Innovación sobre ruedas

Que Colombia tenga un centro de desarrollo de la industria automotriz, tal como sucede en Corea del Sur, Europa y Estados Unidos, puede sonar utópico. Sin embargo, esta iniciativa, que el país necesita para ser competitivo en la materia, está cobrando forma en tiempos en que la puesta en marcha de varios acuerdos comerciales se traduce en retos para este sector de la economía y, por supuesto, para el empleo.

Para responder al cambio de visión que la industria de vehículos y autopartes ha experimentado en los últimos 15 años, Santiago Schlesinger Gómez, director del sector de la industria de vehículos y autopartes del Programa de Transformación Productiva (PTP) del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, cree que la solución es poner en marcha “altas inversiones”, algo a lo que el sector le apuesta. “La herramienta por excelencia para fomentar la innovación y formar capital humano es construir un centro de desarrollo tecnológico automotor”.

Un ejemplo de modernización fue la iniciativa de GM Colmotores, firma que recientemente no sólo decidió sofisticar el ensamble de sus vehículos, sino fabricar todos sus componentes en Colombia. “Esto dejó de ser un lujo para convertirse en necesidad. La industria está cambiando y, si el sector quiere ser competitivo, apostarle a un centro de desarrollo no es una actividad filantrópica”, aseguró Schlesinger.

Construir el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Industria Automotriz para encaminar al país como un reconocido competidor regional y mundial a 2019, según los cálculos del PTP y del sector privado, puede costar US$66 millones en los próximos diez años.

De acuerdo con las primeras estimaciones, el área total del centro de innovación tendría 75.000 metros cuadrados y una pista de pruebas de 2,4 kilómetros. Para la puesta en marcha de los laboratorios se destinarían US$17,2 millones; además, para la formación de capital humano se invertirían US$6,6 millones.

Colciencias, la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), la Asociación Colombiana de Fabricantes de Autopartes (Acolfa), la Universidad del Valle y el PTP hicieron un estudio para analizar la viabilidad del centro automotor y darle vida jurídica este año.

Luego de la constitución legal, en 2013 el centro empezará a trabajar en la formación de capital humano y también en la adquisición de equipos tecnológicos. “Que otros países nos tengan en cuenta para establecer alianzas. Tenemos un contacto con Corea del Sur, que es fuerte en investigación. Están interesados en apoyar este proyecto”, dijo el directivo.

Por el lado de los fabricantes, un vocero de General Motors Colmotores dijo a este diario que darle impulso a esta iniciativa debe ser un esfuerzo conjunto “de la industria, el Gobierno y la academia. Como un miembro de esta cadena, GM Colmotores busca colaborar con el desarrollo de la industria automotriz, apoyando iniciativas de desarrollo tecnológico, de apoyo a proveedores, a la industria, a nuevas ideas y, a la vez, espera encontrar soluciones a sus dificultades propias”.

“Nuestro acompañamiento ha sido constante en esta iniciativa desde el estudio realizado con la Universidad del Valle, y ahora como miembro fundador”, aseguró el vocero de GM Colmotores, quien afirmó que la rápida transformación de la industria automotriz debe apalancarse en un centro como el que está planeado.

Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes, considera que esta iniciativa es interesante aunque “no es fácil que se dé. Hay que buscar recursos, porque el Gobierno no va a poner nada. Que las empresas se arriesguen a invertir de sus recursos”. Para el dirigente, el país necesita este proyecto y los fabricantes de autopartes quieren apoyar la iniciativa. “Falta que todos digan que sí. Todo esto vale una plata interesante y hay que impulsarlo con mucho cuidado. Insisto en que es importante”.

“Sin duda alguna, es indispensable que el sector automotor se despierte ante los tratados. Viene una competencia gigante a más bajo precio. Es necesario innovar”, manifestó el rector del Colegio de Estudios Superiores en Administración (CESA), José Manuel Restrepo, quien considera que iniciativas como esta son muestra de un sector que se empieza a preparar.

Luego del cierre del mercado venezolano y de una marcada reducción en las ventas a Ecuador, los fabricantes nacionales de vehículos y de autopartes entraron en otros mercados en los que la demanda no ha dejado de crecer a buen ritmo. “Ahora estamos exportando carros a México y se está pensando vender a Argentina y Brasil. Eso no se contemplaba antes. En Centroamérica estamos registrando exportaciones y también vamos ingresando con fuerza en el mercado de Perú. Además, estamos aumentando la presencia en Chile”.

Y aunque la venta de vehículos en Colombia ha caído un 3% frente a 2011 (este año han salido a las calles 260.113 carros nuevos), Schlesinger es optimista y ve que el país está preparado para recibir a nuevas ensambladoras interesadas en aprovechar al país como plataforma exportadora a Estados Unidos, Canadá y también Chile.

“Hay una industria haciendo cosas nuevas. Por ejemplo, Fotón, la ensambladora china, está trabajando con un socio local para ensamblar camionetas. Eso toma tiempo. También, Vectrix —fabricante norteamericano de motos eléctricas— hizo público su interés de hacer una inversión”, concluyó Schlesinger.

