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La atención del Gobierno colombiano se centrará hoy en un invitado de lujo: Lim Hng Kiang, el ministro de Comercio e Industria de Singapur. El motivo de su visita es la firma, junto a Sergio Díaz-Granados, su similar colombiano, de un documento que, en realidad, es el primer paso para construir una relación económica, comercial y política más fuerte.
Su nombre es Acuerdo de Protección y Promoción Recíproca de Inversiones (APPRI), y su objetivo es crear un marco jurídico especial, que garantice que las condiciones fiscales, comerciales o políticas no cambiarán sustancialmente en los próximos años y conlleve a atraer un mayor número de capitales. Es considerado también el primer paso para entablar una relación más fuerte, soportada por un eventual tratado de libre comercio (TLC).
Y, en esta ocasión, se trata de un socio comercial estratégico. Es considerado el cuarto centro financiero a nivel mundial, con un gran flujo de capitales que, según la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad), lo ubicaron en la casilla 16 dentro del grupo de principales inversionistas del mundo (en total, colocó US$23.080 millones). Es también uno de los mercados más atractivos por nivel de ingresos (US$60.883 en 2012), con un interés claro en la agroindustria.
“El rápido crecimiento de su población ha hecho que los países de la región vean a América Latina como su futura despensa. Este proceso se inició hace 10 años y, en él, Singapur considera a Colombia como una puerta de entrada perfecta. Por eso está muy interesado en proyectos agrícolas, especialmente en frutas, hortalizas y piscicultura”, explica Álex Sierra, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria Colombiana del Sudeste Asiático.
Los intereses de los empresarios singaporenses también se encuentran en la minería, la logística, los derivados del petróleo y el sector servicios, en especial en los segmentos de call centers. Una muestra de ese interés es que el acuerdo que hoy se firmará fue negociado en el curso de un año, siguiendo los lineamientos de la visita oficial que el presidente Juan Manuel Santos le hiciera al archipiélago en mayo de 2012.
Pero no es el único socio con el que Colombia busca consolidar sus relaciones. El país ya suscribió dichos documentos con otros fuertes inversionistas a nivel mundial, como son Reino Unido y Japón, y se encuentran vigentes los APPRI firmados con España, Suiza, Perú, China e India (países con los que no hay en marcha un TLC formal). Estas siete naciones realizaron el año pasado inversiones en el exterior, de acuerdo con la Unctad, por US$331.082 millones
El potencial de Colombia como destino atractivo para estas inversiones se ha incrementado en años recientes: de los US$9.049 millones que captó en 2007, pasó a US$15.823 millones el año pasado, ubicándolo en el puesto 18 entre los principales receptores del mundo (fue número 28 en 2011).
Este aumento ha estado basado en dos pilares: la explotación de recursos naturales y el consumo interno, por lo que el Gobierno proyecta un cambio sustancial en el destino de los futuros capitales: el sector de infraestructura, una auténtica joya tras la que van empresarios españoles, británicos y, ahora, singapurenses.
dmayorga@elespectador.com
Por David Mayorga
