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El país cerró junio de 2025 con una inflación anual de 4,82 %, según el más reciente reporte del DANE. Aunque el costo de vida sigue creciendo, la cifra de junio se ubica en el nivel más bajo en más de tres años y marca una caída significativa desde el pico de 13,34 % alcanzado en marzo de 2023.
Aunque el dato fue bien recibido por los mercados, desde el centro de pensamiento ANIF advierten que aún no hay motivos suficientes para cantar victoria.
¿Por qué cae la inflación?
En su más reciente análisis, ANIF explica que la caída en el dato obedece principalmente a la inflación mensual de junio, que fue casi nula (0,04 %), la más baja para ese mes desde 2018.
Entre los factores clave está la desaceleración en el precio de los alimentos, que cayeron un 0,32 % en junio, y que en términos anuales registran una variación de solo 0,63 %.
También se desaceleraron los precios de los bienes regulados (como la electricidad y el gas domiciliario) y los arriendos, que presentaron una variación mensual de 0,19 %, la más baja desde agosto de 2020.
¿Qué viene para la inflación?
Pese a la tendencia a la baja en el costo de vida, el centro de estudios subraya que la inflación aún se mantiene por encima del rango meta del Banco de la República (que va de 2 % a 4 %, con un objetivo del 3 %).
Esto significa que, si bien hay señales de corrección, no se puede cantar victoria.
ANIF destaca que, pese a la baja general, algunos componentes siguen presionando la inflación. En particular, el centro de pensamiento señala que “la inflación de arriendos (usualmente bastante rígida), tuvo su menor variación mensual desde agosto de 2020. Sin embargo, la inflación de servicios aún sigue elevada”.
Aunque hubo una mejora en el dato de arriendos, la variación anual en este rubro sigue pesando cerca del 8 % en la conformación de los precios en el país.
Especialmente, al centro de pensamiento le preocupa el comportamiento de la llamada inflación núcleo, un cálculo del costo de vida que excluye alimentos y regulados, el cual sigue reflejando rigidez en los precios.
De ahí que ANIF advierta que algunos efectos que contribuyeron a la baja podrían no repetirse, como la caída de precios de alimentos. Además, factores como la volatilidad del tipo de cambio, decisiones de política fiscal o aumentos de precios controlados pueden reactivar la inflación en el segundo semestre.
Además, cabe resaltar que, si se toman los datos de inflación de enero a junio de 2025, los precios en Colombia subieron un 3,7 %, lo que pone presión para el cumplimiento del rango meta del Banco de la República (de nuevo, del 2 al 4 %) para el cierre de año.
Como lo señala ANIF, “es muy probable que la inflación cierre el año por encima del rango meta, cerca del 4,5 %”, lo que sugiere que alcanzar el objetivo del 3 % aún es lejano.
En ese contexto, el informe advierte que el Emisor deberá mantener una política monetaria prudente. Aunque el Banrep inició el ciclo de reducción de tasas, el espacio para seguir bajándolas rápidamente es limitado, debido a que “la convergencia estructural de la inflación aún no se ha consolidado”.
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