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Un camino hacia el futuro sostenible

¿Qué podemos hacer si, por ejemplo, el “40% de la energía que se produce se derrocha o se desperdicia”?

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Edwin Bohórquez Aya
27 de octubre de 2022 - 12:18 p. m.
Rafael Segrera, presidente para Suramérica de Schneider Electric.
Rafael Segrera, presidente para Suramérica de Schneider Electric.
Foto: Edwin Bohórquez Aya
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Piense por un momento en este dato: el “40 % de la energía que se produce se derrocha o se desperdicia”. O en este otro: “Tan solo el 8 % de las grandes empresas, las que superan el billón por valoración, están participando en el cumplimiento de los objetivos de carbono”. Y uno más: “Electricidad 4.0. Eso es pasar a la acción con este proceso. Esa es la solución para el cambio climático. La unión de lo eléctrico con lo digital. Lo invisible lo hacemos visible”.

Las declaraciones, en el marco del “Innovation Summit Argentina 2022″, las entregó Rafael Segrera, presidente para Suramérica de Schneider Electric, quien durante la presentación, recalcó que “no hay ninguna geografía exenta de un desastre natural y eso no se puede convertir en la nueva normalidad. Hay una disparada de la emisión de los gases efecto estufa. Y si no hacemos nada, tomamos acciones, la trayectoria la tendencia sería un calentamiento en el año 2.100 de entre los 4 y los 6 grados. Hay compromisos, pero necesitamos reducir 45 % en esta década si queremos cambiar esa trayectoria”.

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La advertencia, evidentemente climática, no viene de un ambientalista, sino de un ejecutivo que, desde la empresa en la que trabaja, busca optimizar la generación y el uso que la sociedad le da a la energía. Por eso viene a la mente el texto que escribió Bill Gates en su más reciente libro, “Cómo evitar un desastre climático”, cuando dijo: “Si hablamos de un plan para afrontar el cambio climático, debemos contemplar todo lo que hacemos los humanos y que provoca gases de efecto invernadero. Cosas como la electricidad y los autos atraen mucha atención, pero no son más que la punta del iceberg. El turismo representa menos de la mitad de las emisiones derivadas del transporte, que a su vez constituyen el 16 % de las emisiones totales. La producción de acero y cemento suma cerca del 10 % de todas las emisiones. La pregunta ‘¿Qué planeas hacer con el cemento?’ es un recordatorio de que para formular un plan exhaustivo contra el cambio climático deben considerarse muchas otras cosas aparte de la electricidad y los autos”.

Hay que poner sobre la mesa los problemas y también proponer soluciones por lo menos, en este caso, desde una parte del sector empresarial. El “80% de la responsabilidad de las emisiones viene de la energía, sea de su generación, uso o transporte. El 60% de la energía que producimos no la consumimos eficientemente. O se pierde o se desperdicia”, agregó. ¿Qué hacer? Pues cada uno tiene su parte: gobiernos, empresas y ciudadanos de a pie, como usted y como yo. “No podemos imponer el mismo ritmo de transformación en todos los países porque todas las naciones son muy distintas”, recalcó Segrera.

Por eso, durante el mismo evento, aparecieron varios empresarios, altos ejecutivos y ejecutivas para entrar a la discusión. Eduardo Bastitta, presidente de +Colonia, habló desde la construcción de espacios de vivienda: “Debemos pensar en una ciudad desde el concepto sustentable, desde el inicio, para que sea sustentable desde todo punto de vista”. Se refiere a un proyecto que está desarrollando su compañía y que busca llamar a jóvenes y empresas para que se radiquen allí bajo el modelo de equilibrio. Dice en la presentación de dicho proyecto: “Se ubica en una región donde más de un 90% de la matriz energética proviene de fuentes renovables. Adopta prácticas ambientalmente responsables, uso eficiente de recursos e incentivos a la movilidad eléctrica. Ofrece alta conectividad basada en tecnología 5G y WiFi 6. Incorpora tecnología inteligente al servicio de la ecología y de facilitar la vida, potenciando la comunidad”. Son 515 hectáreas sobre el Río de la Plata, 7 kilómetros de playa y el agua se gestionará usando fuentes renovables. Toda una revolución que se vende como “una nueva smartcity” que además se convertirá en el “mayor centro de innovación de Latinoamérica”.

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Silvia Tenazinha, gerente general del Banco Santander en Argentina, recordó algo que parece obvio: “Nuestras firmas son logos con personas atrás. Una forma de retener talento es darles un edificio sustentable. Hace 20 años no pasaba eso. Hoy es la primera línea de la propuesta de valor para captar talento. Para tener la mejor gente hay que tener un ambiente sustentable y para cumplir eso debes cumplir ciertas normas, entonces todo va unido”. Dijo Pablo Kiesel, gerente comercial y de nuevos negocios de Rghsa, que si las construcciones de hoy “no tienen un producto que no esté certificado, las corporaciones (bancos) te dicen: no, estás afuera. Hoy se trabaja en cómo darle beneficio a las personas, porque está el 80% de su tiempo dentro esos edificios, de paredes. Por eso debemos pensar en que ese habitar sea lo mejor para sí mismos y para el medio ambiente”. No se trata de otra cosa que de “ser cada vez más responsables y lograr la trazabilidad para que el inversor tenga los fondos destinados a inversiones que certifiquen que son sustentables. Por eso es tan importante. Lo que antes era difícil de convencer al mercado ahora ya lo toma como una premisa”, apuntó, de nuevo, Eduardo Bastitta. Se sabe que, hasta el momento, 74 países se han comprometido con tomar acciones para frenar la crisis climática. Ahora en noviembre será la cumbre en Egipto y allí, públicamente, el mundo verá qué avances hay y qué nuevos compromisos se asumen. También son más las empresas que han asumido la tarea. En el 2028 fueron 215, en el 2019 se registraron 495, para el 2020 eran 918, en el 2021 ya 2.253 y para septiembre de 2022 ya se habían sumado 3.594. El 57% de esas empresas son grandes compañías (más de un billón), el 25% medianas (entre US$50 millones y un billón) y el 18% pequeñas (menos de US$50 millones). El 23% de ellas están en Asia, el 16 % en NAM, el 54% en Estados Unidos y el 7% en el resto del mundo.

