La red de sobornos que tejió Airbus en 15 países y que también tocaría a Colombia

Una investigación de autoridades francesas, británicas y estadounidenses llevó a pagar US$4.000 millones al fabricante de aviones. En los documentos de las pesquisas se habla de pagos por US$5 millones a un alto ejecutivo de Avianca.

Redacción Economía.
03 de febrero de 2020 - 07:01 p. m.
Bloomberg
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Airbus acordó pagar una cifra récord de US$4.000 millones para cerrar tres investigaciones en su contra que le seguían autoridades del Reino Unidos, Francia y Estados Unidos. La primera de éstas fue abierta en 2016 por la oficina británica contra el fraude (SFO, por sus siglas en inglés), luego de que una pesquisa interna de la propia empresa comenzara a revelar un complejo entramado de sobornos para lograr ventas de aviones en por lo menos 15 países.

La conducta de la empresa, dependiendo del alcance de cada ente investigador, se remonta a, por lo menos, 2004, cuando el fabricante comenzó a pagar grandes sumas de dinero para asegurar contratos de venta con compañías en todo el planeta. Las primeras pruebas de estas conductas salieron a la luz en una auditoría interna del propio fabricante que, después de tener evidencia de que algo estaba sucediendo, alertó a las autoridades para, eventualmente, recibir un tratamiento judicial más benévolo.

Bajo el acuerdo logrado, Airbus deberá pagar la suma ya mencionada que, para el Reino Unido, es la más alta registrada por un caso de corrupción (la marca más alta la tenía Rolls Royce). Además de esto, se somete a una especie de escrutinio constante durante los próximos tres años para asegurar que los cambios al interior de la organización (pensados para no permitir este tipo de conductas) se hagan efectivos y perduren en el tiempo. Si el fabricante no cumple con el acuerdo, la investigación puede ser reabierta; sólo en las cortes británicas, el gigante aeroespacial enfrentaba al menos cinco cargos en su contra (suspendidos por cuenta del acuerdo alcanzado con la justicia).

El episodio de corrupción se llevó por delante no sólo los US$4.000 millones que pagará Airbus, sino también a Thomas Enders, quien fue CEO de la empresa entre 2012 y 2019. Aunque el ejecutivo ha recibido el crédito por impulsar la investigación interna que comenzó a destapar estas prácticas, éste anunció en 2017 (en el pico del escándalo) que no buscaría quedarse en el cargo. Según varios reportes, su decisión fue para ayudar a mejorar la reputación de la compañía después de todo este escenario.

Guillaume Faury, quien lideraba la división de aviación comercial, reemplazó a Enders al frente de Airbus.

Los sobornos

De acuerdo con las investigaciones francesas y británicas, Airbus entregó comisiones, principalmente a ejecutivos de aerolíneas, a través de una rama de la empresa encargada de labores de mercadeo, conocida como Strategy and Marketing Organization (SMO, por sus siglas en inglés, y con sede en París). Este brazo fue creado en 2008, según consta en el acuerdo de Airbus con las autoridades francesas.

A través de esta oficina, la empresa tejió una red de contactos con intermediarios para negociar ventas y campañas de mercadeo con aerolíneas en, como ya se dijo, por lo menos 15 países (incluido Colombia): la función principal de SMO era manejar la relación de las divisiones de Airbus con sus intermediarios comerciales.

La investigación francesa determinó que la escogencia de los intermediarios comerciales que hizo SMO fue, en muchos casos, sin surtir los procesos y reglas internas de Airbus que, en buena parte, trataban de asegurarse que la empresa no terminara haciendo negocios a través de socios poco idóneos.

Algunos de estos intermediarios, a su vez, comenzaron a realizar maniobras para poder superar los montos de compensaciones y dinero que recibían de Airbus como parte de su labor establecida de ayudar a negociar con aerolíneas.

Algunos de estos esquemas fueron utilizados para desviar parte de estas compensaciones hacia ejecutivos de las aerolíneas quienes, a su vez, inclinaban la balanza de compras de sus compañías a favor de los aviones Airbus.

Este habría sido el caso de Avianca, en el que un ejecutivo senior habría aceptado al menos US$5 millones para asistir en la compra de aviones Airbus. En un correo que consta en el acuerdo logrado entre las autoridades francesas y el fabricante de aviones, se lee que el intermediario comercial cedería esta cantidad de su pago a favor del ejecutivo de Avianca.

“Airbus pagó sobornos a través de agentes en todo el mundo para inclinar la balanza a su favor y ganar contratos alrededor del mundo. Este tipo de corrupción mina el desarrollo del comercio justo. Hay que darle crédito a Airbus por admitir su culpabilidad, limpiar la casa y trabajar para que esta conducta no se repita”, dijo Lisa Osofsky, la cabeza de OSF, la autoridad británica.

El panorama económico de Airbus

El fiscal francés a cargo del caso, Jean-Francois Bohnert, dijo que “al lograr el acuerdo estamos ayudando a que Airbus pueda pasar la página y mirar serenamente hacia su futuro económico”.

Airbus nació en 1969 como un proyecto de colaboración aeroespacial entre varios países europeos. Hoy es, junto con Boeing, el principal proveedor de aviones comerciales del mundo y tiene líneas de producción que van desde sus sedes europeas (Francia, España, Alemania y Reino Unido), hasta China y Estados Unidos. Aparte de aviación comercial, la empresa también está metida en el negocio de los satélites y los equipos militares.

En 2019, Airbus superó a Boeing en términos de pedidos y entregas en medio de una de las crisis más grandes para la empresa estadounidense por cuenta de sus problemas con el 737 Max, cuya flota global no está volando. Boeing decidió suspender la producción de la aeronave el año pasado.

Las acciones de Airbus han subido casi 50 % desde principios de 2019, lo que ha llevado a que la empresa tenga una valoración de casi US$118.000 millones. La llegada a un acuerdo, recordando las palabras del fiscal francés, le despeja el camino para concentrarse en producir y entregar a tiempo sus órdenes de pedidos. De acuerdo con cálculos de Bloomberg, hace una década, el valor de la compañía era de apenas 11.000 millones de euros (poco más de US$12.000 millones a precios de hoy).

Sólo el año pasado, el fabricante europeo entregó 863 nuevas aeronaves, una cifra más allá de su propia meta, que era de 860 aviones (el avión más vendido de la empresa fue el A321). Analistas han expresado sus preocupaciones por la capacidad de la compañía de continuar con este ritmo de producción, aunque también han aclarado que la solución de sus problemas judiciales despeja el panorama del fabricante.

Guillaume Faury, CEO de Airbus dijo que “el acuerdo representa un paso muy importante para nosotros y le permite a Airbus seguir adelante y crecer de una forma sostenible y responsable. Las lecciones que aprendimos le van a permitir a Airbus posicionarse como el socio confiable que queremos ser”.

Por Redacción Economía.

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