Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
A partir de hoy, la Ley permite trabajar menos horas por la entrada en vigor de la nueva fase de la Ley 2101 de 2021, que ordena la reducción progresiva de la jornada laboral semanal, de 48 horas a 42 horas, sin afectar el salario ni los beneficios del trabajador. Desde este año, el techo son 44 horas.
En medio de la transición legal, en las oficinas y almacenes surge la duda: ¿la hora del almuerzo hace parte de la jornada? Respuesta corta: no, nunca lo ha sido. Y la nueva ley tampoco lo cambia.
Según el Ministerio del Trabajo y la Función Pública, el tiempo destinado al almuerzo no se contabiliza como parte de la jornada laboral efectiva. Es decir, si el horario es de 8 a.m. a 5 p.m., con una hora de almuerzo intermedia, usted solo ha trabajado ocho horas.
Le podría interesar: Nequi regalará motos a sus usuarios en julio: así puede participar
Esa hora de descanso tampoco es remunerada, salvo que el empleador así lo acuerde con el trabajador.
El artículo 167 del Código Sustantivo del Trabajo, que regula esta materia, es claro en distinguir entre los tiempos e trabajo y los de pausa.
La Ley 2101 de 2021 estableció un cronograma progresivo para acortar la jornada.
- En julio de 2023 pasó de 48 a 47 horas.
- En julio de 2024, a 46.
- En 2025, a 44.
- En 2026, la jornada se estabilizará en 42 horas semanales.
Recomendado: La paradoja del campo: entre ser motor económico y tener las peores desigualdades
Las empresas pueden distribuir libremente esas horas semanales en cinco o seis días, de común acuerdo con sus trabajadores, sin que ello implique absorber el tiempo del almuerzo.
Ahora, ¿y si se quiere almorzar dentro de la jornada?
Se puede. Pero no es obligatorio. Depende del pacto entre partes.
Lo que sí cambia con la ley es el total de horas semanales obligatorias. Quizá la empresa elimine el sábado o acorte los días, pero no puede contar el almuerzo como parte del ajuste.
💰📈💱 ¿Ya te enteraste de las últimas noticias económicas? Te invitamos a verlas en El Espectador.
