre tengamos una caída en el comercio del 14,5% y por la fuerte contracción del segundo semestre creemos que vamos a llegar a una reducción de las exportaciones del 20% para todo 2008, pues calculamos ventas entre US$4.500 millones y US$4.800 millones. En principio habíamos proyectado una reducción de las exportaciones del 18%, pero la situación política trastocó todo.
¿Y cuál ha sido el comportamiento de nuestras importaciones desde Venezuela?
Las exportaciones de Venezuela, en general, han caído muchísimo, del orden del 50%, entonces ahí no se nota una actitud deliberada de no exportar a Colombia. Esto ha sido básicamente por la condición de tasa de cambio oficial que se utiliza para vender desde allá, que es de 2,15 bolívares por dólar y que no es rentable.
Venezuela ha tomado acciones concretas que restringe sus compras a Colombia, ¿qué hacer?
Lo que hay que tratar de lograr es que se separe el comercio de la política. Esto es lo que predica y lo que busca la Cámara, esa es la solución verdadera. Hay unas reglas planteadas en acuerdos como los de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que seguramente le darán la razón a Colombia, pues estamos siendo objeto de discriminación por parte de Venezuela, pero ese no es un camino que va a ser conducente en el plazo inmediato. Lo ideal es que funcionen los canales diplomáticos, que encontremos una solución. Ojalá que la iniciativa de mediación de Brasil prospere para que se logre encontrar un camino que distensione esta situación que afecta por igual a colombianos y venezolanos.
¿Pero de este lado quiénes son los más afectados?
Hay que tener en cuenta que la gran mayoría de las empresas que exportan a Venezuela son compañías que venden en el exterior US$100 mil al año, las grandes firmas claro que comercian con ese país, pero de 3.300 empresas colombianas que venden al vecino, 2.200 exportan en promedio US$100 mil anuales. Entonces acá se está afectando es al pueblo colombiano que es al que se suele dirigir el presidente Chávez en sus alocuciones, y además al venezolano porque no está recibiendo con oportunidad los alimentos y si lo hace de otro país son más caros o subsidiados.
La realidad es que en los últimos días se han presentado hechos graves en la frontera común...
En las situaciones de frontera operar con políticas nacionales que no sean conjuntas es muy difícil, por eso la cooperación transfronteriza es vital, así como venía funcionando desde hace muchos años. Soy una convencida, por conocer el tema desde hace mucho tiempo, que garantizar la seguridad humana en la frontera pasa por una cooperación absoluta entre los dos gobiernos. Lo que pasa es que ahora estamos en el peor momento y dar soluciones es muy complicado, pero hay fórmulas ya ensayadas, la experiencia histórica ha demostrado que la cooperación de los dos países es fundamental para una convivencia pacífica en la frontera.
¿La situación ha atrasado aún más los pagos del Cadivi?
Venezuela tiene deudas con todos los países, pues es claro que hay rezagos por parte del Cadivi, en el caso colombiano son obligaciones por alrededor de US$700 millones y todos los días estamos a la expectativa de que se den esos pagos. Hay deudas por US$275 millones que ya llevan más de 180 días.
Ante el tema Cadivi, ¿qué les aconseja a los empresarios?
Que con Venezuela se pueden hacer negocios, pero no utilizando el dólar preferencial. Desde hace varios meses la Cámara viene insistiendo en que el empresariado colombiano debe hacer sus negociaciones con el dólar paralelo; además el gobierno de Venezuela ha restringido la asignación de dólares preferenciales y ahora solamente son para productos de primera necesidad, como alimentos y para farmacéuticos. Se debe aclarar que es absolutamente legal hacer las operaciones con dólar paralelo. Es que a pesar de todos estos accidentes, vale la pena anotar que el comercio sigue.
¿Qué planes se tienen para cuando entre en vigencia la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones (CAN)?
Esto se dará en abril de 2011 y por eso la Cámara ha planteado como urgente la suscripción de un acuerdo, ojalá en un marco multilateral como el que teníamos con la CAN, pero la segunda opción es hacer un acuerdo bilateral; el Gobierno colombiano le pasó una propuesta a su homólogo venezolano, pero no se alcanzó a obtener una respuesta antes de la crisis. Si no se dan, lo que regiría nuestra relación serían los acuerdos en el marco de la Aladi y la OMC.
Hace poco en entrevista con El Espectador, el embajador de Venezuela en Bogotá denunciaba que algunos empresarios colombianos sobrefacturan sus exportaciones...
Eso se trató en la última reunión presidencial en abril. Como Cámara ni apoyamos ni propiciamos esta práctica, estamos en contra y por supuesto que lo denunciaremos si lo detectamos. Sabemos que se presentaron algunos casos y que esa información se cruzó entre los dos gobiernos. Ahí la respuesta es una acción aduanera conjunta, de cooperación.
Finalmente, ¿qué mensaje quiere dejar?
El primero es que hay que mantener presencia en Venezuela y creo que los empresarios colombianos que están allá piensan así, los que exportan a ese país quieren seguir vendiéndole porque el consumidor venezolano desea seguir comprando colombiano. Nuestro producto está muy posicionado allá.
Además somos los más competitivos, porque podemos exportar por carretera, lo que facilita el comercio, nos da ventajas en términos de fletes, somos el mejor proveedor por precio y calidad. Cuando se logra eso un empresario no quiere desandar un camino recorrido. Cuando no hay problemas se da un comercio natural, que va a volver a fluir cuando se levanten esas barreras, porque funciona como un imán, y para el Gobierno colombiano que se analice cómo podemos mantener esa presencia.