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“La regulación de la tecnología no debe discriminar”

Wade Hardgrove, abogado de medios, corporativo en Books Pierce LLC, habla de la necesidad de una legislación clara en televisión e internet para que el consumidor sea el gran ganador.

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Redacción Negocios y Economía
15 de septiembre de 2016 - 03:00 a. m.
Wade Hardgrove cuenta que en Estados Unidos los adultos ahora pasan cinco horas y cuatro minutos al día viendo la televisión. / Cortesía
Wade Hardgrove cuenta que en Estados Unidos los adultos ahora pasan cinco horas y cuatro minutos al día viendo la televisión. / Cortesía
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La tecnología está cambiando por completo la forma de consumir información. Pero la tecnología va más rápido que la regulación. ¿Hacia dónde debe apuntar la regulación?

Los espectadores se benefician de la competencia. Para asegurar una competencia leal, los reguladores deben proporcionar un “campo de juego reglamentario”, es decir, las regulaciones deben ser equilibradas y no deben discriminar injustamente en contra o a favor de una sola tecnología. Las regulaciones difieren necesariamente para cada tecnología, pero no pueden ser discriminatorias o injustas, y, por supuesto, deben aplicarse a los distribuidores de internet, así como a los canales de difusión tradicionales, cable, satélite y demás.

La neutralidad de la red representa un gran reto para industrias como la televisiva. ¿Cómo debe integrarse la TV abierta con la gratuidad de contenidos que ofrece internet?

Los canales y las compañías de cable y de satélite de todo el mundo están trabajando diligentemente para asegurar que su programación también esté disponible en internet. Si las empresas de televisión tradicionales han de ser plenamente competitivas con los distribuidores de internet, su contenido debe ser accesible a todos los dispositivos receptores de televisión. El concepto se llama “TV Everywhere” y significa que los usuarios pueden acceder fácilmente a los programas de televisión en teléfonos inteligentes, iPads, computadoras portátiles y computadoras de escritorio, así como en los aparatos de televisión convencionales, en cualquier momento y en todo lugar. Así se llega a los espectadores más jóvenes.

¿Cómo se debe financiar la TV pública en tiempos de internet?

Cada vez es más difícil que otros operadores puedan competir económicamente con los servicios de televisión de pago si los canales están restringidos a una sola fuente de ingresos (es decir, publicidad). En los EE. UU. se ha permitido desde 1992 cobrar las llamadas cuotas de “retransmisión” a otros distribuidores de video (cable, satélite, etc.), que retransmiten y revenden la señal del canal​​. Sin la capacidad de cobrar estas cuotas a los que “revenden”, el modelo de negocio de difusión libre no puede sostenerse. Asegurar la viabilidad del sistema de difusión gratuita a través del aire es esencial para asegurar que aquellos que no pueden permitirse un servicio de televisión de pago tengan acceso a noticias, información, programas educativos y de entretenimiento.

En Colombia hay un debate sobre el cambio en la política audiovisual. Tenemos la Agencia Nacional de Televisión y la Comisión de Regulación de Comunicaciones. Piden unificarlas. ¿Sobre qué debe viajar una buena política audiovisual?

Puede haber excepciones, pero, en general, la consolidación de la regulación en un solo organismo permite que el rendimiento de las políticas y la aplicación de esas políticas de regulación sea más consistente, facilite un mayor cumplimiento por parte de las empresas reguladas.

Los grandes canales de televisión aseguran que hacen inversiones millonarias para poder producir buen contenido. ¿Usted cree que los consumidores están dispuestos a pagar por buen contenido?

En los mercados competitivos, las fuerzas del mercado determinarán si los televidentes podrán pagar por diversos tipos de programación, y en qué medida. A pesar de la extensa competencia de las diferentes tecnologías, la investigación ha demostrado que los canales de televisión over-the -air en EE. UU. alcanzan la más alta audiencia y mayor participación de la audiencia por un amplio margen. El contenido es rey. Los televidentes más jóvenes en los EE. UU., en cifras récord (un aumento del 2 % en los últimos 12 meses), están confiando cada vez más en televisión de difusión gratuita y renunciando a cargos de televisión de pago.

Desde 2009 hasta 2015, la inversión en publicidad en TV abierta en Colombia creció sólo 0,2 % promedio, mientras que en los medios digitales fue del 32 % para el mismo período. Bajo esa realidad, ¿qué debería hacer la TV abierta para no perder competitividad?

Los canales de TV deben, por supuesto, colocar su programación y contenido de publicidad en internet para asegurar que es accesible en todos los dispositivos receptivos de televisión (teléfonos inteligentes, iPads, computadoras portátiles y computadoras), así como en los aparatos de televisión convencionales.

De acuerdo con estudios de Adreaction Video-Milward Brown, Colombia es el segundo país del mundo (después de Nigeria) con mayor consumo de video al día (4,3 horas). El 68 % se ve por internet. ¿Qué retos supone dicha realidad para la tradicional TV abierta y la TV por cable?

Se presenta un desafío, pero también una oportunidad para las empresas. Nielsen informó recientemente que los adultos estadounidenses ahora pasan cinco horas y cuatro minutos al día viendo la televisión. No estoy seguro de que esto necesariamente sea algo bueno para la gente, sino que presenta una excelente oportunidad para informar, educar y entretenerla de una manera rentable. A pesar de toda la nueva competencia, la radio y la televisión son, con mucho, las formas más populares de los medios de comunicación en los EE. UU.

*El Espectador hace parte del mismo grupo de medios de Caracol TV.

Por Redacción Negocios y Economía

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