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Las solicitudes de beneficios por desempleo subieron a un máximo de más de un año y la inflación mayorista siguió moderándose, lo que se sumó a las señales de debilitamiento de la economía.
El índice de precios al productor para la demanda final aumentó un 2,3 % en abril respecto al año anterior, el ritmo más lento desde principios de 2021 y prolonga una relajación de un año vinculada a la caída de los costos de las materias primas y la mejora de las cadenas de suministro. Los datos gubernamentales del jueves también mostraron que las solicitudes iniciales de desempleo la semana pasada aumentaron al nivel más alto desde octubre de 2021.
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En un nivel alto, los informes pueden reforzar las posibilidades de que la Reserva Federal detenga su racha de subidas de tipos de interés en la reunión del próximo mes. Sin embargo, los detalles debajo de la superficie muestran presiones inflacionarias persistentes que los funcionarios están luchando por dominar.
Los datos del PPI llegan un día después de que el índice de precios al consumidor indicara que la inflación, aunque todavía alta, está comenzando a mostrar signos prometedores de moderación. Si bien los retrasos en los envíos, la escasez y otros problemas logísticos impulsaron considerablemente los precios de una variedad de productos en 2021 y la primera mitad de 2022, la mejora gradual de estos desafíos ha sido una fuerza desinflacionaria clave.
“Si tomas la totalidad de los datos de esta mañana y el IPC de ayer también, estos números ciertamente sugieren que la Fed debería tomarse un respiro y observar el panorama en los próximos meses”, dijo Omair Sharif, presidente de Inflation Insights LLC.
“La conclusión es que hay incertidumbre en este momento en general y si esa incertidumbre está alimentando el mercado laboral, esa es una razón aún mayor para que la Fed haga una pausa en este momento y solo tenga una idea de hacia dónde se dirigen las cosas”.
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Al mismo tiempo, la estrechez del mercado laboral ha hecho subir los salarios y ha mantenido la presión alcista sobre los precios. Si bien el desempleo sigue siendo bajo, la última cifra de solicitudes de desempleo sugiere cierta moderación.
Según la cifra principal, el 80% del aumento mensual del IPP se debió a los servicios. Eso incluyó aumentos para la gestión de carteras, la venta al por mayor de alimentos y un puñado de costos relacionados con la atención médica.
Y dentro del informe de reclamos, aproximadamente la mitad del aumento no ajustado en las solicitudes se debió a un estado: Massachusetts.
Lo que dice la economía de Bloomberg...
“El aumento reciente en las solicitudes de desempleo es consistente con nuestro análisis de los avisos WARN, que desde principios de este año han sugerido un debilitamiento inminente en el mercado laboral. Esto se reflejará en las próximas semanas, cuando veamos señales más claras de relajación en el mercado laboral en el informe mensual de empleos”.
— Eliza Winger, economista
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La Reserva Federal, que elevó las tasas de interés por encima del 5% por primera vez desde 2007 la semana pasada, ahora está monitoreando de cerca los precios de los servicios en busca de señales de que las presiones inflacionarias están disminuyendo significativamente.
Excluyendo los componentes volátiles de alimentos y energía, el llamado IPP básico aumentó un 0,2 % el mes pasado y subió un 3,2 % desde abril de 2022. También excluyendo los servicios comerciales, el IPP aumentó un 0,2 % respecto al mes anterior y un 3,4 % respecto al año anterior. .
Varias categorías del informe PPI, especialmente en atención médica, se utilizan para calcular el indicador de precios de gastos de consumo personal, la medida de inflación preferida de la Reserva Federal, que se publicará a finales de este mes.
Los precios de la atención ambulatoria del hospital aumentaron a un ritmo más rápido en abril que el mes anterior, al igual que la atención domiciliaria y de hospicio. Mientras tanto, se moderaron los costos de atención de pacientes hospitalizados y atención en hogares de ancianos.
Los costos de los bienes procesados para la demanda intermedia, que reflejan los precios anteriores en la tubería de producción, cayeron un 0,4% debido a una disminución en los costos de la energía y los alimentos. Excluyendo estos costos, la categoría aumentó al máximo en casi un año.
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