Que Colombia tenga un centro de desarrollo de la industria automotriz, tal como sucede en Corea del Sur, Europa y Estados Unidos, puede sonar utópico. Sin embargo, esta iniciativa, que el país necesita para ser competitivo en la materia, está cobrando forma en tiempos en que la puesta en marcha de varios acuerdos comerciales se traduce en retos para este sector de la economía y, por supuesto, para el empleo.

Para responder al cambio de visión que la industria de vehículos y autopartes ha experimentado en los últimos 15 años, Santiago Schlesinger Gómez, director del sector de la industria de vehículos y autopartes del Programa de Transformación Productiva (PTP) del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, cree que la solución es poner en marcha “altas inversiones”, algo a lo que el sector le apuesta. “La herramienta por excelencia para fomentar la innovación y formar capital humano es construir un centro de desarrollo tecnológico automotor”.

Un ejemplo de modernización fue la iniciativa de GM Colmotores, firma que recientemente no sólo decidió sofisticar el ensamble de sus vehículos, sino fabricar todos sus componentes en Colombia. “Esto dejó de ser un lujo para convertirse en necesidad. La industria está cambiando y, si el sector quiere ser competitivo, apostarle a un centro de desarrollo no es una actividad filantrópica”, aseguró Schlesinger.

Construir el Centro de Desarrollo Tecnológico de la Industria Automotriz para encaminar al país como un reconocido competidor regional y mundial a 2019, según los cálculos del PTP y del sector privado, puede costar US$66 millones en los próximos diez años.

De acuerdo con las primeras estimaciones, el área total del centro de innovación tendría 75.000 metros cuadrados y una pista de pruebas de 2,4 kilómetros. Para la puesta en marcha de los laboratorios se destinarían US$17,2 millones; además, para la formación de capital humano se invertirían US$6,6 millones.

Colciencias, la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), la Asociación Colombiana de Fabricantes de Autopartes (Acolfa), la Universidad del Valle y el PTP hicieron un estudio para analizar la viabilidad del centro automotor y darle vida jurídica este año.

Luego de la constitución legal, en 2013 el centro empezará a trabajar en la formación de capital humano y también en la adquisición de equipos tecnológicos. “Que otros países nos tengan en cuenta para establecer alianzas. Tenemos un contacto con Corea del Sur, que es fuerte en investigación. Están interesados en apoyar este proyecto”, dijo el directivo.

Por el lado de los fabricantes, un vocero de General Motors Colmotores dijo a este diario que darle impulso a esta iniciativa debe ser un esfuerzo conjunto “de la industria, el Gobierno y la academia. Como un miembro de esta cadena, GM Colmotores busca colaborar con el desarrollo de la industria automotriz, apoyando iniciativas de desarrollo tecnológico, de apoyo a proveedores, a la industria, a nuevas ideas y, a la vez, espera encontrar soluciones a sus dificultades propias”.

“Nuestro acompañamiento ha sido constante en esta iniciativa desde el estudio realizado con la Universidad del Valle, y ahora como miembro fundador”, aseguró el vocero de GM Colmotores, quien afirmó que la rápida transformación de la industria automotriz debe apalancarse en un centro como el que está planeado.

Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes, considera que esta iniciativa es interesante aunque “no es fácil que se dé. Hay que buscar recursos, porque el Gobierno no va a poner nada. Que las empresas se arriesguen a invertir de sus recursos”. Para el dirigente, el país necesita este proyecto y los fabricantes de autopartes quieren apoyar la iniciativa. “Falta que todos digan que sí. Todo esto vale una plata interesante y hay que impulsarlo con mucho cuidado. Insisto en que es importante”.

“Sin duda alguna, es indispensable que el sector automotor se despierte ante los tratados. Viene una competencia gigante a más bajo precio. Es necesario innovar”, manifestó el rector del Colegio de Estudios Superiores en Administración (CESA), José Manuel Restrepo, quien considera que iniciativas como esta son muestra de un sector que se empieza a preparar.

Luego del cierre del mercado venezolano y de una marcada reducción en las ventas a Ecuador, los fabricantes nacionales de vehículos y de autopartes entraron en otros mercados en los que la demanda no ha dejado de crecer a buen ritmo. “Ahora estamos exportando carros a México y se está pensando vender a Argentina y Brasil. Eso no se contemplaba antes. En Centroamérica estamos registrando exportaciones y también vamos ingresando con fuerza en el mercado de Perú. Además, estamos aumentando la presencia en Chile”.

Y aunque la venta de vehículos en Colombia ha caído un 3% frente a 2011 (este año han salido a las calles 260.113 carros nuevos), Schlesinger es optimista y ve que el país está preparado para recibir a nuevas ensambladoras interesadas en aprovechar al país como plataforma exportadora a Estados Unidos, Canadá y también Chile.

“Hay una industria haciendo cosas nuevas. Por ejemplo, Fotón, la ensambladora china, está trabajando con un socio local para ensamblar camionetas. Eso toma tiempo. También, Vectrix —fabricante norteamericano de motos eléctricas— hizo público su interés de hacer una inversión”, concluyó Schlesinger.