¿Cuál es la hoja de ruta que se recomienda seguir, de acuerdo con el ejecutivo Rafael Segrera, para convertirse en cero emisiones a largo plazo desde el lado de las empresas? Él habla de siete pasos: 1. Alinear a las partes interesadas. 2. Definir presupuesto y financiación. 3. Tecnología, ciberseguridad, habilidades de fuerza laboral. 4. Desafíos de gobierno y regulación. 5. Recopilación de datos, métricas e informes transparentes. 6. Integración de la sostenibilidad y los objetivos estratégicos. 7. Integrar a la cadena de suministros y socios. Las empresas que ya lo han hecho invierten más sostenibilidad, definen sus objetivos y exploran la innovación para encontrar soluciones.

También, durante el “Innovation Summit Argentina 2022″, estuvo Diego Prado, el director de Asuntos Corporativos de Toyota Argentina. “La industria de automóviles está cambiando de forma acelerada. El negocio es el mismo, el auto, las partes, los distribuidores, pero cambió desde la demanda porque hay una generación de emisiones. Ya no nos preocupa crear un auto típico, ahora es cómo está ese carro conectado con el edificio en donde vivimos, por ejemplo. Estamos haciendo un piloto de una ciudad para que exista robótica en edificios y autos, carga de los carros, identificación de los carros en la ciudad inteligencia. ¿Cómo serán los carros del futuro? Serán baterías con ruedas que se cargan en la noche, donde es más barato porque no hay demanda. Eso cambia la industria del real state, por ejemplo”. Y entonces se entiende, no solo por estos avisos de carros eléctricos sino por el avance en la venta y consumo de productos que usan energía, las proyecciones que soltó Paula Altavilla, la presidenta de Schneider Electric para Argentina, Paraguay y Uruguay: “La demanda de la tecnología se va a triplicar de acá a 2050, por eso hay que robustecer la infraestructura para que sea más eficiente. Y eso viene de la mano de la digitalización. Los edificios consumen el 30% de esa energía que se produce y con digitalización se puede reducir un 30% de ese consumo cuando se hace de forma inteligente”.

A su turno Pablo Kiesel, de Raghsa, recordó que en sus desarrollos inmobiliarios “empezamos a ofrecer duchas al lado de los parqueaderos de las bicicletas. Para que fuera más digno. Y ya estamos poniendo conexiones para las monopatines. La gente ya no quiere usar bus o auto. Quieren en bicicleta y monopatín”. Una tendencia para viajar sin contaminar que también viene creciendo en países como Colombia. De ahí que la presidenta del banco Santander en Argentina revelara que “el seguro más vendido es el de bicicleta”.

Estas, que fueron algunas de las intervenciones más importantes del “Innovation Summit de Argentina”, dejaron un dato adicional: El 80% de los edificios que tendremos en pie para el año 2030, ya están construidos, así que la tarea que viene, en medio de todas nuestras ciudades, es del de la oportunidad de reconversión de los ediciones ya existentes, concluyó Altavilla, no sin antes recordar, como sus pares del sector empresarial, que los consumidores somos cada vez más exigentes y también es nuestra tarea exigir una trazabilidad de servicios y productos sustentables.

Ya lo dijo Bill Gates en su libro: “La razón por la que el mundo emite tantos gases de efecto invernadero es que las tecnologías energéticas actuales son, con diferencia, las más baratas disponibles (sin tener en cuenta los perjuicios a largo plazo que ocasionan). Así pues, lograr que nuestra mastodóntica economía energética abandone las tecnologías “sucias” y emisoras de carbono en beneficio de las tecnologías de cero emisiones conllevará un costo. Pero ¿qué costo? En algunos casos podemos calcular la diferencia de forma directa. Si existe una versión sucia y otra limpia de lo mismo, basta con comparar los precios”. Así que, sin más largas, es hora de que usted, yo y todos los que vivimos en este planeta, empecemos a comparar los precios antes de pagar. Ahí puede estar la diferencia en una de las luchas contra la crisis climática y en línea con la sostenibilidad.

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Edwin Bohórquez Aya

Por Edwin Bohórquez Aya

Comunicador social-periodista. MBA Inalde Business School. Premio Iberoamericano de Periodismo Económico IE Business School, Madrid (España). Premio a Mejor trabajo periodístico de Analdex, categoría prensa@EBohorquez_EyLebohorquez@elespectador.com
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