Hidropónicos para mitigar el hambre en la Guajira
La Agencia Nacional de Tierras anunció que construirá cinco nuevos invernaderos en las regiones más apartadas del departamento. La iniciativa pretende producir 250 toneladas de comida al año y garantizar la seguridad alimentaria de las comunidades indígenas.
Redacción Negocios y Economía
En lo que va corrido del 2016 han muerto 69 niños por desnutrición en la Guajira. El año pasado fallecieron 37 y en 2014 perdieron la vida 48. “El vientre se hincha, la piel se seca, el pelo se va cayendo y los huesos pierden fuerzas. Los intestinos empiezan a atrofiarse y los sentidos fallan”. Así es morir de hambre según el portal especializado en pobreza del Banco Mundial. La ecuación es sencilla: abandono estatal + pobreza extrema + corrupción + sequía = hambre = muerte.
Todos los proyectos públicos y las iniciativas privadas que han tratado de mejorar la calidad de vida de estas comunidades olvidadas son bienvenidas, pero insuficientes.Sin embargo, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) ha venido desarrollando una idea innovadora que promete garantizar la seguridad alimentaria de miles de familias de Riohacha, Uribia, Maicao, Manaure y otros municipios de la guajira.
Miguel Samper Strouss, director de la ANT, asegura que ya se han entregado dos invernaderos para las comunidades Arhuaca y Kankuama, en Cesar y se van a destinar $2.000 millones para la construcción de cinco hidropónicos en distintos rincones de la Guajira. El objetivo es producir alimentos de tierra fría a 40 grados de temperatura.
El anuncio se hizo durante la entrega de un centro de acopio para el almacenamiento y preparación de productos de pesca, 15 corrales para ganado caprino y una dotación de insumos para la elaboración de artesanías. Según Samper, la iniciativa productiva que ya está en marcha beneficia directamente a 200 familias de la región. Indicó, además, que los invernaderos producirán 250 toneladas de alimento al año y pretender mitigar el hambre de las comunidades indígenas. “Para ello esperamos contar con el apoyo de la Gobernación y las instituciones locales. Los recursos, la tecnología y la voluntad son nuestro primer aporte”.
Con esta iniciativa productiva también se entregaron 20 kits de pesca, 20 lanchas de madera con motores fuera de borda, 780 caprinos para crianza, medicamentos veterinarios y una planta eléctrica para el fortalecimiento organizacional de la comunidad.
En lo que va corrido del 2016 han muerto 69 niños por desnutrición en la Guajira. El año pasado fallecieron 37 y en 2014 perdieron la vida 48. “El vientre se hincha, la piel se seca, el pelo se va cayendo y los huesos pierden fuerzas. Los intestinos empiezan a atrofiarse y los sentidos fallan”. Así es morir de hambre según el portal especializado en pobreza del Banco Mundial. La ecuación es sencilla: abandono estatal + pobreza extrema + corrupción + sequía = hambre = muerte.
Todos los proyectos públicos y las iniciativas privadas que han tratado de mejorar la calidad de vida de estas comunidades olvidadas son bienvenidas, pero insuficientes.Sin embargo, la Agencia Nacional de Tierras (ANT) ha venido desarrollando una idea innovadora que promete garantizar la seguridad alimentaria de miles de familias de Riohacha, Uribia, Maicao, Manaure y otros municipios de la guajira.
Miguel Samper Strouss, director de la ANT, asegura que ya se han entregado dos invernaderos para las comunidades Arhuaca y Kankuama, en Cesar y se van a destinar $2.000 millones para la construcción de cinco hidropónicos en distintos rincones de la Guajira. El objetivo es producir alimentos de tierra fría a 40 grados de temperatura.
El anuncio se hizo durante la entrega de un centro de acopio para el almacenamiento y preparación de productos de pesca, 15 corrales para ganado caprino y una dotación de insumos para la elaboración de artesanías. Según Samper, la iniciativa productiva que ya está en marcha beneficia directamente a 200 familias de la región. Indicó, además, que los invernaderos producirán 250 toneladas de alimento al año y pretender mitigar el hambre de las comunidades indígenas. “Para ello esperamos contar con el apoyo de la Gobernación y las instituciones locales. Los recursos, la tecnología y la voluntad son nuestro primer aporte”.
Con esta iniciativa productiva también se entregaron 20 kits de pesca, 20 lanchas de madera con motores fuera de borda, 780 caprinos para crianza, medicamentos veterinarios y una planta eléctrica para el fortalecimiento organizacional de la comunidad.