La salida de Andrés Camacho del Minenergía: este es el balance de su gestión

El ministro saliente presentó su renuncia el 9 de febrero.

Foto: El Espectador - José Vargas

Año y medio después de haber asumido el Ministerio de Minas y Energía, Andrés Camacho deja su cargo en medio de un panorama complejo. Su gestión, marcada por la promoción de energías renovables y la transición energética, también enfrentó críticas por la incertidumbre en el sector de hidrocarburos, el estancamiento de proyectos eólicos y la crisis en las tarifas de energía.

Con su salida, el gobierno de Gustavo Petro deberá encontrar un reemplazo que no solo continúe con la hoja de ruta de la transición, sino que atienda los problemas estructurales del sector: desde la estabilidad del sistema eléctrico hasta la viabilidad financiera del gas y la minería.

Desde su llegada al cargo en agosto de 2023, Camacho impulsó la estrategia de transición energética justa, promoviendo fuentes como la solar y la eólica. Durante su administración, la capacidad instalada de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER) pasó de 0,2 GW a 2 GW, con más de 100 nuevos parques solares en operación.

Uno de los hitos destacados en su balance de gestión fue la entrada en funcionamiento del parque solar Guayepo I & II, el más grande de Colombia, con 370 MW de capacidad y una extensión de 1.100 hectáreas. Además, el ministerio lanzó la Primera Ronda Eólica Offshore, un proceso pionero en Latinoamérica que busca asignar entre 1 GW y 3 GW en energía eólica marina, con la participación de empresas de España, Dinamarca, Bélgica, China, Reino Unido y Colombia.

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Otro avance fue la subasta de Cargo por Confiabilidad, que asignó obligaciones de energía firme por 4,4 GW para plantas solares nuevas. Con esto, el ministerio proyecta que para 2027 cerca de 26 % de la matriz energética esté conformado por fuentes renovables.

En términos de acceso, Camacho impulsó la democratización energética con 278 comunidades energéticas beneficiando a 25.000 hogares. El programa incluyó 1.900 comunidades financiadas con $210.000 millones, además de la construcción de seis municipios energéticos en departamentos como La Guajira, Bolívar y Sucre.

La otra cara: gas, hidrocarburos y crisis tarifaria

Si bien los avances en energías renovables fueron notorios, los problemas estructurales del sector minero-energético quedaron expuestos en los últimos meses.

El gas natural, por ejemplo, se convirtió en el centro del debate cuando las empresas anunciaron aumentos de hasta 36 % en las tarifas debido a la importación de gas, que representa solo 4 % de la demanda nacional. La Superintendencia de Industria y Comercio inició investigaciones, mientras el gobierno acusó a las empresas de especular con los precios.

El tema de los hidrocarburos también generó tensiones. Mientras el gobierno insistía en reducir la dependencia del petróleo y el carbón, la producción de estos sectores cayó. En 2024, la extracción de carbón de piedra y lignito se contrajo 13,3 %, lo que arrastró al sector minero a una contracción de 5,2 %.

Ahora bien, en su último informe, Ecopetrol logró un índice de recuperación de reservas de 104 % en la producción, en palabras simples, logró reponer un poco más de lo que se consumió, aunque la producción del año pasado fue la más alta en los últimos nueve años (250 millones de barriles de petróleo equivalente).

Esta es una buena noticia porque la petrolera duplicó la incorporación de reservas probadas respecto a los resultados de 2023. El 89 % de la recuperación de reservas se hizo en Colombia y el 11 % corresponde a los activos en Estados Unidos.

Por otro lado, la incertidumbre sobre nuevos contratos de exploración y explotación generó preocupación en el mercado. Los gremios advirtieron que la política energética necesitaba mayor claridad, ya que el petróleo sigue representando una parte fundamental de los ingresos del país.

Otro de los problemas que marcaron la gestión de Camacho fue el costo de la electricidad, particularmente en la región Caribe. A pesar de las promesas del gobierno de reducir las tarifas, los precios siguen altos y afectan tanto a hogares como a empresas.

El gobierno acumula deudas millonarias con las comercializadoras de energía por los subsidios a estratos 1, 2 y 3, lo que ha puesto en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema. Empresas como Air-e, que opera en la Costa Caribe, ya fueron intervenidas por la Superintendencia de Servicios Públicos, y Afinia ha advertido que su situación económica es crítica.

El propio presidente Gustavo Petro ha dicho que habrá cambios en la estructura tarifaria, pero aún no está claro cómo se implementarán sin afectar la estabilidad del sistema.

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Proyectos renovables: avances y estancamientos

A pesar del crecimiento de la energía solar, los proyectos eólicos —clave en la transición— enfrentaron serios obstáculos. En los últimos meses, 40 proyectos fueron cancelados y siete más quedaron suspendidos, debido a problemas con licencias ambientales, conflictos con comunidades y demoras en la infraestructura de transmisión.

La interconexión eléctrica también se convirtió en un desafío. Aunque el ministerio promovió la integración de fuentes renovables, la falta de líneas de transmisión adecuadas ha ralentizado el aprovechamiento de parques solares y eólicos en zonas como La Guajira.

¿Cuáles son los retos del Ministerio?

Con la salida de Camacho, el nuevo ministro de Minas y Energía tendrá un panorama complejo. La transición energética sigue siendo una prioridad, pero deberá abordarse con una hoja de ruta más clara y sostenible.

Los principales desafíos incluyen:

• Garantizar el abastecimiento energético mientras se avanza en la diversificación de la matriz.
• Definir el futuro del gas y los hidrocarburos, asegurando estabilidad sin afectar la transición.
• Solucionar la crisis tarifaria, equilibrando las necesidades de los consumidores con la viabilidad financiera del sector.
• Acelerar los proyectos renovables, asegurando su integración con la infraestructura de transmisión.
• Mejorar el clima de inversión, generando confianza en los mercados y evitando la parálisis de proyectos clave.

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